La exposición abrirá al público en el Palacio Arzobispal del 6 al 15 de junio
La exposición abrirá al público en el Palacio Arzobispal del 6 al 15 de junio - RAÚL DOBLADO
DÍA INTERNACIONAL DE LOS ARCHIVOS

Descubriendo los tesoros documentales de la Iglesia

Hasta el 15 de junio estará abierta en el Arzobispado una muestra de quince documentos de los siglos XIII al XIX

SEVILLA Actualizado: Guardar
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El documento más antiguo hallado, por ahora, en los Archivos del Palacio Arzobispal y la Catedral, un mandato de Alfonso X el Sabio fechado en 1278, se muestra a partir de mañana junto a otras catorce joyas documentales identificadas y descritas en los últimos meses.

La exposición «Identificando y describiendo nuevos tesoros documentales. Siglos XIII al XIX» se inaugura mañana en los Archivos Históricos del Arzobispado y se prolonga hasta el próximo 15 de junio, dando la oportunidad al público de acercarse a conocer no sólo estos papeles y pergaminos sino a adentrarse en la historia, las curiosidades y los detalles que los rodean.

Para la exposición, que se celebra con motivo del Día Internacional de los Archivos y que ha sido coordinada este año por María Isabel González Ferrín, se han seleccionado estos quince documentos que hasta este curso no habían podido ser consultados.

Con ello, a la vez que compartirlos con Sevilla, se pone de manifiesto la gran labor y el constante trabajo técnico archivístico del equipo que encabeza la directora gerente de la Institución Colombina, Nuria Casquete del Prado.

Mandato de Alfonso X. El documento más antiguo identificado por ahora es un mandato de Alfonso X fechado en 1278

Entre los documentos mostrados del Fondo Capitular destaca el citado mandato de Alfonso X, fechado en Valladolid y dirigido a Sevilla, concretamente a Nicolás de la Torre del Oro, de quien Ortiz de Zúñiga dice en sus Anales que era «así llamado por ser su primer vecino Alcayde». En este documento, de tamaño menor de una cuartilla, al que le falta un trozo, el Rey ordenaba a Nicolás que entregara al Cabildo Catedral la renta del almojarifazgo. Como curiosidad hay que añadir que es de papel, cuando lo habitual era que por aquellas calendas se escribiera en pergamino, cuya perdurabilidad era mucho mayor.

La firma auténtica de la Reina Isabel la Católica figura en una Real Cédula que se muestra, fechada el 12 de agosto de 1484, devolviendo al deán y al Cabildo Catedral 350.000 maravedíes que le prestaron de la fábrica de la Seo. Entregaba el dinero por medio de Pedro de Alderete, su repostero de cámara. A la vez, les rogaba que le enviaran el «joyel mío que allá teneys de cordoua».

El pleito del aceite

Otro documento medieval, en pergamino y escrito en latín, que puede contemplarse es el relativo al cobro de los diezmos de aceite de Alcalá de Guadaíra (1439), hecho ante el notario apostólico Gobelinus Flessen de Buren. Según aporta María Isabel González Ferrín, la tercera parte del diezmo del aceite había sido cedido al concejo de Sevilla para sus munícipes, pero entró en conflicto con el arzobispo, quien la reclamaba. Tuvo que intervenir el Rey y el pleito se vio en los tribunales reales. También del siglo XV es el cuadernillo notarial del 4 de mayo de 1462 que se expone y que se refiere a los títulos de casas en la calle Correduría de la Comunidad de la Veintena, compuesta por clérigos menores que se ocupaban de empleos inferiores del altar y coro en la Catedral.

Del Fondo Capitular también se exhiben un dibujo sobre papel de San José con el Niño en brazos, posiblemente de la escuela de Valdés Leal, con fecha de 1680; el plano interior y el alzado de la iglesia de San Bernardo, firmados por el arquitecto Joseph Álvarez entre 1780. Los dos pertenecen al expediente de las obras de esta iglesia, que se construyó a finales del siglo XVIII. De 1801 data la correspondencia de un pliego del Castillo de las Guardas con datos estadísticos de la población, que recoge, entre demografía, agricultura, arte, comercio, obras públicas y caminos, que no había colegio. Se trata de una muestra de los pliegos trimestrales que obligatoriamente se enviaban al jefe superior político por parte de los Ayuntamientos de la provincia.

