El incomprensible error que casi le cuesta la final a Sofía Suescun

Sofía Suescun , después de tres meses de concurso, se alzó con el triunfo de «Supervivientes» . La navarra fue una de las concursantes más polémicas de la edición, protagonizando continuos enfrentamientos, amoríos y discusiones con sus compañeros de la isla. Además de una camorrista de primera , Suescun ha demostrado que es capaz de enfrentarse a las situaciones más adversas, algo que ha cautivado al público del reality, que le concedió el primer puesto.

Buena parte de las encuestas que circulaban por las redes sociales horas antes de la final ya le otorgaban la victoria a Suescun , aunque seguida muy de cerca por Raquel Mosquera. Pese a la valía que ha demostrado a lo largo de estos meses de supervivencia, la navarra cometió un error fatal en la prueba final que podría haberle salido muy caro.

Tras superar la primera prueba de la noche, en la que los tres finalistas debían construir una torre colgados de un arnés , se clasificó para medirse con Logan en la tradicional prueba de la apnea. Se trata de una prueba simple: los dos concursantes se meten bajo el agua en un cubículo y el que más aguante gana el reto. Sofía no iba muy confiada, pues ya avisó de que le tenía miedo al agua . Nada más meter la punta de los pies se quejó de lo fría que estaba el agua.

Logan lleva varios minutos mentalizándose para la prueba, pues no podía saber que iba a ser tan fácil como resultó. Cuando apenas llevaba cinco segundos bajo el agua, Sofía salió, agobiada, diciendo que no podía más. «Algo me ha cogido y me ha dicho "sal del agua" », explicó la navarra muy disgustada, «me da mucha rabia no haberlo hecho mejor por toda esa gente que cree en mí...Pero no puedo, me da miedo el agua».

La derrota en esta prueba comprometía su continuidad en la final, pues debió medirse en un televoto con Raquel Mosquera para pasar a la ronda definitiva. Suescun tuvo suerte y obtuvo el respaldo del público, pero su miedo al agua podría haber arruinado todo el esfuerzo de los últimos tres meses que, finalmente, tuvieron un desenlace feliz.