ENTREVISTA

«Los conventos de Sevilla podrían hacer muchas más cosas que pasteles, como antiguamente»

El profesor de Arquitectura Julián Sobrino critica la desidia pública con la Casa de la Moneda y reclama al Ayuntamiento un servicio de gestión del patrimonio histórico sevillano «como lo hay para parques y jardines»

Julián Sobrino en la antigua Fábrica de Artillería Manuel Gómez

Jesús Álvarez

Julián Sobrino Simal (Ciudad Real, 1956) es doctor en Historia del Arte y profesor titular de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla. Lleva más de cuarenta años dando clase y es autor de numerosas publicaciones sobre arquitectura industrial, a la que dedicó su tesis doctoral. Acaba de inaugurar el proyecto «Rostros, rastos, restos» en la antigua fábrica de Artillería.

Sevilla tiene grandes edificios históricos que buscan un nuevo uso como la antigua fábrica de Artillería.

Es uno de los grandes espacios que hay que aprovechar de la ciudad. Hay un proyecto extraordinario como el de Magallanes que se ha gestado con nuestros amigos portugueses y que ha obtenido importantes fondos europeos. Creo que habría que investigar, crear y producir en este espacio y en otros como Altadis. Me refiero a producir y crear bienes intangibles en esa doble dimensión, humanístico-artística y científico-técnica . No me gustaría que nos volcáramos exclusivamente en la primera, en la tradicional, en ninguno de esos espacios, pero es lo que veo. Ese modelo es el de Matadero, en Madrid, o el del edificio de la Tabacalera de San Sebastián.

¿Qué me dice de las Atarazanas?

El problema de las Atarazanas es que se ha hecho demasiado hincapié en los valores del monumento, que los tiene. Pero para mí debería haberse puesto el acento en su entorno urbano. No se puede consentir que sea un espacio degradado por el tráfico , por el pavimento público y por las barreras arquitectónicas. Y seguimos sin saber los contenidos de las Atarazanas. Yo propondría un espacio vivo de intercambio entre Andalucía y América, de memoria a través del tiempo.

¿Y qué pondría en Altadis?

Un museo andaluz de Arte Contemporáneo.

¿Y el CAAC?

El CAAC no es un museo y no tiene las posibilidades económicas ni físicas para gestionar y exhibir de forma permanente todo el arte contemporáneo andaluz. Creo que este proyecto debería estar vinculado a la moda, al diseño y a la alfabetización digital de Sevilla.

¿Y por qué no museo de Sevilla, de su historia?

Yo apuesto porque haya un museo de la ciudad porque la historia de Sevilla ha perdido también diversidad. Nos cuentan la historia de los grandes monumentos, palacios, conventos, pero no la historia de la gente, de sus barrios, ni de las infraestructuras. Sevilla necesita ser repensada y tiene un problema de actualización porque no existe una historia de la ciudad de Sevilla. Hay muchas publicaciones de los hitos históricos de la ciudad con historiadores importantes, pero sería fundamental montar un proyecto editorial, digital, que fuera una historia urbana de la ciudad de Sevilla.

Gestión patrimonial

¿La Casa de la Moneda, cuya portada lleva apuntalada desde hace casi una década, es un símbolo de cómo se gestiona el patrimonio cultural en Sevilla?

Me temo que sí. La segunda ciudad española con más bienes municipales, después de Barcelona , no tiene un servicio municipal de patrimonio. Esto me parece inconcebible cuando contamos con un servicio, por ejemplo, de parques y jardines. La Casa de la Moneda, además, está en el entorno de los tres bienes declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco : el Alcázar, el Archivo de Indias y la Catedral de Sevilla

¿Se trata de un problema económico?

No. Yo creo que es un problema de gestión, de gobernanza. Sevilla podría mantener perfectamente su patrimonio, incluso tenemos millonarios ingresos por el Alcázar del que se alimentan otros muchos edificios. Nos falta un sistema integral de gestión del patrimonio de la ciudad. En la trasera del edificio de Previsión, junto a la Casa de la Moneda , al lado de la torre de la Plata, hay ahora mismo un gran solar vacío que está ocupado por un aparcamiento. Creo que allí podría hacerse un anfiteatro para desarrollar actividades al aire libre , con sombra, un lugar de descanso.

Sevilla tiene un patrimonio conventual extraordinario pero muchos de nuestros conventos tienen problemas de conservación. Algunos, como San Leandro o Santa Inés, amenazan ruina.

Tiene que haber un plan de urgencia para asegurar la estabilidad de estos conventos y la calidad de vida de las personas que viven en ellos. Habría que abrir también un debate sobre cuál puede ser la convivencia del modo de vida de las religiosas que los habitan con un mundo que es muy diferente al de hace unos siglos, cuando surgieron todos estos conventos. Los nuevo usos no deben ser agresivos con el carácter patrimonial de los conventos.

¿Las hospederías podrían garantizar su mantenimiento?

Suele ser la solución más habitual, incluso en los conventos abandonados, pero no es la única. En los conventos siempre se ha trabajado y el renacimiento de la ciudad europea del siglo XII no se puede entender sin los monasterios, que enseñaron a los campesinos a hacer vidrio, a hacer vino, aceite, encuadernar, cerámica y orfebrería. Eran extraordinarios centros de producción.

Hoy se centran casi exclusivamente en la repostería.

Sí, hacen pasteles, pero podrían hacer muchas más cosas. Antiguamente hubo en ellos boticas, imprentas, herboristerías, licorerías, etcétera. Yo investigaría todas esas posibilidades, además de la producción intelectual. ¿Por qué no podemos tener una escuela de filosofía, o un aula de literatura o espacios de meditación en los conventos? Y exploraría todas esas posibilidades en los campos textil y de alimentación. Y no sólo el monocultivo de la hospedería. Hay que buscar la diversidad.

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