Juicio por el atropello mortal de Marchena
Juicio por el atropello mortal de Marchena - J.M. SERRANO
Juicio atropello Marchena

«Este señor no está loco, sólo está acostumbrado a salirse con la suya»

El abogado de la familia de la víctima pide en la última sesión del juicio que al acusado se le juzgue como un asesino que sabía lo que hacía

SEVILLA Actualizado: Guardar
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El abogado de la familia de Francisco Javier Luque, el vecino de Marchena que murió atropellado en febrero del año pasado por un joven que le embistió varias veces con el coche ha defendido este viernes que se condene al procesado Adán L. G., de 19 años, por un asesinato con alevosía. «Sabía lo que hacía y después se jactó de ello».

Las partes han presentado este viernes los informes finales y el juicio ha concluido. Ahora es el jurado popular el que debe llegar a un veredicto. El presidente del tribunal ha convocado a los miembros para el martes. Se espera que a lo largo de esa jornada adopten una decisión.

Las acusaciones y la defensa se han mantenido en sus posturas iniciales.

Así, la Fiscalía solicita 17 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía; la acusación particular la eleva a 20 años de prisión porque incluye un delito de conducción temeraria y la agravante de ensañamiento y la defensa sostiene que Adán cometió un homicidio, que no tenía intención de matar sino de lesionar a la víctima. Ha insistido mucho en el estado mental de su cliente, diagnosticado de una alteración psíquica.

No seguía el tratamiento

En qué medida puede influir esa afección en los hechos es una de las claves. La Fiscalía reconoce en su escrito que existe cierta alteración, basándose en el informe del médico forense. Pero la representante del Ministerio Público subrayó que a pesar de estar bajo tratamiento, «voluntariamente y de manera consciente no lo seguía». Y tampoco reconoce que aquella noche fuera ebrio y bajo los efectos de las drogas como aseguró el acusado. «No hay ningún testimonio que lo acredite».

La acusación particular no ve ni rastro de la influencia de un problema mental en lo ocurrido. «Este señor no está loco, sólo está acostumbrado a salirse con la suya». El abogado de la familia de la víctima subrayó en su informe que Adán se escondió tras atropellar a Francisco Javier; intentó limpiar el coche y se había sacado el permiso de conducir a la primera. Detalles que a su juicio no concuerdan con un enfermo como dibuja la defensa.

«Es un chico que ha llevado mala vida por culpa de su enfermedad. Aquella noche, tras discutir con la víctima, estalló porque él no tiene el mecanismo de control que los demás sí tenemos para evitar esas reacciones», aseguró este viernes el abogado de la defensa. Para esa parte tras embestir varias veces a Francisco Javier, en el último golpe «algo pasó» y la víctima golpeó contra el coche, cayó al suelo y de manera accidental, su cliente le pasó por encima con el coche. «Estaba asustado».

El acusado ha hecho uso del alegato final, pidiendo perdón. «Lo siento mucho, yo no quería matar a nadie. Pido perdón a mi familia y a la suya porque no quería que pasara esto».

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