Cristiano y Bale, historia de dos egoístas

Cada vez que recibía el balón disparaba, aunque estuviera a cuarenta metros de distancia. Así era el Cristiano Ronaldo de 2011, que desperdiciaba ocasiones por no dar el pase a un compañero. El portugués escuchó silbidos por su exceso de individualismo. «He entendido el mensaje», adujo un Ronaldo más maduro. Cambió diametralmente. Hoy, la estrella mundial juega para el equipo. Es el mayor asistente de la Liga, con nueve pases de gol. «La historia se repite», señalan en el vestuario al analizar las críticas a Bale por su egoísmo frente al Valencia y el Español. «El camino está escrito (por Ronaldo). Gareth también será líder en pases de gol en el futuro, ya lo verá», asegura un veterano de la plantilla madridista.

Ancelotti y los jefes del plantel abordan el dilema del egocentrismo del británico con el poso de la experiencia. El italiano lo ha vivido como futbolista y como entrenador desde los años setenta. Los jugadores también saben lo que es eso. Lo han visto en el Real Madrid y en otros clubes. «El entrenador y los hombres fuertes de la plantilla hablarán sobre lo sucedido», señala un profesional del Real Madrid. Dialogarán con el galés. «El vestuario, a través del míster y de los líderes del equipo, encontrará el camino para que Bale y Cristiano se asocien en estas jugadas señaladas, importantes».

El pase de Múnich

El mensaje del cuerpo técnico es práctico: «Cristiano y Bale están condenados a entenderse». No lo afirman porque no tengan más remedio. Lo aseguran porque habitualmente «se han entendido» en el césped y deben volver a compenetrarse mañana frente al Atlético. «El mejor ejemplo es el gol que Bale le dio a Cristiano en el Allianz Arena de Múnich», destacan los técnicos del club. «No lo olvidemos. Y le ha dado otros más. Ahora se polemiza porque hemos vivido dos jugadas, frente al Valencia y el Español, en las que se discute si Bale debió dar el pase a Cristiano. Nada más».

La acción del pasado sábado, intrascendente para el marcador, con 2-0 a favor del líder, servirá a Carlo Ancelotti y sus jugadores clave para profundizar en el asunto del individualismo y no permitir que se desperdicie una oportunidad decisiva en otra situación parecida. Por ejemplo, en el inminente derbi copero. O en la Champions.

No se discute si el británico acertó o no en ambos momentos. «En Mestalla no tenía tan claro el pase a Benzema», opinan los ayudantes de Ancelotti. Frente al Español sí pudo pensar en conceder el centro a Ronaldo, aunque «tampoco era fácil». Los pitos del Bernabéu llegaron porque decidió rematar él mismo y lo hizo muy mal. También resolvió mal en Valencia.

La polémica añadida que se alimenta exteriormente es dudar de si Cristiano Ronaldo y Gareth Bale se llevan bien en el seno interno del equipo. Los veteranos del vestuario cortan por lo sano: «Se llevan perfectamente. Cristiano fue el primero en recibir a Bale, que también procedía de la Premier, cuando llegó al Real Madrid. Ahí no hay tema». Otro hombre importante de la plantilla espeta: «En eso pinchan en hueso. El ambiente de la plantilla es muy bueno, mejor que el existente hace dos años (con Mourinho). ¡Que todos los problemas que tengamos sean como éste!». Un tercer jugador remata: «Todo esto se soluciona con un buen pase el jueves. Esta polémica ha venido bien para evitar que se repita en un futuro y estar muy concentrados en ataque».