First Dates

La cruel salida de tono de un comensal: «Exterminaría a todos los gatos»

Wil no tuvo ningún reparo en soltarle esta burrada a su pareja, amante de los animales

Wil llegó al restaurante de «First Dates» en busca de «un hombre serio y dispuesto a comprometerse» CUATRO

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First dates

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A Carlos Sobera y los suyos se les acumula el trabajo. Decenas de solteros llaman a diario a las puertas de «First Dates» con la esperanza de que en «el restaurante del amor» también ellos tendrán suerte. «Este no es un restaurante cualquiera », recuerda siempre Sobera al empezar el espacio de Cuatro.

El encargado de abrir la noche fue Wil, un venezolano de 31 años que buscaba a «una persona seria, dispuesta a comprometerse, que no tenga mamitis pero que le de importancia a la familia. Además, que sea muy limpio, que no le huela el aliento, que cuide su dentadura...». Para cenar con Wil el equipo de «First Dates» había llevado a Jaime, un camarero malagueño de 26 años que se declaró amante del flamenco, «pero del cante antiguo especialmente». Al andaluz le gustó Wil ya desde el primer momento, y reconoció que el hecho de que fuese latino suponía un punto a favor.

El venezolano, en cambio, se mostró un tanto más escéptico. Para empezar, dijo que «le echaba para atrás» que Jaime fuese seis años menor , «pero habrá que conocerlo, a ver qué pasa». A lo largo de la conversación se fue notando que Wil no estaba muy interesado por el andaluz. Hacia la mitad de la noche, el venezolano interrumpió a Jaime para corregirle su forma de hablar , a lo que el malagueño respondió diciendo que «en Andalucía hablamos así». «Una cosa es el acento y otra es hablar mal», replicó tajante Wil.

Más radical aun se mostró Wil a la hora de hablar de animales. «Me dan pánico los gatos: los exterminaría a todos », dijo sin cortarse un pelo. A Jaime, animalista declarado, no le hicieron mucha gracia sus palabras y fue quedando claro que eran practicamente incompatibles. No obstante, y contra todo pronóstico, al final decidieron darse una nueva oportunidad .

Para la segunda cena de la noche los invitados fueron Juan José, un jubilado gaditano de 69 años, y María, también jubilada pero ella marbellí y de 70 años. Una curiosa coincidencia que se daba entre ambos es que los dos reconocieron ser maniáticos de la limpieza . A María le decepcionó un poco el gaditano, pues dijo ante las cámaras que no le gustaba cómo le quedaba el pantalón ni, en general, su forma de vestir. La cosa no acabó de levantar, aunque el gaditano sí que estaba interesado en María. Finalmente, la marbellí rehusó tener una segunda cita y cada uno se fue por un lado.

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