Cuatro promesas del fútbol español que fracasaron en el Real Madrid

Pedro Munitis

El jugador cántabro llegó en verano del año 2000 al Real Madrid. Fue un fichaje polémico ya que lo materializó la Junta Gestora durante el periodo electoral que enfrentó a Lorenzo Sanz y Florentino Pérez y que acabó ganando el actual mandatario blanco.

El club de Concha Espina pagó 2.200 millones de las antiguas pesetas (casi 15 millones de euros) por el delantero del Rácing, que por entonces tenía 24 años y era el jugador franquicia del club cántabro. Su exhibición en el 2-4 del Rácing al Madrid en la Liga 99-00 le llevó a la capital de España. Firmó por cinco temporadas pero solo estuvo dos, ambas sin apenas minutos. El Bernabéu se le hizo gigante.

Pedro León

Fichado en la primera temporada de Mourinho (2010-2011) por petición del luso, fue precisamente el propio entrenador portugués el que arruinó la carrera de Pedro León en el Real Madrid, al que llegó con 24 años.

El hoy entrenador del Chelsea acusó al futbolista madrileño de mal profesional con perlas como «si se estrella el avión del Real Madrid y tú estás en casa, tampoco jugarás el próximo partido» o «si te quedas en el Real Madrid vas a a llegar a odiar el fútbol».

Lógicamente, Pedro León abandonó el club blanco en el verano de 2011 y meses después aseguró que se había «sentido humillado en el Real Madrid». Hoy juega en el Getafe

Sergio Canales

Como en el caso de Munitis, un histórico encuentro suyo en el Bernabéu le catapultó a la capital de España en verano de 2010. Tenía solo 19 años y todo indicaba que sería el mediapunta de la próxima década del Real Madrid y de la selección, pero no fue así.

Mourinho dijo de él que «tenía cosas de Guti», pero nunca le dio confianza ni minutos. En julio de 2011 se marchó cedido al Valencia, donde dos graves lesiones de rodilla apenas le dejaron jugar. Hoy juega en la Real Sociedad.

Asier Illarramendi

Vino hace dos veranos, con 23 años y previo pago de casi 40 millones de euros, como el relevo de Xabi Alonso, pero en las dos temporadas que vistió de blanco no ha estado a la altura. La clase y el talento que demostró en Anoeta y, sobre todo, en el Europeo sub-21 de 2013 desaparecieron como por arte de magia.

Su episodio con el antifaz de Batman y sobre una vaquilla en las fiestas de Mutriku y su terrorífico encuentro en Dortmund en los cuartos de Champions de 2014 le sentenciaron. Vuelve a su casa por menos de la mitad de lo que costó: 16 millones. Ojalá tenga la suerte y el acierto que no tuvo en el Real Madrid