Industria

Los cimientos para el cambio del modelo productivo de Sevilla

La industria se especializa en energías renovables, vehículos eléctricos y el incipiente nicho de reparación de aviones en el aeropuerto

Piezas TP de Tecade, el hangar de Ryanair y secciones de torres eólicas de GRI ABC

Elena Martos

El eterno debate sobre el cambio del modelo productivo de Sevilla adquiere una nueva relevancia ante la debilidad del sector servicios, principal motor económico de la ciudad, y la crisis que la pandemia ha provocado en la construcción aeronáutica y la automoción , los dos pilares de su industria. Desde la profunda recesión de 2008 se viene hablando de esa transformación que ni siquiera se ha esbozado. El camino ahora parece ser la sostenibilidad ambiental y en eso tiene ya experiencia una parte del tejido productivo, que ha asentado los cimientos.

Un buen ejemplo es el polo industrial del Puerto de Sevilla , que se ha especializado en la fabricación de componentes de energía eólica y que este verano ha alcanzado los mayores picos de actividad. La compañía GRI , que construye torres de molinos, ha realizado numerosos embarques de estos mástiles, que se instalarán en campos terrestres y marinos. El encargo más importante que afronta es para el proyecto Markbygden, situado al norte de Suecia , cuya segunda fase suministrará alrededor de 2.000 gigavatios por hora de energía limpia al año.

El volumen de producción se puede apreciar desde el puente del Centenario, con una panorámica clara de la cantidad de pedidos que tiene, pues estas piezas se almacenan en el exterior de las naves de pintura y montaje, desde donde se cargan las secciones de las torres para enviarlas a los clientes. Sin salir del polígono Astilleros, su vecina Tecade fabrica desde hace varios años los anclajes de molinos eólicos off shore. Estas piezas, denominadas TP y «jackets», son las que dan estabilidad y los fijan al lecho marino. El auge de este tipo de instalaciones, especialmente en el norte de Europa, ha logrado posicionar a la compañía sevillana, que tiene ya amplia experiencia como proveedor .

También centra su estrategia de futuro en la sostenibilidad ambiental la industria del automóvil, que afronta una nueva crisis con el descenso de ventas y un cambio de modelo que se inició antes de la pandemia de Covid-19. La fábrica Renault de Sevilla se transformará para seguir manteniendo la actividad. Así lo confirmó el presidente de la empresa para España, José Vicente de los Mozos , en una entrevista con ABC en la que garantizó la continuidad.

Según dijo, la intención es «reemplazar la línea de cajas de cambio manual por otro tipo de componentes para coches híbridos y eléctricos» . Y ya hay un proyecto en marcha. Un equipo de la marca francesa analizará las capacidades de la planta para empezar a producir reductoras eléctricas , una de las piezas de las cajas de cambio de los nuevos modelos enchufables. La previsión es que las primeras se empiecen a producir en un año y medio y se puedan abastecer los centros de montaje de coches del grupo en todo el mundo.

La adaptación de las instalaciones de Sevilla no será muy compleja puesto que se trata de incorporar a la cadena de producción una nueva pieza de mecanizado . Sería el primer producto para la gama eléctrica, pero podrían venir más en el futuro. Más lenta es esa transformación de la construcción aeronáutica, que es la joya de la corona. El mercado todavía está muy lejos de poder prescindir de los combustibles fósiles para mover aviones y la crisis del coronavirus supondrá un parón en la producción. Sin embargo, Sevilla ha encontrado un nuevo nicho de mercado con la reparación de aeronaves.

La primera experiencia es el hangar de Ryanair que empezó a funcionar en enero de 2019 y que duplicará su capacidad a finales de 2021. El aeropuerto de San Pablo ya prepara el terreno para crear un polo de mantenimiento en este entorno para atraer a nuevas empresas. Esa fórmula funcionó bien en Cádiz para la construcción naval durante la crisis anterior, salvando la actividad y los empleos con la puesta a punto de cruceros y cargueros en sus astilleros. Ahora podría repetirse en Sevilla para el sector aeronáutico.

Las empresas tecnológicas son también otra fortaleza del tejido industrial de la ciudad. El número ha crecido enormemente, especialmente en la Cartuja que es la referencia y el lugar desde el que desarrollan proyectos internacionales de envergadura . Ese ecosistema ha atraído iniciativas de primer nivel como la isla autosostenible de Endesa ( E-City ), que permitirá que todo el parque se autoabastezca energéticamente en 2025.

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