Armada

«El pecio del buque Reina Regente probablemente se encuentre frente a las costas de Bolonia»

Coronel de Infantería de Marina Alfredo Fernández Molina. Jefe del área de Patrimonio Arqueológico Subacuático del Instituto de Historia y Cultura Naval

En 1895 este acorazado de la Armada española se hundió en el Estrecho sin dejar rastro, con 412 marinos a bordo. Desde entonces no ha cesado su búsqueda

Fotografía del coronel Fernández Molina sobre una acuarela del crucero 'Reina Regente' realizada en 1887 por Rafael Monleón y Torres. IHCN
Verónica Sánchez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Es un misterio sin resolver. Probablemente el mayor de la Armada española. Hace casi 130 años al buque de guerra 'Reina Regente', un acorazado de unas 4600 toneladas, literalmente, se lo tragó el agua en el Estrecho. La esperanza y los proyectos para encontrar el pecio siguen hoy en día, como cuenta a este periódico el coronel de Infantería de Marina Alfredo González Molina, jefe del área de Patrimonio Arqueológico Subacuático del Instituto de Historia y Cultura Naval.

–¿Qué pasó con el 'Reina Regente'?

–El crucero salió el 9 de marzo de 1895 de Cádiz para trasladar al puerto de Tánger a la delegación del Sultán de Marruecos que, encabezada por el embajador plenipotenciario Sidi Hadj el Kerim-Briksa, se había trasladado a Madrid para participar en una conferencia convocada por el gobierno español y que resultó muy accidentada debido a la agresión sufrida por el embajador en su hotel.

Una vez desembarcada la delegación, el día 10 parte con rumbo a Cádiz a pesar de las desfavorables condiciones meteorológicas. Nunca llegó a su destino y desapareció, junto con los 412 miembros de su dotación.

A día de hoy aún se desconoce la localización de este naufragio, que supuso uno de los más graves sufridos por la Armada Española a lo largo de su dilatada Historia, en tiempo de paz.

–¿Cómo puede ser que desapareciese sin dejar rastro en el Estrecho?

- Al no haber sido posible localizar los restos del buque, no se han podido establecer con claridad los motivos del naufragio y ha dado lugar a diferentes hipótesis.

Independientemente del temporal, uno de los peores que se registraron en la época, duro a muy duro de sur/suroeste (viento sostenido de unos 45 nudos con rachas superiores a los 50), el estado de la mar era muy gruesa a arbolada (olas de 6 a 9 metros) y mala visibilidad a causa de persistentes chubascos con intensas lluvias al que tuvo que enfrentarse, el Reina Regente demostró una serie de defectos, tanto de diseño como de construcción, algunos de los cuales fueron informados por los diferentes comandantes.

Es una cuestión que, aun hoy en día, no podemos responder.

–Una veintena de intentos de búsqueda desde 2001 y la Armada no cesa en su empeño, ¿por qué?

–Existe interés por parte de la Armada en encontrar el pecio, por dos motivos bien diferenciados. Desde un punto de vista técnico para determinar, si las condiciones del pecio son las adecuadas, las causas del naufragio. Desde un punto de vista institucional, como merecido homenaje a los 412 marinos fallecidos en acto de servicio en cumplimiento de su deber y completar, más de 100 años después, el historial del buque. Es una deuda pendiente de la Armada, España o, incluso, de la Historia.

Su consideración de 'enterramiento permanente' debe ser la premisa fundamental a tener en cuenta a la hora de realizar cualquier actividad sobre el pecio, caso de ser localizado.

–Ahora hay un proyecto de rescate, ¿en qué consiste?

- Es una continuación de los múltiples trabajos de investigación que se han realizado. Se ha tenido en cuenta la información extraída del informe acerca de las causas probables de la pérdida del crucero 'Reina Regente' realizado en 1896 por el capitán de fragata Fernando Villaamil y el ingeniero jefe de 1ª clase José Castellote.

Así como la veracidad del testimonio de dos campesinos, que afirmaban haber visto desaparecer al crucero en las proximidades de la playa de Bolonia. El abatimiento y deriva del buque a causa de la meteorología y el estado de la mar en los momentos previos a su hundimiento. Junto con las condiciones meteorológicas el día del naufragio (estudio del teniente de navío 1ª Clase Luis Pérez de Vargas y el Boletín del Instituto Central Meteorológico a media mañana del 10 de marzo de 1895). Y el modelo físico-matemático que reproduce las condiciones de un temporal en la zona de similares características al ocurrido el día del naufragio.

Quizás el punto más novedoso sea el cálculo realizado de las trayectorias de partículas virtuales que simulan los restos encontrados del naufragio en las semanas posteriores en base al mencionado modelo.

No obstante, la Armada no se ha implicado de momento en ningún nuevo proyecto de búsqueda y está a la espera de los posibles apoyos que se puedan solicitar.

–¿Dónde se cree que puede estar?

–Posiblemente, el pecio se encuentre en algún punto frente a las costas de Bolonia, aunque el área de búsqueda es muy extensa.

Por los estudios realizados, se da por aceptado que el comandante cambió el rumbo, ante las duras condiciones meteorológicas, para dirigirse a Algeciras.

Hasta la fecha se han localizado varios pecios, alguno de los cuales podría corresponder con el 'Reina Regente'. Sin embargo, no existen datos concluyentes, entre otros motivos porque no se han podido localizar y/o identificar elementos identificativos del crucero. Hay que tener en cuenta que, en este sentido, que la artillería es la característica más notable que puede ayudar a identificar el pecio.

–¿Tienen la esperanza de poder enterrar a los 412 marinos que iban a bordo?

–La Convención de 2001 de la UNESCO reconoce los principios generales de la conservación in situ y de evitar perturbaciones innecesarias de los restos humanos. En este sentido, en su Artículo 2 'Objetivos y Principios Generales' establece, entre otros, los siguientes. El deber de los Estados de proteger y preservar los bienes del Patrimonio Cultural Subacuático; la opción prioritaria de la conservación in situ antes de autorizar o emprender actividades dirigidas a dichos bienes y el deber de los Estados de velar porque se respeten debidamente los restos humanos.

Estos principios han afianzado lo que es una norma y costumbre internacional, seguida también por España. El mayor reconocimiento a sus dotaciones fallecidas consiste justamente en la inviolabilidad de los pecios y que los restos de buques hundidos constituyen 'lugar de enterramiento permanente' de las dotaciones desaparecidas en el accidente marítimo o acción de guerra.

Esto quiere decir que, aunque se localizara el pecio, no se realizaría ningún trabajo encaminado a extraer posibles restos humanos. Su localización permitiría realizar, como en otros pecios, el debido homenaje a nuestros caídos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación