ALCALÁ DE GUADAÍRA

Virgen del Águila 2018: Una jornada llena de tradiciones alcalareñas

La Virgen del Águila procesiona hoy por las calles de la localidad cumplimentando ritos únicos

La Virgen por las calles de la localidad A.Mallado

Alberto Mallado

Hoy es un día para la devoción y la historia en Alcalá. Por la tarde sale en procesión la Patrona de la ciudad, la Virgen del Águila , pero desde por la mañana se desarrollan ritos únicos que forman parte de la identidad local y que dan forma a estampas de gran belleza.

A las 8 de la mañana se celebra la Función Principal. El templo de Santa María, enclavado en la altura del Castillo es insuficiente para acoger a los fieles y el culto se dispone en la explanada exterior. La Virgen, ya en su paso se asoma al dintel mudéjar del histórico templo. La ceremonia avanza conforme el sol se eleva en un ámbito hermosísimo. A su término se dará a conocer el pregonero de la Semana Santa.

Luego llegan los preparativos. El adorno del paso es muy singular se configura a base de nardos y de jazmines elaborados de forma artesanal para que parezcan singularmente floridos. La técnica se enseña de madres a hijas y da al paso un aire personalísimo. El momento de la salida se completa con palomas vivas a las plantas de la Virgen como símbolo de pureza.

La salida procesional tiene lugar a las 9 de la noche . Es el momento en el que el sol se oculta en el horizonte tras los muros del Castillo. Así lo dicta la tradición, según la cual la Virgen debe recibir en su rostro los últimos rayos de sol de la tarde.

La imagen que lleva en brazos al Niño Jesús es obra de Illanes y vino a sustituir a la que fue destruida en 1936. Lleva un vistoso manto obra de Elena Caro y va en un paso con orfebrería de líneas mudéjares. La peana de la imagen es un águila en alusión a su nombre y a la leyenda que dicta que fue este animal el que encontró la imagen que estuvo oculta durante la dominación musulmana.

Desde su Santuario, la Virgen baja a la ciudad por la cuesta de Santa María. Como hitos en su camino están la iglesia de Santiago que aloja a Jesús Nazareno y el convento de las Clarisas.

Este año con el impulso del grupo joven de la hermandad y el apoyo de los vecinos se ha redoblado el exorno de las calles para el paso de la procesión.

La vuelta será a las doce y media de la noche cuando se ponga fin en el Castillo alcalareño a una jornada cargada de estampas que perviven a lo largo de los siglos.

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