Exequias

Así se entierra a un cardenal de Sevilla: los ritos del funeral de Amigo Vallejo

La procesión con el féretro saldrá este sábado desde el Palacio Arzobispal hasta la puerta de la Asunción

El funeral comenzará a las 11.30 horas en el altar del Jubileo, donde se colocará el ataúd con la mitra, la casulla y el báculo

La capilla de San Pablo, presidida por la Inmaculada de Alonso Martínez, donde será enterrado el cardenal Juan Flores
Javier Macías

Javier Macías

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Sevilla vivirá este sábado el entierro de un cardenal y arzobispo emérito 35 años después . Se trata de un ceremonial lleno de ritos y símbolos y que reunirá a purpurados y gran parte de la curia española así como representantes de instituciones y autoridades civiles. El 24 de agosto de 1987 se celebraron en la Catedral de Sevilla las exequias de José María Bueno Monreal, pastor de la Archidiócesis de Sevilla entre 1957 y 1982, año en el que le sobrevino un ictus y entró en la ciudad fray Carlos Amigo Vallejo . En la muerte de este último el pasado miércoles, y tras dos días de velatorio en el Salón del Trono del Palacio Arzobispal , el sábado a las 11.30 horas tendrán lugar en la Catedral las exequias y el posterior entierro.

A las 9.30 horas están convocados en el Palacio Arzobispal todos los sacerdotes de la Archidiócesis , así como los que acudan de otras provincias eclesiásticas, obispos y cardenales. Allí, a las 10.30 horas, saldrá por la puerta principal el cortejo fúnebre con los restos mortales del arzobispo emérito, que serán portados a homros por sacerdotes diocesanos, laicos de la diócesis y religiosos Hermanos de la Cruz Blanca, de diez en diez y en diez turnos. La procesión discurrirá por la plaza de la Virgen de los Reyes, Cardenal Amigo Vallejo, Alemanes y avenida de la Constitución , por donde accederá a través de la puerta de la Asunción. Ésta, que es el acceso principal al templo metropolitano, sólo se abre en ocasiones especiales: para que entren los reyes o los arzobispos a su llegada a la diócesis, como ocurrió el año pasado con la toma de posesión de monseñor José Ángel Saiz Meneses.

El cortejo los formarán el turiferario (incensario), la cruz entre los ciriales, los seminaristas, acólitos, diáconos, sacerdotes concelebrantes, el Cabildo Catedral, el Consejo Episcopal, el arzobispo y el ferétro.

Durante la procesión hacia la Catedral, siguiendo el 'Ritual de exequias de los obispos', se cantará el salmo 113, intercalando la antífona «Dichosos los que mueren en el Señor».

Una vez en la puerta de la Asunción, comenzará la procesión hasta el Altar del Jubileo , que estará formada por una parte de los concelebrantes: el arzobispo, los cardenales, arzobispos, obispos, Consejo Episcopal y Cabildo Catedral. La zona del trascoro ha tenido estos días que ser sometida a unos trabajos para desmontar la exposición de enseres de la Virgen de los Reyes y San Fernando.

Ya en el Altar del Jubileo, se celebrará la misa corpore in sepulto con rito de pontifical. Como manda el ceremonial, el cadáver del obispo se colocará de espaldas al altar y de cara al pueblo. Se encenderá el cirio pascual con el mismo rito que se usa para los demás fieles, y se colocarán sobre el ataúd los atributos episcopales : la casulla, la mitra, el báculo pastoral y el evangeliario.

La eucaristía la presidirá el arzobispo de Sevilla , titular de la Archidiócesis, como es su deseo, algo que no ocurrió en las exequias de Bueno Monreal, que fueron presididas por el cardenal Narciso Jubany, arzobispo de Barcelona, porque entonces se argumentaba que un cardenal tenía más categoría que un obispo, que en aquella ocasión debió haber correspondido al propio Carlos Amigo Vallejo.

Liturgia de la misa

El arzobispo Saiz está preparado una liturgia personalizada, basada en el 'Ritual de exequias de los obispos', que comenzará con una monición de entrada. En tiempo pascual, suele utilizarse como primera lectura el libro de los Hechos de los Apóstoles, en concreto «Dios lo ha constituido juez de vivos y muertos». Tras ella, el salmo responsorial «El Señor es mi pastor, nada me falta». La segunda lectura será la carta de San Pablo a los Romanos: «¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?». El protocolo eclesiástico marca que el Evangelio sea el de San Juan, «Si el grano de trigo muere, da mucho fruto». Tras la homilía y la oración de los fieles, la misa prosigue de la forma habitual hasta después de la comunión.

Entonces, se procederá al rito del último adiós del cardenal. El arzobispo se colocará cerca del féretro y se dirigirá a los fieles diciendo: «Antes de entregar a la tierra, de donde fue formado, el cuerpo de nuestro hermano Carlos, obispo de esta Iglesia de Sevilla, despidámonos de él con un último gesto de respeto y de veneración». Después de unos minutos de silencio y oración, el prelado dará la vuelta al féretro aspergiéndolo con agua bendita mientras se canta y, a continuación, incensará el cuerpo en recuerdo de que «el cuerpo de nuestro hermano fue templo del Espíritu y que en su iniciación cristiana no sólo fue vinculado a la muerte del Señor, sino que también, al ser ungido con el óleo perfumado de la confirmación y del sacramento del orden, se significó que, como Cristo, era destinado a la resurrección y a recibir del Padre el beso de su amor: en la persona de Cristo, el Padre hizo que nuestro hermano se sentara con él en el cielo».

Durante la celebración eucarística se interpretarán los cantos rituales y otros cantos polifónicos , por la capilla de música y la coral polifónica de la Catedral dirigida por el maestro de Capilla, Herminio González Barrionuevo.

El entierro

Por último, el féretro será trasladado desde el Altar del Jubileo hasta la capilla de San Pablo, el lugar escogido para su entierro, pasando previamente ante la Virgen de los Reyes. Una vez ante la tumba, se entonará la antífona «Esta es la puerta del Señor: los vencedores entrarán por ella» y el salmo 117, antes de concluir con la oración «Señor, dale el descanso eterno». El cuerpo embalsamado del cardenal Amigo Vallejo será enterrado en este espacio, escogido por él mismo, donde todo está ya preparado para la inhumación, dando por concluido el ritual.

Esta capilla, también conocida como la de la Concepción Grande, sirvió primitivamente como el lugar de enterramiento de los caballeros que acompañaron a Fernando III el santo durante la reconquista. A partir de 1654, el patronato de la misma pasó a Gonzalo Núñez de Sepúlveda, caballero Veinticuatro de Sevilla, que reposa allí junto a sus mujer e hijos. Enfrente, se encuentra un sepulcro de mármol en el que está enterrado el que fuera arzobispo de Sevilla, el cardenal Francisco Javier Cienfuegos y Jovellanos , que pastoreó la diócesis de 1824 hasta su destierro a Alicante por motivos políticos el 18 de febrero de 1836.

La capilla de San Pablo es una joya patrimonial e histórica en la que se puede contemplar un retablo barroco con imágenes de Alonso Martínez como la Inmaculada y que está presidido por el Cristo de San Pablo, una escultura del XVI.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación