Arturo Valls: «La película de 'Camera café' es como el reencuentro de ‘Friends’ pero sin bótox»
El presentador retoma su faceta de productor para resucitar el mítico programa, que convierte en largometraje con Ernesto Sevilla como director
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«Qué barbaridades decíamos hace 15 años, cómo hemos cambiado», dice antes de soltar una sonora carcajada Arturo Valls al recordar los diálogos de ‘Camera café’ , la serie que conquistó a la audiencia hace tres lustros. El que fuera cabecilla de la oficina más popular de la época se ha empeñado en resucitar aquellos personajes, y lo ha logrado: acaba de terminar el rodaje de la película de ‘Camera café’, en la que actúa de protagonista y productor.
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Le avala la experiencia. Porque aunque muchos crean que Arturo Valls es solo el rostro amable de las tardes y las noches de Antena 3, se equivocan. Como productor, trabajó en la última película de José Luis Cuerda; y antes financió una de las comedias más respetables de los últimos años, ‘Los del túnel’ . Y todo, promete, de casualidad:«Nada ha sido planificado en mi carrera. Yo iba para periodista deportivo y he acabado imitando a Shakira en la tele y produciendo películas. Y todo desde la ilusión», promete. Eso sí, se ha asegurado el puesto de protagonista en la película, que estrenará a finales de año.
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Camera Café
Así, Arturo Valls vuelve a ponerse el traje de Jesús Quesada para salvar de la quiebra a la oficina. Y con él, todos los actores que daban vida a tan particulares empleados, a los que Valls fue llamando (y negociando contratos) uno por uno hasta que dijeron que sí. Todos menos Luis Varela, que está con problemas de salud. «No hemos cambiado tanto, estamos todos más o menos igual», presume el cómico, que explica que por ese motivo han decidido darle continuidad a la trama como si fuera el día siguiente del último episodio. «Esto ha sido como el reencuentro de ‘Friends’ pero sin bótox. Y con menos ceros en la cuenta», remata.
«Hoy nos hubieran cancelado»
La película, para los que duden, comienza con un giro de cámara que mostrará al espectador esa máquina de café a la que hablaron los personajes durante cinco temporadas. Y Arturo, como productor, presume del despliegue que están haciendo:«Parece que estamos rodando un thriller por el tipo de rodaje, que no responde al género porque muchas comedias en España casi que da igual verlas que oírlas. Nosotros hemos apostado por una cosa muy estilizada», explica Valls, que se pone serio un minuto para dar la clave del nuevo ‘Camera café’, que sí ha sufrido el paso del tiempo en el guion:«Hemos suavizado alguno de los personajes porque eran muy brutas las cosas que decían, y a día de hoy no hace falta según qué afirmaciones o comportamientos. Porque la sociedad y el espectador cambia. Si hiciéramos hoy el mismo ‘Camera café’ nos hubieran cancelado, hubiera generado más de una polémica en redes sociales», sentencia.
Pero el hoy no es el ayer; y la nostalgia de recuperar una serie que marcó tanto a sus protagonistas los embaucó. «Imagínate volver a este universo, es tremendo. Hemos viajado en el tiempo poniéndonos esos trajes, resucitando a esta gente y dando vida a esa oficina. El primer día de rodaje estábamos flotando y picando a los de arte: "no, no, aquí iba la moneda, aquí caía el café, pon aquí mejor una esponja para que no haga ruido la moneda… Éramos como el ventrílocuo que saca un muñeco de la caja», explica Valls, que se emociona con el cariño de la gente. «Tenemos un 'fedback' buenísimo en cada publicación, en cada cosa que ponemos en redes de la serie. Es que nos recuerdan con mucho cariño», apunta.
Del 'sketch' a los 90 minutos
El reto de toda la película, cuenta Valls, era pasar de las tiras cómicas que tan bien funcionaba a los 90 minutos de un largometraje. «Vamos a ver lo nunca visto en la película, salimos de ese pasillo de donde tomamos café para contar la vida que nuestros oficinistas: vamos a ver dónde vive Cañizares, Marimar… Y centramos la trama principal en que Quesada se convierte en el director de la empresa que se va a pique y él tiene que salvarla, el más gañán e incompetente al frente, imagínate», destapa el productor, que cuenta que algunos todavía le preguntan que cómo va a hacer una película mirando a la máquina de café todo el rato. «¿Te imaginas? Todavía creen que vamos a hacer 90 minutos en el pasillo... Eso sí que sería cine experimental para llevar a Cannes».
Pero nada de esp. Aquí, promete, se verá una película «con mucho movimiento de cámara, muy dinámica». Aunque teme lo que piensen los espectadores. «La esencia de los personajes es la misma, aunque sabíamos poco de ellos, o lo que sabíamos era en 'off'. Pero lo imaginábamos. Y esto tiene una trampa porque todo el mundo, como con las adaptaciones de los libros, tiene una idea de cómo eran esas vida más allá del pasillo», señala.
Cine de autor y las subvenciones
Pero, por qué Arturo Valls, alguien que tiene el éxito en la televisión, decide continuar una carrera en el cine, un medio que para los iluminados de la «edad dorada de las series» está en decadencia. «Por el prestigio», suelta riéndose . «Los de la tele, ya sabes… No, no, lo digo de broma. Aunque a veces se entiende así, que parece la tele un género menor Y más los concursos. Pero qué pasa, ¿que para que se te considere tienes que irte al glamur del cine? Pues yo no veo así, yo soy cinéfilo, y me el acto de ir al cine. Pues fabricarlo, imagínate, me parecía una oportunidad y una labor enriquecedora», señala el productor, que destaca su «vocación» sobre todas las cosas: «Me da rabia cómo se producen algunas películas en las que lo de menos muchas veces es la película. Hay un tipo de producción que va a por la subvención, o por la ayuda … Y como que la película es lo de menos. Eso lo he visto de cerca y me da rabia que no se de oportunidad a gente con verdadero talento. Por ahí también me motivó para producir», sentencia.
