‘MasterChef’ da la nota y proclama semifinalistas cargándose a Claudia, la azafata reconvertida en ‘foodie’

La catalana cayó en el último reto de la noche frente a Adrián y David

'MasterChef 10' está a las puertas de la semifinal TVE

María Robert

Quedan cuatro gatos en las cocinas de ‘MasterChef 10’ . O cinco, para ser exactos, tras el último programa. La final del ‘talent’ incombustible de TVE está a la vuelta de la esquina y, por lo pronto, dio a conocer en la entrega emitida este lunes 4 de julio los nombres de los semifinalistas. Expulsado Jokin la semana pasada ,   María Lo, David, Patricia, Claudia, Adrián y Verónica comenzaban la undécima gala como ‘los últimos de Filipinas’ de esta décima edición; los seis candidatos a colocarse en las puertas de la ansiada final.

Arrancó la velada culinaria con una de las pruebas más emblemáticas de ‘MasterChef’ : las subastas. En ellas, como ya es habitual, los concursantes pujaron por los alimentos, pagando por ellos el tiempo del que disponían para su cocinado.

El más hábil resultó Adrián , que no solo logró el mayor tiempo para elaborar su plato (60 minutos), sino que se quedó con las manitas de cordero, un ingrediente que domina. Sus manitas de cordero a la vizcaína le dieron el pase a ‘MasterChef’ . Esta vez no logra el sobresaliente, aunque sí el aprobado. «La salsa está rica; las manitas, también»

Patricia, por contra, dispuso de solo 25 minutos para dar forma a algo comestible con ancas de rana. Pero no fue su noche y formó una buena durante el cocinado. A pesar del poco tiempo que tenía, intentó realizar una esfera de nata líquida con ajo. El problema es que olvidó del gluconolactato y el líquido de la bolsa acabó desparramado en el interior de la máquina. Fue Jordi quien arrojó luz sobre el accidente. «Esta máquina mete presión y llega un punto que hierve y sale de la bolsa. Si tiene aire lo que hay dentro, aún peor, porque el aire se ensancha y hierve más. Si es nata y está un poco batida, ya se sale a lo loco».

La aspirante consiguió sacar el trabajo adelante, pero le entregó a los jueces un mal plato. En realidad, el mismo veredicto que recibieron Verónica y sus manitas de cerdo, David y sus patas de conejo, así como las patitas de gallina de Claudia . «Tus ancas de rana y las patas de conejo de David podrían hacer una carrera. ¡Están vivas!», repuso Pepe.

Excepto Adrián , solo María L o convenció más o menos al jurado. Aunque con algunas pegas, aprobaron el sabor del rollito con patas de cangrejo de la gaditana. No obstante, la victoria se la llevó el bilbaino, al que le cayó del cielo un dudoso privilegio en la prueba por equipos. Exactamente, la genial y estresante doble capitanía.

Recital de ‘hits’

En una prueba de exteriores muy especial, ‘MasterChef’ quiso rendir homenaje a la música a través de la experiencia mágica que propone WAH Madrid , donde se puede viajar por el mundo a golpe de sabores y de acordes. En este espacio clandestino se bailan las canciones más famosas de la historia y, a la vez, se degusta la gastronomía loca.

Así pues, cristalizando la filosofía de Samantha de «ponerle sabor y ritmo a la vida», los equipos cocinaron dos menús de tapas que no eran simples platos, sino una reinterpretación de algunas de las mejores canciones de todos los tiempos. Las azules, Verónica , María Lo y Patricia , se encargaron de ‘Born in the USA – Clam Chowder con espuma de bacon’, ‘Bohemian Rhasody – Scone relleno de Roast Beef con perlas de menta y Brandy’ y de ‘Gangham Style – Crema de coco con perlas de tapioca, sorbete de mango y lima y esponja de curry verde’.

