First Dates
«Parece un garrulo de gimnasio»: una soltera no se corta al compartir la primera impresión sobre su cita
Alejandra aprendió en su cena con Darío que las apariencias muchas veces engañan
Alejandra (26) suele caer antipática a la gente, aunque luego la impresión mejora. Curiosamente lo mismo que le sucedió en la primera impresión con Darío (28) en 'First Dates' . A esta opositora murciana que reservó mesa en el restaurante del amor el viernes 5 de mayo, el acompañante que el programa de Cuatro le había buscado le pareció de primeras un «garrulo de gimnasio».
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Después de dos relaciones desastrosas, Alejandra pedía conocer a alguien 'normal'. Simple y llanamente, «con valores, iniciativa, que no sea un soso, y sobre todo, que me sea fiel».
Desde Gandía, Darío llegó a la cena vendiéndose como «cariñoso, protector, detallista y sincero» y percibiendo a Alejandra como una chica «mona y amigable». A ella, sin embargo, su cita le dio la impresión de ser «un garrulo de gimnasio, que pone cuernos y come arroz y pollo».
Un 'cani sensible' que le llegó al corazón
Pero era pronto todavía para sentenciar la velada . De hecho, Alejandra acabó comiéndose sus palabras cuando encontraron compresión mutua compartiendo sus vidas, aficiones y visión de las relaciones.
Así, la cita mejoró. Tanto es así que Darío se atrevió a confesarle una serie de peculiares manías que colecciona. La soltera puso cara rara cuando se enteró de que suele llevar pañuelos en el bolsillo izquierdo para que no le pase nada, o colocar las llaves a la izquierda. Sin embargo se derritió al enterarse de que cada vez que entra en casa o se acuesta, el joven le da un besito a las cenizas de su perrita para sentirla más cerca.
«Eso es de ser un cani sensible, muy noble», confesó. Y eso le llegó al corazón. La velada se les quedó corta y se quedaron con ganas de descubrir más cosas del otro mutuamente. Ambos sintieron que podían congeniar, por lo que decidieron darse la oportunidad de una segunda cita.