Los alumnos del curso de arqueología de la Olavide trabajan en una excavación de gran relevancia
Los alumnos del curso de arqueología de la Olavide trabajan en una excavación de gran relevancia - A. M.
Arqueología

Un mes para sacar a la luz un trozo de la Carmona romana

El curso «Arqueología de campo» de la Olavide permitirá ampliar la excavación de unas termas romanas

Carmona Actualizado: Guardar
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El mes de agosto es de intensa actividad arqueológica en Carmona. El trabajo de los participantes en el curso «Arqueología de campo» de la Pablo de Olavide, bajo la dirección de Ricardo Lineros y Juan Manuel Román seguirá indagando en el pasado de la ciudad en la plaza de San José. Este enclave cargado de historia ha arrojado ya muchos datos de diversas épocas y ahora aportará más conocimiento sobre la época romana, estrato en el que se encuentra la excavación.

Los alumnos de este curso, que forma parte de la oferta formativa de verano de la Olavide en Carmona tendrán la oportunidad de participar en una excavación real y de aplicar técnicas especializadas. Conceptos como la estratigrafía arqueológica, la gestión de la arqueología, los requisitos administrativos en las intervenciones arqueológicas o la planimetría se desarrollan aquí en un yacimiento real, donde también aprenden que el trabajo del arqueólogo tiene mucho de retirar escombros y sudar la camiseta.

A cambio de su esfuerzo podrán trabajar en un yacimiento complejo, de gran interés y que ha deparado hallazgos de relevancia. La secuencia histórica de la excavación comienza con los restos del desaparecido convento de San José, del siglo XVII, sigue con viviendas mudéjares del XVI, restos de estructuras islámicas como pozos ciegos y canalizaciones, así como abundante cerámica almohade y llega hasta el estrato romano.

Aquí está lo más interesante. En años anteriores han salido a la luz unas termas romanas. Por ahora se han excavado cinco piscinas, una de agua caliente, otra de agua templada y tres de agua fría. Se han localizado estancias de paso con un interesante pavimento y una sala que parece dar acceso a las demás donde aún se conservaban restos de pinturas murales. También el sistema para calentar el agua de las piscinas.

Serían las terceras termas localizadas en Carmona, las dos primeras incorporadas a viviendas particulares. Pero en este caso podríamos estar ante las primeras públicas lo que reforzaría la idea de la importancia de la ciudad en la época.  Las de San José, calcula Juan Manuel Román, fueron construidas posiblemente en época de Augusto a principios del siglo I d. C. y son las más antiguas. Además, se sabe que estuvieron en uso durante bastante tiempo, por las reformas que experimentó el edificio, explica el arqueólogo que codirige la excavación. Ante la potencia de los restos aparecidos, Román considera que es posible que en el futuro se puedan integrar, hacer visibles y ponerlos en valor. Se crearía así un nuevo aliciente patrimonial a la visita turística a la localidad.

Entre los retos de los alumnos para este curso está extender la excavación para localizar nuevas dependencias, sacar a la luz la zona del «hipocastum», donde se hacía el fuego que servía para calentar el agua de las piscinas y confirmar el carácter público del conjunto. Además de alguna sorpresa que pueda deparar un yacimiento que hasta ahora ha sido prolífico en ellas.

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