A David y Claudia , los delantales rojos, les fueron encomendadas las tapas de ‘Rumore – Bombones de vaca y parmesano’, el ‘No estamos lokos – Bocata de boquerón con salmorejo y jamón’ y el ‘México lindo y querido – Pan de elote con salsa de cajeta y sorbete de cacao y chili’.

Pero un error de cálculo a la hora de organizar los equipos prendió la mecha para que el cocinado fuese un caos. «He organizado los equipos de manera desastrosa. Estoy en un momento crítico y necesito que mis compañeros tiren de mí. Yo no puedo», admitió el capitán al rato de empezar y ver que no daba abasto.

Al agobio de Adrián se sumó el de David , frustrado de más por una crema de queso que no le cuajaba bien. Reconociendo que se le estaban cruzando los cables, necesitó incluso parar unos segundos para recomponerse de un cuadro que pintaba a ataque de ansiedad. «Tengo el demonio dentro y a veces me sale», señaló haciendo referencia a su carácter explosivo. Gracias a los ánimos de Jord i atinó a volver a los fogones y continuar con su trabajo.

No obstante, en vez de revelarse contra el caos provocado por el colapso del capitán, el equipo rojo se dejó llevar por la inercia, lo que los condenó a eliminación junto con Adrián , que pidió reiteradamente perdón a sus compañeros por no haber estado a la altura a pesar de haberse esforzado y sufrido. En la valoración, confesó la impotencia que sentía ante su mala gestión del cocinado. «La única vez que me he visto tan saturado en mi vida fue cuando me dijeron que iba a entrar en prisión . Venía a darlo todo, pero ha sido todo caos».

La actitud del vizcaíno fue remarcada por el jurado. «Prefiero a una buena persona que a un jefe de cocina. Porque a ser jefe de cocina se aprende, pero lo otro hay que traerlo de casa», señaló Pepe .

Combinando olores

Tras el maridaje música-gastronomía de los exteriores, David, Claudia y Adrián volvieron de negro a las cocinas para enfrentarse a la prueba de eliminación, un desafío consistente en elaborar platos bajo la técnica culinaria conocida como ‘Food Pairing’, de la que ninguno había oído a hablar en su vida.

Como explicó Jordi Cruz paso a paso, consiste grosso modo en preparar una lista con los aromas de cada ingrediente para encontrar los mismos olores en otros productos y así, combinarlos. Para que comprendiesen mejor a qué se enfrentaban, Toño Pérez , chef del restaurante Atrio con tres soles Repsol , se presentó en las cocinas de 'MasterChef' portando un plato elaborado con esta técnica.

El berenjenal de prueba arrancó destapando las respectivas cajas misteriosas de los aspirantes. La de Claudia guardaba aguacate; la de David, alcachofas; y por último, la costilla de cerdo resultó la base asignada al plato de Adrián . La catalana acompañó este ingrediente de albahaca, cava, mozzarella, chili, champiñón, kumquat y panceta; el madrileño, con jamón, panceta, queso, rosa, avellana y chili; mientras que el bilbaíno tuvo que casar su carne con trufa, café, tomillo, plátano, mantequilla, queso y pasta miso.

Pese a la dificultad del reto, los delantales negros trabajaron seguros. Especialmente Adrián , que una vez más sobresalió durante la noche al presentar uno de sus mejores platos. «Está muy rico», valoraron los chefs.

Por su parte, el de David también recibió buenas críticas, si bien empañadas por detalles pequeños de ejecución y técnica. Muy a la par que Claudia , en cuya creación hay más protagonismo de la sobrasada que del aguacate.

Llegados a este punto de la cata solo estaba claro que Adrián ocuparía el cuarto puesto de semifinalista vacante. Entre los otros dos aspirantes la expulsión quedó muy reñida, pero la deliberación de los jueces decidió finalmente dejar fuera de la recta final a la administrativa que descubrió su pasión por la cocina siendo azafata de vuelo. Y es que, como recordó Pepe , «estamos a un paso de la semifinal, y a estas alturas de la competición, los detalles marcan la diferencia».

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