La Casa de Pilatos de Sevilla reabre este viernes sus puertas a la visita turística

El recorrido se podrá realizar todos los días de la semana en horario de 9 a 18 horas y por razones sanitarias se limitará en principio a la planta baja

La Casa de Pilatos ha permanecido 111 días cerrada a los turistas a consecuencia del Covid-19 J. M. Serrano

P. Y. B.

Después de 111 días cerrada , reabre este viernes, 3 de julio de 2020, a la visita turística la Casa de Pilatos , todos los días de la semana en horario de 9 de 18 horas. Por razones sanitarias la visita estará en principio limitada a la planta baja y se cumplirán tanto las normas que establece la Ley relativas al aforo máximo y al número máximo de personas por grupo como las recomendaciones que, para los museos y sitios patrimoniales ha fijado el Instituto para la Calidad Turística Española para reducir la posibilidad de contagio.

Situado en pleno centro histórico de Sevilla, en el decumano máximo de la ciudad romana, en la frontera de la judería medieval y apenas a diez minutos a pie del núcleo Alcázar-Catedral, la Casa de Pilatos, el conjunto residencial privado mayor y más suntuoso de la ciudad , es un lugar privilegiado, único en la ciudad.

Como dice la página web de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli (www.fundacionmedinaceli.org), este palacio nace en el último cuarto del siglo XV fruto de la unión de los linajes de Enríquez y Ribera. «A lo largo del siglo XVI, como consecuencia de la intensa relación que con Italia mantienen sus miembros más relevantes, experimenta profundas transformaciones y asume el papel de tamiz por el que las nuevas formas y gustos del Renacimiento penetran Sevilla. Reformas al gusto romántico, ejecutadas mediado el siglo XIX, completan su pintoresca fisonomía, síntesis armoniosa del gótico-mudéjar, el renacimiento y el romanticismo ».

El devenir de esta casa de los Adelantados Mayores de Andalucía, en su doble sentido de edificio y de linaje, discurre casi en paralelo con el auge y la decadencia de la ciudad de Sevilla, en cuya historia, familia y palacio tuvieron un papel protagonista.

«El nacimiento es fruto del matrimonio entre doña Catalina de Ribera y don Pedro Enríquez, extraordinariamente fecundo para el patrimonio sevillano», afirma la misma web. Mediado el siglo XVII, al tiempo que Sevilla inicia una crisis económica que a la larga la transformará en ciudad periférica, los Enríquez de Ribera viven una crisis sucesoria que lleva su casa y estados a la Casa Ducal de Medinaceli.

La posterior ampliación y ennoblecimiento es la consecuencia de la estrecha relación que sus descendientes mantuvieron con Italia a lo largo de los siglos XVI y XVII. La introducción de originales espacios para nuevas formas de sociabilidad lo convirtió en el paradigma de residencia nobiliaria sevillana .

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