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Armada y Bahía, siempre unidas
Los dieciocho años de LA VOZ han sido testigos de tantos acontecimientos, cambios y vicisitudes en la Armada que su enumeración sería en exceso prolija
En el ámbito de la Armada, y la Bahía de Cádiz, los dieciocho años de LA VOZ han sido testigos de tantos acontecimientos, cambios y vicisitudes que su enumeración sería en exceso prolija, así que, a sabiendas de que escoger es renunciar, centraré estas líneas en tres hitos que considero significativos de nuestra situación y actividad durante este periodo.
En septiembre de 2010 se dio de alta en la lista oficial de buques de la Armada al actual buque insignia de la Flota, L-61 'Juan Carlos I', una unidad tecnológicamente avanzada, con capacidad anfibia y de transporte, capaz de actuar con garantías de éxito en escenarios variados. Mejorando a su antecesor, el 'Príncipe de Asturias', constituye una herramienta decisiva de la Armada para garantizar nuestra capacidad de respuesta e influencia.
Su llegada a la Base Naval de Rota supuso un salto cualitativo en las capacidades de la Flota, que tiene en la Bahía de Cádiz el núcleo de su poder de disuasión y respuesta: los buques del Grupo de Proyección, el ya mencionado 'Juan Carlos I', los buques de asalto anfibio 'Galicia' y 'Castilla' y el Grupo Naval de Playa; la totalidad de unidades de la Flotilla de Aeronaves y las fragatas de la 41 Escuadrilla de Escoltas; y la Brigada de Infantería de Marina Tercio de Armada, en San Fernando. Ese conjunto garantiza la capacidad de Proyección del poder naval, que permite ejercer influencia militar en tierra, desde la mar. Las bases de Rota y La Carraca aseguran, además, un apoyo logístico directo e inmediato a estas unidades.
La asunción del mando de la Operación Atalanta ha sido uno de los hitos de estos 18 años de servicio
Debido al Brexit, la operación EU NAVFOR Somalia Operación Atalanta abandonó su Cuartel General en Northwood (Reino Unido) hace tres años y medio. Nunca antes una operación de la Unión Europea de este calibre había tenido la necesidad de mudar las instalaciones de su cuartel general y la elección de la sede del nuevo Cuartel General de la Operación, el OHQ por sus siglas, fue Rota. Un Cuartel General que desde marzo de 2019 dirige, bajo el mando de un Oficial general español, la que sin duda es la operación más exitosa de cuantas ha puesto en marcha la Unión Europea.
España y su Armada mantienen una presencia permanente en la operación desde su inicio en enero de 2009, cuando zarpó la fragata 'Victoria' rumbo al Océano Índico y la elección de Rota como sede de la Operación es un reconocimiento al esfuerzo y buen hacer a lo largo de estos años de cuantos hemos participado en Atalanta. El 'Castilla' y 'Galicia', y las seis fragatas de la 41 Escuadrilla, todos ellos buques 'gaditanos', han tenido y siguen teniendo un papel protagonista en la Operación.
Así, dentro de solo unas semanas, la fragata 'Santa María' zarpará de nuevo rumbo al Índico para relevar a la 'Numancia'.
La principal finalidad de la Armada no es otra que el servicio a los intereses de España y de los españoles. En marzo de 2020 la epidemia de la Covid 19 vino a poner dramáticamente de manifiesto la necesidad, para cumplir con esa obligación de servicio, de estar preparados para reaccionar a lo inesperado. La 'Operación BAlmis', como se denominó, respondía a lo dispuesto en la ley de Defensa Nacional que señala entre otras misiones de las Fuerzas Armadas la de «preservar la seguridad y bienestar de los ciudadanos en los supuestos de grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades públicas». En la provincia de Cádiz, esa labor recayó mayoritariamente en la Armada y las casi 2.300 actuaciones llevadas a cabo en la totalidad de municipios de la provincia, recorridos una y otra vez, evidenciaron lo ya sabido, que sí estamos al servicio de los españoles, y lo estamos en cualquier circunstancia.
El desarrollo de la 'Operación Balmis' supuso un importante esfuerzo logístico, operativo y, sobre todo, de personal, en unas circunstancias de especial incertidumbre en las que la Armada estuvo a la altura de lo esperado. Para quienes estuvieron esos días «a pie de obra», más allá de la eficacia de las actuaciones, queda el recuerdo de las dos frases que patrullas y equipos de desinfección oyeron una y otra vez, «gracias por venir» y «no os vayáis».
Nuestras actividades y misiones han tenido eco amable y puntual en las páginas de LA VOZ. Para la Armada dar a conocer nuestra actividad cotidiana, las misiones en que participamos, las expectativas que nos aguardan, o la historia de nuestras unidades, aquí fuertemente enraizadas en una tradición de siglos, es más que un deseo personal, es una obligación y un deber en los que estamos empeñados. En ese sentido no tengo duda de que los prejuicios que en otras épocas pudieran existir se han desvanecido y que la presencia de los medios de comunicación en nuestras unidades, los reportajes, entrevistas y artículos alrededor de la Armada, forman parte de la normalidad informativa. Aun así, también en ese campo, aspiramos a seguir mejorando. En el mundo de la comunicación existe una máxima, de autor apócrifo, «lo que no se cuenta no existe», y en eso estamos.
Cuando firmo estas líneas se puede leer en la página web de la Armada que informa a diario de nuestra actividad: «La Armada tiene hoy 33 buques en la mar y 4.202 personas navegando o desplegadas fuera de sus bases». Merece la pena esforzarse en contarlo.
Señalar por último que hoy la Bahía acoge en sus unidades de Cádiz, San Fernando y Rota a casi 9.000 marinos e infantes en servicio activo que tienen, que tenemos, la suerte de vivir aquí. A ellos hay que añadir sus familiares y todo el personal, creciente, que tras pasar a la reserva o al retiro fija en esta zona su residencia. Hoy la Armada no se entiende sin Cádiz, y Cádiz y su bahía, volcadas desde siempre al mar, no se entienden sin la Armada.
