¿Quién fue el protagonista de la noche de los Goya? ¿Pablo Berger y su 'Blancanieves' muda, que acaparó nada menos que 10 Goyas, incluido el de mejor película, Bayona y su sorpresa al recibir el premio a mejor dirección, 'Tadeo Jones' y su proeza al salirse de la categoría de animación o la crisis, que se coló en gran parte de los discursos, incluido el de Candela Peña, y en la conducción de Eva Hache y sus monólogos? Lo mejor sería pensar que todos: cine y vida, juntos y revueltos, sin por ello ser “ni de la ceja, ni de los del bigote, ni de la barba, ni de ningún otro apéndice capilar”, como dijo el presidente de la Academia, Enrique González Macho, en su discurso. Hasta las bromas de la tropa de Muchachada Nui fueron por el lado de la reivindicación, pero surrealista. La noche se destensó, sin olvidar la sombra de la crisis y los recortes. No hubo mitín, pero sí libertad de expresión. Y mucho cine.
La sorpresa de la noche la marcó el Goya a la mejor dirección, que fue a parar contra todo pronóstico, a las manos de J. A. Bayona. Él tampoco se lo podía creer, Berger había sido el favorito de todas las quinielas. Cuando subió al escenario Bayona temblaba. “Lo primero de todo es que no me lo esperaba. No me considero el director de todo esto, sino el que escuchó a mucha gente”, dijo el director de 'Lo imposible', que entregó su Goya a María Velón, en cuya vivencia en el tsunami de Tailandia se inspiró para la película. El de Bayona sonó a premio a la proeza de producción, y palmada en la espalda a la superproducción que ha llevado a más de 6 millones de espectadores al cine, levantando la taquilla de 2012. 'Lo imposible' cosechó 5 Goyas
Pero 'Blancanieves' fue la triunfadora de la noche y del cine español de 2012, como dijo uno de los productores al recoger el premio a mejor película. Pablo Berger, el hombre detrás de este film extraordinario, se emocionó al recibir el Goya a mejor guión original, que le dedicó a sus padres y “a todos los que leen cuentos a sus hijos”. Cuando recogió el Goya a mejor película, reivindicó “el cine libre”. Y se acordó de las 539 personas que trabajaron en 'Blancanieves', la película que tardó 8 años en levantar, y por el que le tacharon más de una vez de loco. 'Blancanieves', adaptación castiza y expresionista del cuento de los hermanos Grimm, en blanco y negro y muda, se llevó 10 de los 18 Goyas por los que competía, y, fue la gran protagonista de una noche que acabó repartiendo más de lo pensado los premios. Si el de Bayona fue un guiño al cine industrial, el de 'Blancanieves' fue para un cine independiente y de riesgo. Una de cal y una de arena, como sucedió a lo largo de la noche.
Los Goya a mejor interpretación protagonista fueron a parar a manos de los favoritos indiscutibles, Maribel Verdú, por 'Blancanieves', y José Sacristán, por 'El muerto y ser feliz' . Ambos dieron discursos memorables, marcados también por la reivindicación. Verdú, que recogió su segundo Goya, agradeció a Berger su primer papel de mala malísima en 29 años de carrera, y le dedicó el Goya “a quienes han perdido sus trabajos, sus casas e incluso su vida por culpa de un sistema quebrado, obsoleto que permite a los ricos robar a los pobres”, dijo en uno de los discursos políticos de la noche.
José Sacristán levantó al público de los asientos, al recibir su primer Goya, con 75 años y más de 50 de carrera, por el film de Javier Rebollo. “Se ha hecho de rogar Don Francisco”, bromeó con su voz rotunda. “Ha valido la pena esperar, y esperar a David [Trueba] y a Javier [Rebollo], gente con coraje que aman al cine y lo pelean”, dijo, en un discurso que fue un homenaje al nuevo y más arriesgado cine español. “Me siento muy orgulloso de ser parte de esta generación de nuevos cineastas”, dijo. Y se lo dedicó a la memoria de Pedro Masó, que lo puso por primera frente a una cámara.
'Hijos de las nubes', que recibió el Goya a mejor documental, sacó a la palestra a uno de los más esperados de la noche, el Javier Bardem más reivindicativo. El actor, que produjo el documental sobre la sangrante situación del pueblo saharahui, dio, como era de esperar, caña: “En el Sáhara no se puede recortar en salud porque no hay hospitales, ni en educación porque no tienen colegios, ni los pueden echar de sus casas, porque ya fueron desahuciados hace más de 30 años. No podemos permitir que esto suceda aquí y que siga sucediendo alli”.
