Ana Milán se 'enfada' con Joaquín a causa de una irritante pregunta: «Del primer bofetón, te peino»

María Robert

27/10/2022
Actualizado a las 10:53h.

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Joaquín Sánchez continúa buscando su vocación. Ya ha hecho sus pinitos en los fogones , así como en el mundo de la música y de la televisión , de la mano de grandes maestros. Y con el carisma y la gracia natural que se gasta, no podía dejar de probar suerte también en la interpretación. Para valorar si tiene futuro en la actuación, el futbolista invitó en la nueva entrega de 'Joaquín, el novato' a la inigualable Ana Milán . Una profesora divertida, sincera y espontánea con la que no faltaron las risas, aparte de retarlo a subirse a las tablas en un acto de improvisación.

Entre enseñanza y enseñanza, Joaquín charló animadamente con la invitada, quien contó detalles desconocidos de su vida. Como que se llama Ana Belén García Milán por la cantante. O que su nombre artístico se debe precisamente a que no soporta llamarse a Ana Belén .

«¿Pero Milán con una ele o con dos?», le preguntó el gaditano, recibiendo de ella una contundente respuesta. «Del primer bofetón, te peino», lo amenazó en broma, aunque reconociendo que se había enfadado un poco. «Que luego la gente dice Schwarzenegger … Además, llevo 20 años en esta profesión», justificó.

Se licenció en Periodismo, pero rápidamente acabó siendo actriz. «Me metí en una escuela de interpretación porque me pidió matrimonio un novio y le dije que no», reveló la intérprete. En cualquiera de sus facetas profesionales, ella siente que vino al mundo para contar cosas. «Desde pequeña siempre me he imaginado escribiendo».

Razón por la que es muy feliz con su profesión. Joaquín quiso saber los secretos para ser un buen actor de comedia, a lo que ella respondió que a la gracia natural hay que añadirle trabajo y la técnica necesaria. «Muchos actores se pierden con su propio talento. Se acomodan ahí y no buscan más allá. Entonces, se quedan como perdidos. Las dos cosas son importantes», resaltó. Por eso aconsejó a su alumno y a las nuevas generaciones luchar a tope por su sueño. A pesar de que reconoce que «es una profesión de valientes», ya que solo el 9% de los actores vive de ello.

Ana Milán recordó el personaje de Victoria en 'Camera Café ', el que le abrió las puertas. «Fue un sueño, era la villana. Y sobre todo, la que decía las cosas a la cara, las que todos nos hubiera gustado decir en algún momento». Entre medias vivió también el 'boom' de 'Yo soy Bea', y años más tarde fueron trabajos como 'El tiempo entre costuras' o ' Física o Química' los que le dieron el reconocimiento del público.

De paso, la fama como daño colateral. Es algo que normalmente la actriz lleva estupendamente, aunque en días malos echa de menos gozar de un poco de privacidad. «Yo recuerdo un divorcio muy doloroso y recuerdo no salir de casa», relató. Perdió mucho peso y lo pasó realmente mal. Encima soportar el terrible estado emocional por el que atravesaba, tuvo que lidiar con la prensa en la puerta de su casa. Al volver de su casa, le hicieron una foto que salió publicada con un titular sensacionalista: «El lamentable estado de Ana Milán». «Se lleva mal», aseguró.

Sin embargo, la recompensa es el cariño del público. «Los premios están guay, dan mucho gustito. Pero el ego es confeti y luego hay que limpiarlo». Entrar en el corazón de la gente, aseguró, es mucho más bonito. Lo que no quita para que sea una persona previsora y tenga escrito el discurso para cuando le den el Goya. «En las notas de mi móvil está», desveló la invitada.

Casi al final de la entrevista, Joaquín entró en el terreno más personal de la vida de la invitada, como el amor. Quizá le hubiera gustado tener una familia tradicional, pero a pesar de todo ha tenido suerte: por su vida han pasado grandes hombres que le han enseñado grandes cosas. «He tenido dos tipos de amores. Los tipazos me han enseñado cosas maravillosas, y los gilipollas me he llevado el dicho de «hay que aprender la lección y olvidar al maestro».

Y de enseñanzas va también la parte mala de su profesión, la inseguridad. «Cuando más actor tienes que ser es cuando no suena el teléfono. Ahí es cuando hay que aguantar y ser valiente», manifestó la actriz.

A esos compañeros les dedicaría el Goya. «Para todo el talento que hay detrás de una barra aguantando como pueden, solo con la esperanza de hacer un mundo mejor», subrayó, siguiendo con un alegato de amor al séptimo arte. «El cine es muy importante. Nos lleva a sitios en los que el mundo es mucho mejor ¿Te has parado a pensar alguna vez la cantidad de cosas que has aprendido en el cine? Nuestra visión del amor, de la guerra…, está en las películas. Todo nos lo han contado los grandes».

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