Antibióticos: Batalla contra la resistencia

La investigación y el desarrollo de nuevos antimicrobianos y la concienciación ciudadana de un buen uso son claves para frenar una pandemia que amenaza el futuro de muchos avances médicos

Charo Barroso

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que en 35 años los fallecimientos atribuibles a las infecciones por resistencias antimicrobianas (RAM) podrían superar al cáncer como primera causa de muerte a nivel global. En España se atribuyen al año a esta causa 3.000 defunciones y cerca de cuatro millones de personas padecen infecciones graves. «Podemos constatar un crecimiento exponencial de las resistencias que va mucho más rápido que el desarrollo de nuevos antimicrobianos. Hablamos de una pandemia silente que amenaza el futuro de muchos de los avances logrados en medicina. No es tolerable que teniendo avances tan relevantes como puedan ser los trasplantes, algunos fracasos estén asociados a una infección por una bacteria multirresistente», señala Rafael Cantón, jefe de Servicio de Microbiología del Hospital Ramón y Cajal, quien considera que para revertir la situación hay que incentivar un mejor uso de los antibióticos, el desarrollo innovador de nuevos tratamientos y medidas que controlen la transmisión de las bacterias resistentes y multirresistentes.

Los antibióticos son sustancias naturales que exterminan o impiden el crecimiento de microorganismos sensibles. Al modificarlas para tomar ventaja frente a las infecciones, también hemos alterado el equilibrio ecológico de las poblaciones bacterianas que crean resistencias. Éstas pueden estar en poblaciones bacterianas en baja proporción, pero bajo la presión de los antimicrobianos pueden hacerse dominantes. «Los antibióticos están entre los recursos médicos más preciados y resultan fundamentales a día de hoy. Pero es necesario contar con una oferta sostenible de antibióticos y tratamientos, con nuevas opciones terapéuticas y fomentar un uso adecuado», insiste Cantón, quien señala la importancia de que la sociedad sea consciente de este problema.

Uso adecuado

No en vano, a pesar de que las RAM suponen un problema para la salud y el desarrollo, el desconocimiento es importante ya que más de la mitad de la población a nivel mundial, el 52%, y el 35% de los españoles no sabe qué son las resistencias antimicrobianas. «Los antibióticos son fármacos eficientes que curan, pero hay que utilizarlos con mucho respeto, no puede haber automedicación . Es necesario educar a la población para concienciar del peligro de un mal uso de los antimicrobianos y del riesgo de selección de las bacterias resistentes». Pero además, llama la atención sobre el hecho de que por parte de los profesionales tampoco debe de existir una prescripción generalizada y para ello es importante «el desarrollo de los denominados programas PROA (Programa de Optimización del uso de Antimicrobianos) en hospitales y atención primaria», señala este experto.

Gracias a ello, el consumo de antibióticos se encuentra en descenso en los últimos años en España. Pero aún así, las cifras son muy superiores al promedio de países de nuestro entorno. Cantón advierte que un paciente afectado por una bacteria resistente tiene un riesgo mayor de no superar la infección e incluso podría fallecer, y considera clave disponer de las nuevas herramientas que permitan definir mejor aquellas bacterias que son resistentes a los antimicrobianos de forma más rápida que con los test habituales.

En cuanto a las alternativas existentes se encuentran la utilización de antibióticos que se habían desechado y cuyo uso está reemergiendo o la investigación con fagos, virus que parasitan las bacterias . «En países de Europa del este ha habido una mayor tradición en la investigación con fagos y la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ya está tratando de ver cómo comercializar productos basados en fagos. Se trata de una interesante alternativa que hay que valorar», explica este especialista. Además, señala la importancia de centrarse en el desarrollo de antibióticos que vayan dirigidos hacia patógenos específicos y no de amplio espectro para no afectar al resto de las poblaciones bacterianas de nuestra microbiota y no alterar el equilibrio ecológico. En este aspecto, llama la atención sobre el hecho de que el Covid-19 ha tenido un impacto negativo en esta lucha contra las RAM debido a una sobreutilización de antibióticos de amplio espectro. Además, Cantón deja claro que a pesar de que las bacterias ultrarresistentes atacan a muchos españoles cada año, siguen siendo pacientes sin voz.

Nuevos antimicrobianos

Los expertos ponen el acento en la importancia de la investigación para el desarrollo de nuevos antimicrobianos: «No hablamos de modificaciones estructurales de los que tenemos, sino de nuevos antibióticos con mecanismos nuevos de actuación. Con ello evitaríamos la ausencia de resistencias cruzadas con los antimicrobianos conocidos y que tengan una mayor estrategia de vida», explica Cantón.

España cuenta con el Plan Nacional Frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) para reducir el riesgo de selección y diseminación de las bacterias resistentes y disminuir el impacto sobre la salud de las personas y los animales, preservando de manera sostenible la eficacia de los antibióticos existentes. Pero en esta lucha Cantón recuerda que todos tenemos responsabilidad para revertir el oscuro pronóstico que vaticina la OMS: «Estamos ante uno de los retos más relevantes de la salud pública y es un problema de todos. Los antibióticos son fármacos eficaces que hay que utilizar, pero hay que saber cómo y cuándo», sentencia este experto.

Con la colaboración de Pfizer.

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