La encerrona de 'Sálvame' a Terelu Campos que provoca un reencuentro histórico con su ex

En 'Sálvame' son especialistas en jugársela a sus propios trabajadores. Va en el sueldo. Si durante toda la semana, la gran protagonista del programa de Telecinco ha sido Lydia Lozano , acusada de 'robar' la silla a sus compañeros en el 'Deluxe', este jueves utilizaron a una de sus presentadoras, Terelu Campos , para echar más leña al fuego.

A la presentadora de 'Sálvame' , que regresó hace más de un año a un formato del que renegó por cómo trataban a su hermana Carmen Borrego , le tocó salir a la calle y hacer 'autostop' a las afueras de los estudios de Mediaset España, en Fuencarral (Madrid), para que un anónimo le llevara hasta el barrio de Salamanca, en el centro de la capital, para que hablase con un amigo suyo sobre una ruptura. Los espectadores desconocían en ese momento la identidad del amigo de Terelu. Se trataba de Boris Izaguirre , que se supone que ha roto con su amiga Tamara Falcó .

Terelu intentaba convencer sin éxito de que algún conductor la cogiera para llevar a cabo dicha misión. Fue entonces cuando, en plena conexión en directo, a la presentadora de 'Sálvame' le habló un hombre conocido desde su coche: su exnovio Pipi Estrada , también colaborador de 'Sálvame'. Sin embargo, nunca habían coincidido durante la emisión y con una cámara presente.

A Terelu no le hizo mucha gracia reencontrarse con Pipi Estrada (el periodista deportivo todavía le debe dinero), pero intentó ser lo más educada posible ante la proposición de su ex. Cabe recordar que meses antes, en los pasillos de Mediaset España , Terelu y Pipi acabaron a gritos. Aún así, ella ha sido defensora del hijo de Pipi Estrada, Borja , durante su participación en el realiy 'Pesadilla en el paraíso' .

Los espectadores de 'Sálvame' no podían escuchar lo que le estaba diciend Pipi Estrada a Terelu Campos , pero es de suponer que estaba intentando convencerla de que se subiera a su coche.

«Ya, ya, imagino que te han mandado», le soltó la hija de María Teresa Campos , consciente de la encerrona, de la jugarreta, que su propio programa le había hecho. «Ya tengo, ya tengo, de verdad. Gracias de todas maneras, eh», zanjó Terelu . Una vez el periodista se marchó (con el rabo entre las piernas), ella empezó a abanicarse de manera exagerada para mostrar el mal trago que había pasado.