Las frases de Paolo Vasile, el hombre que nunca habla 'off the record'

El directivo que gobierna Telecinco desde hace más de dos décadas tiene un ideario peculiar y no aplica filtros a sus discursos

Mediaset destituye a Paolo Vasile debido a la caída de audiencia de Telecinco

Paolo Vasile, en 2005 Ignacio Gil
Federico Marín Bellón

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Paolo Vasile , de quien hoy se ha sabido que dejará de ser consejero delegado de Mediaset España, es el directivo más difícil de llevar de todo el Ibex 35 para un departamento de prensa. Habla sin pelos en la lengua y jamás pide que apagues la grabadora. Es extremadamente inusual que diga algo 'off the record', aunque se lo aconsejen unos asesores a menudo desesperados por tanta espontaneidad incontrolable. La incorrección de su televisión no es nada al lado de la de su lenguaje.

Vasile es una máquina de fabricar titulares . Asume sus ideas y habla en un español más que correcto, trufado de 'aloras' y términos en italiano. Gran conversador, tiene buena memoria y guarda en el maletín anécdotas para cientos de películas. Puede gustarte más o menos su televisión. Incluso llegó a ser un personaje temido, pero para un periodista es una bendición transcribir sus frases y expresiones, porque nunca son aburridas ni están carcomidas por la corrección política. Su lema es sano: «Nunca digo todo lo que sé, pero siempre digo lo que pienso». Recordemos algunos de sus pensamientos.

«Prestigio para idiotas»

A Paolo Vasile le saca de sus casillas que le acusen de no hacer televisión de calidad, término escurridizo, más aún en televisión. «Hacer series por prestigio es de idiotas. El prestigio se conquista con el éxito, no llenándose la boca de palabras. La gloria es una señora que conocimos hace años y vimos que no merecía la pena».

Basura o no, curativa

Vasile está convencido de que su éxito es saber acompañar a la gente. «La televisión es la única medicina para la soledad , que es la enfermedad de la vida contemporánea. La televisión cura». Por esto es tan importante el directo, menos elaborado, pero más cercano para el público, con alguien vivo al otro lado de la pantalla.

«Si yo hiciera la televisión que quiero, estaría arruinado», repite a menudo Vasile. «Es una enfermedad endémica hacer televisión para los que no la ven. Nosotros también fracasamos a veces, pero nuestro objetivo es hacer televisión para los que ven la televisión. Lo que emite Mediaset tiene que ser generalista y cada vez más generalista, como alternativa a otro tipo de factura ligada a un público más concreto».

«Nos hemos olido y va bien»

En este sentido, el italiano supo adaptarse a la llegada de las plataformas, en las que vio una oportunidad y no un enemigo. «No son rivales, sino gente que vive con nosotros en el mundo de la comunicación. Necesitan de nosotros y nosotros de ellos. Los veo como compañeros de viaje. Ha venido gente nueva a vivir a nuestro pueblo y yo no soy racista. Hago un poco como los perros. Nos hemos olido y de momento va bien».

Si hay una idea que tienen grabada a fuego los directivos de Mediaset es que, como cantaba Vicente Fernández , «no hay que llegar primero pero hay que saber llegar». «Para innovar en la televisión generalista hay que ser muy prudente», dice Vasile. «No somos revolucionarios, sino gente que dedica su vida a acompañar a otros», insiste. «Nosotros buscamos el éxito, no la innovación, que es una palabra vacía».

Quien dice innovación, dice moda, otra palabra prohibida en la libreta de Vasile, quien cita incluso a las cadenas de televisión generalistas de Estados Unidos como víctimas de ese error, hasta que han vuelto a hacer series 'para todos'. «Allí cometieron el error de correr detrás de una moda, pero ahora han llegado a la misma conclusión que nosotros. La innovación sirve para hacer una rueda de prensa, no para gestionar una empresa».

Mediaset es también uno de los grupos más multados de Europa, no solo de los más rentables. Sus contenidos casi nunca han estado dirigidos al público infantil y Vasile no dudaba en emitir contenidos inapropiados a todas horas. Él sostenía que lo último que iba a hacer un niño es ponerse a ver 'Sálvame'. «Antes de sentarse a ver a Jorge Javier Vázquez , que seguro que les aburre, es más fácil que se pongan a ver porno en el móvil», aseguraba.

Paolo Vasile, por otro lado, rehuyó todo lo que pudo la política –algo en lo que no estarán de acuerdo sus críticos– y se agarró siempre a la decisión de no convertir Cuatro , su 'segunda cadena', en una cadena politizada, como La Sexta para Atresmedia. Admitía que quizá habría tenido mayor audiencia, pero no quiso pasar por ese aro: «Yo no hago televisión para decirle a la gente lo que tiene que votar», defendía.

Salvar a la plantilla

El lado humano le salía al hablar de sus trabajadores. Siempre se ufanó de que ni en los peores años de la crisis tuvo que recurrir a los despidos masivos ni a hacer un expediente de regulación de empleo. «Mi batalla final es mantener la plantilla, a mis mil trescientos trabajadores. Mandar a casa un trabajador es matar a tres personas », en referencia a su familia.

Sobre su mentor y en teoría jefe, Silvio Berlusconi , Vasile no hablaba a menudo, sobre todo después de que se convirtiera en un personaje tan controvertido, no solo en Italia. «Conocer a Berlusconi es algo extraordinario. Uno de esos seres que te cambian la vida. Hace que puedas hacer cosas que no te imaginabas capaz de hacer. Levantó de la nada algo que ya estaba inventado y le dio la vuelta», dijo una vez en una entrevista en El Mundo . 

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