Larrivey: «Cristiano marca la diferencia, pero también Sergio Ramos»

El reconocimiento le llegó a la vuelta de la esquina de la treintena, pero la escalera del éxito siempre tiene más metros que recorrer. Con 23 años, tras empujar al Huracán hacia la Primera división del fútbol argentino, cruzó el charco para hacerse un hueco en el fútbol europeo. El Cagliari puso su futuro en sus pies, pero Joaquín Larrivey (Gualeguay, 20 de agosto de 1984) no tuvo la suerte necesaria para triunfar en un campeonato tan exigente como el Calcio. Afortunadamente, y para el bien del fútbol, explotó la pasada temporada en el Rayo de Jémez y ahora vive días de vino y rosas en el Celta de Vigo, equipo revelación de la temporada y rival del Madrid esta tarde.

—Futbolista y universitario, no se ve mucho esta combinación en su gremio...

—He tenido mucha suerte con mi familia. Me dieron una buena educación y pude estudiar en la Universidad la titulación de Comercio Exterior, pero llegó un momento en que tuve que decidir entre terminar la carrera o centrarme en el fútbol y elegí lo segundo. Al principio mis padres no se lo tomaron muy bien pero creo que el tiempo me ha dado la razón.

—Le conocen por «Bati», pero su ídolo es Crespo ¿Por qué ese mote?

—Cuando jugaba en los juveniles del Huracán me decían que me parecía a Batistuta y por ese motivo me pusieron ese apodo. Era un delantero enorme pero a mí siempre me gustó Hernán Crespo. Mi manera de jugar me recuerda mucho a la de él. Ahora bien, mi ídolo de verdad es Francescoli. Él siempre ha sido mi referencia.

—Su tiempo libre lo mata con una guitarra y rock. ¿De dónde viene esa afición?

—De mis hermanos mayores. Ellos escuchaban a todas horas rock. Así que hace ya unos años que empecé a tocar la guitarra. Ahora en Vigo recibo clases. Me encantan los Rolling Stones y U2 pero, sobre todo, el rock argentino. Mis grupos preferidos son Los Piojos» y «Los Redondos».

—Triunfó en sus comienzos en el Huracán, llevando al equipo a Primera. ¿Qué falló tras venir a Europa?

—En el Cagliari las veces que tenía buenos partidos no eran acompañadas de continuidad ni de confianza del entrenador y, cuando jugaba mal, se me criticaba mucho. Fue una etapa extraña.

—Entonces llegó el Rayo y Larrivey volvió a sentirse futbolista

—Siempre estaré agradecido por jugar allí. Es un club que solo tiene aspectos positivos. Me da pena que no pueda crecer más. Su factor humano es único. Su última iniciativa con la pobre anciana desahuciada ejemplifica lo que significa esa entidad.

—Ahora ha dado un paso más en el Celta ¿Cuál es el secreto del equipo revelación de la Liga?

—El Celta es un club con muchas perspectivas de futuro. Por ahora las cosas están saliendo bien, estoy haciendo goles (suma siete en Liga) pero tenemos que seguir pensando en el próximo partido y nada más.

—¿Se puede ganar en la misma temporada en el Camp Nou y en el Santiago Bernabéu?

—¿Por qué no? Evidentemente, ellos tiene mejores jugadores y por eso son favoritos, pero tendremos nuestras opciones Ya lo demostramos derrotando al Barça. Que no se confíen.

—¿Cuál es su debilidad del Real Madrid?

—Cristiano Ronaldo es el que marca la diferencia pero también Ramos. Es el mejor defensa del mundo. También me gusta mucho Modric. Es una pena que no pueda jugar

—Para acabar, la pregunta del millón ¿A quién le daría el Balón de Oro?

—Es difícil. Hay que poner muchas cosas en la balanza. Si el Balón de Oro solo se mide por el año 2014 lo tendría que ganar Neuer. Si es por la calidad de un jugador, yo se lo daría a Messi. Y si es por el estado de forma se lo tendría que llevar Cristiano.