Privilegio rodado

Del Fondo de la Universidad de Beneficiados figura uno de los cuatro privilegios rodados identificados, descritos y restaurados este año. Se trata del más antiguo de ellos, un privilegio del Rey Enrique II, de 1371, confirmando e insertando seis privilegios de sus antepasados -Alfonso XI, Fernando IV y Santo IV- que a su vez ratificaban el de Alfonso X otorgando al abad y cabildo de clérigos de Sevilla quedar libres de impuestos en compras y ventas de heredades salvo las eclesiásticas. A cambio debían celebrar cinco aniversarios de sus reales antecesores, en la capilla del Arenal (probablemente en las Atarazanas) y en la de Santa Isabel, que pudiera ser la del Alcázar. Este pergamino muestra una rueda con castillos y leones con tintas de varios colores y los orificios para el hilo de seda del sello de plomo. Carece de él porque en el siglo XIX se separaron los sellos de plomo de los documentos y fueron catalogados aparte. Para que el público se haga una idea, se aporta uno que también perteneció a un privilegio de Enrique II.

Archivos eclesiales. Los documentos pertenecen a los Archivos Capitular, Arzobispal y de la Universidad de Beneficiados

Otro documento, de 1613, del Fondo Arzobispal, nos habla del pleito de la Hermandad de la Cofradía de la Concepción de Alcalá de Guadaíra, con sede en la iglesia de San Sebastián, contra su mayordomo para que entregue las insignias, bienes y cuentas. Incluye, además, la copia de un breve de Pablo V (1611) concediendo indulgencias a la Hermandad.

También se presenta la solicitud de ingreso de una novicia en el convento de la Purísima Concepción de El Puerto de Santa María, fechada en 1689, en cuya aceptación figuran las rúbricas de todas las madres del cenobio, encabezadas por la abadesa, Bárbara Francisca de Andrade. Corresponde a la valiosa documentación del Fondo Arzobispal relativa a las tramitaciones del Visitador de Religiosas (equivalente al actual vicario diocesano para la Vida Consagrada) en los cenobios del Antiguo Reino de Sevilla.

Uno de los muchos libros de protocolo de posesiones, capellanías y patronatos que pueden consultar los investigadores desde este año y que incorporan documentos desde el siglo XVI es el de la iglesia de Santa Cruz de Sevilla, con fecha de 1637, que puede verse en la muestra.

Pertenecientes, igualmente, al Fondo Arzobispal son un índice general de las Reales Cédulas expedidas por la Real Cámara y el Supremo Consejo de Castilla y un curiosísimo padrón eclesiástico de la villa de La Algaba en 1805, registrando, como se hacía en estos documentos, la relación de los vecinos por calles. En este se incluían los olvidados y los franceses.

Y Cervantes

Exposición. Archivo Histórico del Arzobispado. Del 6 al 15 de junio. Lunes a viernes, de 9 a 14 horas, y miércoles y jueves de 16.30 a 19.30 horas

Por la oportunidad del momento, resalta un índice de la Sección de Justicia elaborado en el siglo XVIII con pleitos tramitados en el Tribunal Eclesiástico. En este inventario se cita expresamente el Pleito de la Clase 6º Cofradías: «La Cofradía del Santísimo Sacramento del Sagrario, con Thomas Gutiérrez sobre que le recivan como hermano». Hace referencia al documento de 97 folios manuscritos del pleito que contiene dos firmas de Miguel de Cervantes, que actuaba como testigo del mesonero y comediante. El legajo está hoy en manos de la Universidad de Sevilla, que lo presentó recientemente tras permanecer más de un siglo extraviado, después de estudiarlo por primera vez en 1914 el abogado sevillano Adolfo Rodríguez Jurado, quien lo usó en su discurso de ingreso en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. El manuscrito se encontró en una revisión de la catalogación, en una de las cajas que integran el archivo personal de Luis y Santiago Montoto, que fue legado por sus herederos a la Universidad en 1983.

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