Miguel Ríos: «Amo mi oficio por encima de casi todas las cosas»

Es difícil llegar al ocaso de la vida tan en forma como lo hace él, pero asegura que no hay otro secreto que la gloria de cantar. De su retirada poco se puede saber, ni siquiera se menciona al respecto.

Lleva activo desde los años 60, cuando era conocido como Mike Ríos, el Rey del Twist, y alcanzó su mayor éxito con el 'Himno a la alegría', que además fue un éxito mundial. Su álbum más vendido ha sido 'Rock and Ríos', un doble directo editado en 1982.

Cinco años más tarde presentó en Televisión Española el programa '¡Qué noche la de aquel año!', un repaso por la historia de la música rock en español. Desde entonces ha colaborado con infinidad de artistas de España e Hispanoamérica. También ha colaborado con artistas como Sabina, Víctor Manuel, Ana Belén o Serrat.

-Miguel, ¿cuál es su secreto para seguir haciendo rock y regalarle al público sus propuestas en directo?

Supongo que una serie de necesidades de todo tipo me mueven a subirme al escenario. La principal es que me encuentro bien física y mentalmente; que mi voz no ha sufrido el normal deterioro de la edad; que mi ánimo necesita estos compromisos para no decaer, y que amo mi oficio por encima de casi todas las cosas.

-Más de veinte discos editados y setenta años de experiencia musical, ¿se esperaba esto en sus inicios?

Bueno Esther, si contamos como principio de carrera cuando cantaba en el coro de los Salesianos, admito lo de las siete décadas, pero como profesional solo llevo sesenta años. No me esperaba durar tanto. Cuando empecé me parecía un milagro seguir en un oficio del que desconocía todo. Luego vinieron los años y fui desarrollando habilidades que no creía poseer. Pero lo de permanecer se lo debo a la gente que compró mis discos y las entradas de los conciertos. Si la gente no viene a verte, vuelves a cantar en la ducha.

-¿Qué sigue suponiendo la música para usted?

La conexión inmediata con la emocionalidad de la vida. La gente que ama la música, tiene su sentimentalidad unida a las armonías y al sonido de una cultura a la que pertenecen. Para mí todo lo que tenga que ver con la música popular, los sonidos que cuentan las vivencias de la gente, me engancha. Archivo en mi corazón las canciones que me han formado como músico y como persona y el estremecimiento que sufrí y sufro cuando suenan.

-'Moriré antes que las flores' en su último lanzamiento, basada en la novela de Eva Losada pero, ¿por qué la letra ha calado tanto?

Creo que es una canción muy bella y emotiva. Eva es una gran escritora y aunque esta es uno de sus primeros textos para una canción, ha demostrado su enorme sensibilidad y talento. Ha sido un placer cantar esta canción.

-Del triunvirato rockero, 'Sexo, drogas y rock&roll', ¿qué es lo que queda vivo todavía?

De la trinidad rockera te informo: el sexo a los 78 años se ha convertido en algo muy excitante. Como dice Keith Richard, no sabes si lo que sientes es una eyaculación o un ataque al corazón. Las drogas las dejé por prescripción facultativa, «no más golosinas», dijeron a alimón el doctor y mi cuerpo. El rock&roll, sin novedad en el frente. Te invito al concierto de Chiclana para que lo corrobores. Aunque hace unos años quise dejarlo, pero la jubilación no me sentaba bien. Es aburrido cantar en la ducha. Sobre todo cuando estás solo y nadie corea el estribillo.

-¿Qué es lo que más le sigue sorprendiendo o llenando de cada gira desde un escenario?

Siempre el público. Ver sus caras, la ilusión con la que acuden a cantar las canciones que les han acompañado en su andadura. Ver tres generaciones cantando juntas, emociona mucho. También que los buenos temas funcionan en todos los formatos. Ahora, con The Black Betty Trio, disfruto viendo como la gente se electriza a pesar de ser un concierto acústico.

-La música salva, por tanto, los cantantes nos salváis, y a usted ¿qué le salva?

La música sana a quien tiene sensibilidad para escuchar el sonido de la vida. Los cantantes podemos ayudar y acompañar a quien nos elige como compañeros de viaje, en esta maratón con cuestas en que se ha convertido el mundo. Yo me curro el coco agradeciendo a la vida lo mucho que me ha dado y recriminándole lo mal que trata a media humanidad.

-En la misma línea, Miguel, después de tantos años de experiencia, ¿por qué crees que sigue siendo tan necesaria la música?

La música es necesaria porque contribuye, como las demás artes y la educación, al desarrollo integral de las personas. En nuestra evolución como especie la música ha jugado un papel fundamental para desarrollar la comunicación grupal, la convivencia. Por eso estoy en desacuerdo con que la música, como materia lectiva, esté perdiendo importancia en la educación pública. Me pongo al lado de los profesores de música de Andalucía en su lucha contra el borrador de la ley que quiere minimizar la música como asignatura en primaría.

-Si tuviese que dar algún consejo a la nueva generación de rockeros, ¿qué le dirías?

Que aunque el rock esté perdiendo algo de influencia en los nuevos gustos de la juventud, ellos sigan manteniendo la bandera rockera en sus corazones.