Xabi Alonso, con la camiseta del Bayern
Xabi Alonso, con la camiseta del Bayern - AFP
Real Madrid

Xabi Alonso y su discurso nada escandaloso

Lejos de cargar contra el Real Madrid y Casillas, refirió unas palabras que, analizadas, son bastante ecuánimes

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De los cuatro o cinco temas que dan perezón en España, uno de ellos es la tendencia a reavivar las ascuas del mourinhismo. De tirios o troyanos, pero casi más de los troyanos. Es incomprensible cómo se pusieron todos para que se fuera Mourinho y lo mucho que ahora se le echa de menos. Se sopla el ascua y se sopla a ver si se enciende la candela de Mou porque entre los Cholos, los Jémez y don Carletto no venden nada.

Del Bosque se hace un lío con la convocatoria y resulta que la culpa es de Mourinho y ahora sucede lo de Xabi Alonso, que dice una obviedad, una autentica obviedad, y se le monta un cirio y se sacan portadas en las que sólo le falta una bratwurst saliendo de la boca.

La relación Casillas-Alonso ya es el final del rollo macabeo de Mourinho, que aburre más que un telediario de Ana Blanco.

Lo que dijo Alonso fue:

“Es de largo el mejor portero con el que he jugado. También es un gran jugador de campo. Sería justo que ganara el Balón de Oro de este año, sin lugar a dudas. Sabía que Neuer era un fuera de serie pero al llegar al Bayern me ha sorprendido aún más”

Analicemos:

1) Considera que Neuer es el mejor portero con el que ha jugado. Es decir, quizás ni en términos absolutos, sino sólo durante el tiempo en que coincidió con ellos ¿Qué pensará Dudek, que con sus movimientos de Lina Morgan contribuyó a la Copa de Europa del Liverpool? El Casillas que coincidió con Alonso no fue el mejor Casillas, cabría añadir.

2) De largo, dice de largo. Neuer es superior de un modo muy claro. Esto es lo que se le achaca, casi una matización adverbial. “Hombre, puede ser mejor, pero de largo..”.

3) Añade que es también jugador de campo. Para mí esto debería ser juzgado como lo más potencialmente malintencionado, pero no se le ha criticado. Porque esa condición de cuasilíbero contasta con las virtudes de Casillas, que es portero de cal, de salir poco y un portero además que tiene el pie para caminar y al que todos los balones le salen convexos. Clásico genio de la parada con extremidades fronterizas con el muñón.

4) Sobre el Balón de oro dice que sería justo que lo ganara. Es decir, que no sería injusto. Esto no es lo mismo que pedirlo para él, y sería compatible con decir que sería justo igualmente que lo ganaran Cristiano o Messi.

«Sería justo que Neuer ganara el balón de oro, como lo sería que lo hicieran Messi o Ronaldo»

En fin, que de lo único que se le puede acusar es de que le guste más Neuer que Íker. O más concretamente: que le guste más el Neuer que ha conocido que el Íker que conoció. Algo que es lícito, posible, y viendo jugar al alemán casi lleno de razón. Pero que además gana más sentido si se piensa que es un compañero de equipo. La sensación de dominio sobre el juego de Neuer en Brasil no la dio Casillas, que es un relámpago, un portero inconstante de apariciones.

Y si alguien dijera que Schweinsteiger es el mejor centrocampista... ¿se pensaría en el corazoncito de Modric?

Pero estamos hablando de Casillas, proclamado “El mejor del mundo” un poco libremente durante más de diez años por algunos. Igual que antes Raúl lo fue también.

Es muy propia esta manía madridista de decirse el mejor sin demasiado criterio. Y se proyecta: ¿El estadio? Sera el-mejor-del-mundo. (con el “naming” de gasolinera, en vez de un nombre moro y lejano). Pero lo que le correspondía al Madrid es ser el mejor equipo del mundo, aunque fuera con los segundos mejores jugadores del mundo en cada puesto.

«A Xabi le llamaban el arquitecto en el vestuario»

De ese triunfalismo (que algo tiene del viejo síndrome del cateto rico del “haiga”) se resiente bastante el Madrid, que a veces pierde el curso crítico metido en una corriente de complacencia loca que se parece mucho al amiguismo (¿y la categoría de madridista amiguista?)

Así que sí, después de estar oyendo durante años que Casillas es el mejor de todos, una vez fuera tampoco puede separarse de ese juicio. Alonso (y todos) está obligado a meter la cláusula “mejorando lo presente” cada vez que se hable de porteros.

Al final, sí, va a resultar que el mourinhismo era una escuela de libre pensamiento, de crítica y de apertura a Europa que se dio de bruces con el madridismo castizo y enrocado.

Dicen que a Xabi le llamaban "el arquitecto" en el vestuario, que hablaba de arquitectura como Ricardo Bofill, Jr. A Brad Pitt también le dio por ahí. Me imagino a Alonso como Gary Cooper en El Manantial, solo frente al grupo del casillismo.

Los menosprecios del fútbol español son curiosos: poeta, filósofo, arquitecto, traductor... Lo bueno es tener mote de amigo de Carmina, como el chori.

Algo de dinámica Gran Hermano parece que tiene ese vestuario, donde pierde el que se queda solo.

De Alonso, cuyo épico madridismo proclamado (igual que la capitanía redicha de Arbeloa) fue un momento en el que los de Mourinho empezaron a caer en lo que criticaban, se puede decir que seguro fue un buen profesional, con un madridismo sobrevenido, propio del hombre sentimental. Pero ni era madridista de nacimiento, ni madridista ronceril (de antes de nacer). Y menos mal. Está muy bien el madridismo leve, de baja intensidad, del que lo quiere un rato o por rozamiento.

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