tribunales

El jurado declara culpables a todos los acusados de las torturas y el asesinato de Chipiona

El tribunal popular no ve probado que el único procesado español, el dueño de la casa donde las víctimas fueran retenidas, se viera coaccionado por un miedo insuperable

M. Almagro

El jurado popular, formado por cinco hombres y cuatro mujeres, ha declarado este jueves culpables de todos los delitos de los que se les acusaba a los seis procesados (un español, un marroquí y cuatro franceses) por haber retenido, y torturado a cinco vecinos de Chipiona en septiembre de 2019 y haberles sometido a brutales palizas hasta causar la muerte de uno de ellos al que acuchillaron en el pecho por el supuesto robo de un alijo de droga. A tres de ellos los arrojaron desde una furgoneta en marcha mientras huían hacia Sevilla. El juicio se ha celebrado durante estas dos últimas semanas en la Audiencia de Cádiz bajo unas fuertes y estrictas medidas de seguridad.

Finalmente y tras tres días de deliberación, el tribunal ha pronunciado pasadas las cinco de la tarde de este jueves el objeto de veredicto formulado por el magistrado y compuesto por más de un centenar de preguntas que han tenido que responder y argumentar sobre la participación en los hechos de cada uno de los encartados.

Hay que recordar que cuatro de ellos, los ciudadanos franceses, ya admitieron su implicación, y que han abonado parte de la indemnización a las familias de las víctimas. Por lo que lo más destacable de esta deliberación es que el jurado ha entendido que el dueño de la casa, el español señalado como el cabecilla de una banda local de traficantes y que llamó por teléfono al resto para que acudieran al domicilio a una reunión donde ya se encontraban los supuestos sicarios, no actuó bajo amenazas o coacciones de éstos, sino que tuvo tiempo de haber escapado o alertado a alguien y no lo hizo. Por tanto, no considera que actuara bajo un 'miedo insuperable', lo que podría haberle dado una absolución.

Durante el juicio, tantos las víctimas como los testigos, como el instructor de la investigación realizada por la Guardia Civil, apuntaron que este hombre no estuvo en ningún momento amordazado ni fue agredido como sí lo fueron los otros cinco chipioneros. En cuanto al autor material de la puñalada en el pecho que acabó con la vida de Manuel J., la víctima mortal, uno de los ciudadanos franceses ya se autoinculpó al inicio de la vista. El jurado por tanto lo considera culpable por unanimidad.

Los hechos que se han juzgado se remontan a septiembre de 2019. Durante el fin de semana del 21 los acusados se presentaron en el municipio chipionero buscando a la banda que supuestamente, según la investigación, había perdido una mercancía de hachís que ellos reclamaban.

Así, y como ha demostrado de forma más contundente durante la vista un vídeo que fue grabado por uno de ellos, los procesados y otros no identificados, acudieron al chalé que el vecino de Chipiona, también procesado, tenía. Y desde allí llamaron al resto para que acudiera. Una vez que llegaron, los fueron recibiendo con sus rostros ocultos por pasamontañas y comenzaron las agresiones y torturas armados de palos y armas. Los maniataron y amordazaron y golpearon durante varias horas. Después a tres de ellos los metieron en una furgoneta todavía atados, amordazados y con los ojos tapados con cinta de embalaje. Y en marcha, los arrojaron a la carretera. La víctima mortal murió allí mismo desangrado.

Penas solicitadas para la sentencia

En cuanto a la sentencia y la imposición de penas que el magistrado elaborará en base a este veredicto, el fiscal ha rebajado su solicitud sobre lo que pedía para tres de los ciudadanos franceses a los que acusaba de intento de asesinato. Ahora, solicita que sean condenados por las lesiones que cometieron sobre cada una de las víctimas, además de por detención ilegal y tenencia ilícita armas. La acusación ha modificado así su calificación provisional tras la admisión del delito de asesinato por el autor confeso, y después de que hayan abonado diferentes indemnizaciones a las víctimas y a los familiares del fallecido (confesión y reparación del daño). En cuanto al autor de la puñalada se enfrenta a una pena de asesinato con los mismos posibles atenuantes, además del resto de delitos.

Por su parte, el conductor de la furgoneta con la que huyeron y desde la que los arrojaron y que fue interceptada en Sevilla tras una peligrosa huida, se enfrenta a las mismas penas más otro delito de conducción temeraria, que el jurado ha visto acreditado por unanimidad. Respecto al dueño de la casa, la acusación pública también cree que debe de ser condenado por los mismos delitos que la banda de extranjeros.

La Fiscalía ha solicitado al magistrado que la sentencia se contemple de acuerdo a la «brutalidad» de los hechos y la «gran alarma social» que provocó este suceso, ha manifestado. La acusación particular, representada por el abogado Agustín Martínez que ha defendido los derechos de la familia de la víctima mortal, se ha adherido a lo solicitado por el fiscal. La defensa de los procesados, Juan Ignacio Quintana, por el dueño de la vivienda y el ciudadano marroquí que llevó la furgoneta, y Sara Borrego, letrada de los acusados franceses, podrán presentar recurso una vez que la Audiencia de Cádiz dicte sentencia.

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