Intensidad de cuchillos y humor
La gala discurrió amena, pero con retraso, con igual intensidad de cuchillos que de humor. Eva Hache entró con el mazo dando. Tuvo palabras afiladas para todos: para Wert (Felicidades. Se lo dicen poco, ¿verdad? Es que me han dicho que es pronto su cumpleaños. Por lo otro no”), para el príncipe Felipe y Urdangarín (“¿Y el príncipe no viene? Porque sí va a los partidos de balonmano, con el daño que ha hecho el balonmano a su familia”), para el Gobierno y su amnistía fiscal (“Gerard Depardieu, si querías chulear a Hacienda, tenías que haber cruzado los Pirineos”) o para los recortes en Sanidad y Educación (2012 ha sido un buen año. Se han recaudado 106 millones en las taquillas. Es un dineral, aunque depende de con qué lo compares. Si es con Bankia o con los recortes en Sanidad y Educación es calderilla). La actriz se metió otra vez en cada uno de los films candidatos a mejor película, donde no faltaron tampoco las críticas.
Los comentarios sobre la subida del IVA, que afecta directamente a las entradas del cine, se sucedieron: desde Paco Delgado, que recogió su premio a mejor vestuario por 'Blancanieves', a Enrique González Macho, que con un Wert cabizbajo, hizo un discurso que abrió calificando el último año de “crítico y duro”, y reclamando al Gobierno que recule, como hicieron Portugal y Francia, y que restablezca un IVA reducido para la cultura. La piratería, la supresión del canon por copia privada y los recortes en TVE fueron otros de los puntos calientes que tocó Macho.
Igual de contundente y crítica, pero bastante más dramática, estuvo Candela Peña, que fue una de las sorpresas de la noche cuando recibió el Goya a mejor actriz de reparto por su papel en 'Una pistola en cada mano'. Recordó la muerte de su padre en un hospital "sin mantas ni agua" y pidió trabajo y educación para su hijo. Fue uno de los momentos de la noche.
Los premios de Tadeo Jones
También fuera de pronósticos, el triunfo de 'Las aventuras de Tadeo Jones', que consiguió los tres Goyas a los que optaba: mejor animación, a sumar al de guión adaptado y dirección novel, convirtiéndose en la primera película de animación que recibe premios fuera de su categoría, y dando de esta manera un espaldarazo inédito al dibujo animado. “La Academia se ha quitado prejuicios”, dijo Enrique Gato, que arrebató el Goya a director novel al favorito, Paco León por 'Carmina o revienta', que se fue, sorprendentemente, de vacío.
Macarena García, la Blancanieves de Berger, fue quien le arrebató uno de los otros dos Goyas que no consiguió 'Carmina o revienta'. Fue el Goya a mejor actriz revelación, que no fue a parar a las manos de Carmina Barrios, la madre de Paco León, y protagonista absoluta de 'Carmina o revienta'. García repitió lo mismo que el año pasado vivió María León, al ganar la Concha de Plata de San Sebastián y el Goya a mejor actriz revelación. Por cierto, María León tampoco se llevó premio.
Las otras favoritas de la noche, 'Grupo 7' y 'El artista y la modelo' se fueron a casa con dos y ningún Goya respectivamente. El thriller ambientado en la Sevilla pre-Expo se fue con el Goya a mejor actor revelación para Joaquín Nuñez y el de mejor actor de reparto para Julián Villagrán. Y El artista y la modelo, de Fernando Trueba, no recogió ninguno de los 12 Goyas por los que competía. Fue la perdedora de la noche, junto a los nominados a mejor canción por 'Los niños salvajes', que vieron en un momento del todo incómodo, cómo la presentadora, Adriana Ugarte, se confundía leyendo otro sobre, y el Goya se lo quitaban de las manos una vez anunciado. Finalmente a mejor canción fue también para 'Blancanieves.
Así bien, con reivindicación y una protagonista muda y en blanco y negro, se cerró una noche, que deparó sorpresas y mucha crítica. “Espero que no sea la última gala por falta de presupuesto, que no nos quedemos sin dinero ni siquiera para pagar al meritorio”, se despidió, incisiva, Eva H.
