La «obsesión» del creador de «Chernobyl» y la historia real de uno de los protagonistas en el desastre soviético

La polémica en la Asamblea de Madrid ha vuelto a poner de actualidad la serie de HBO

Fotograma de «Chernobyl», serie de HBO

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Hay veces que las polémicas políticas saltan a la ficción. Es lo que pasó este jueves en la Asamblea de Madrid, cuando el portavoz de Más Madrid, Pablo Gómez Perpinyà, acusó a la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, de que la Puerta del Sol es «el Chernóbil de Europa» . La líder popular respondió con contundencia que no tiene «tiempo para ver series de televisión», como hace él, pero «si hay algo que demuestra» esa serie es « cómo un sistema corrupto en manos del comunismo llevó la muerte y la destrucción ».

Una polémica que ha saltado las fronteras gracias a Twitter, tanto que el creador y guionista de la ficción de HBO, Craig Mazin, entró a comentar el rifi-rafe en la Asamblea : «Para mí está claro que ella se perdió el sentido de la serie».

Más allá del encontronazo político, «Chernobyl» sigue siendo una de las grandes series de los últimos años. Cinco capítulos creados por Craig Mazin que recupera uno de los acontecimientos más crudos de la historia moderna: el que comenzó el 26 de abril de 1986 con la explosión del reactor cuatro de la central nuclear de Pripyat (Ucrania). «Es fácil pensar que se trata de una serie sobre un desastre nuclear, pero no. Es una historia sobre la gente», explicó Luke Hull, productor de «Chernobyl», a ABC cuando se estrenó la serie.

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Chernobyl

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En realidad, es una serie que nace de la obsesión de su creador, Craig Mazin, por lo ocurrido en Chernóbil. Mazin no nació en la Unión Soviética . No habla ruso ni tampoco tiene ningún tipo de conexión con el reactor que explotó en 1986, pero ha tenido gran interés por el desastre. «He estado pensando vagamente en ello durante la mayor parte de mi vida porque ocurrió cuando tenía 15 años. Pero en 2015 me di cuenta de que no sabía cómo sucedió , lo que me pareció un error bastante extraño en mi comprensión del mundo y de cómo funciona. Así que empecé a leer. Sinceramente, solo quería saber, desde un punto de vista científico, qué fue exactamente lo que salió mal esa noche. Y lo que descubrí a medida que seguía leyendo era algo sorprendente. Era un poco como si hubiera descubierto una guerra sobre la que nadie había escrito a fondo (...) Y me obsesioné», confesó el creador al medio estadounidense «Vice».

El proceso de documentación fue largo. El guionista consultó relatos escritos por jóvenes científicos rusos, habló con algunos de los supervivientes y analizó «Voces de Chernóbil», el reconocido libro de Svetlana Alexiévich . Mazin necesitó dos años y medio para sentirse lo suficiente preparado como para sentarse a redactar «Chernobyl». «Por supuesto, no era mi único trabajo, estaba escribiendo películas y reescribiendo películas y siendo un marido y un padre, así que había muchas cosas por hacer», comentó.

Fotograma de «Chernobyl»

Plasmar todo lo que había descubierto en ese periodo en poco más de cinco horas no fue tarea fácil. « En el centro de esta historia hay una pregunta sobre qué sucede cuando nos desconectamos de la verdad . Y el sistema soviético era esencialmente un enorme monumento a la mentira útil. Hicieron que la mentira fuera un arte: se mintieron el uno al otro, mintieron a las personas que estaban por encima de ellos, mintieron a las personas que estaban debajo de ellos y lo hicieron por un sentido de supervivencia (...) Así que pensé que lo peor que podría hacer al contar una historia como esa sería contribuir a ese problema mediante la sobreficción, la sobredramatización».

Porque Craig Mazin quería relatar la guerra contra la verdad que supuso Chernóbil : «Las semanas después a que el reactor explotara, se convirtió en un esfuerzo constante por volver a meter al genio en la lámpara de nuevo», sentenció.

Vivencias reales

Más allá de los orígenes del creador y de su obsesión por el reactor número 4, uno de los protagonistas de «Chernobyl» vivió una tragedia personal relacionada con la explosión de la central soviética.

El actor Alex Ferns confesó, en una entrevista a Daily Records, que su tío, Robert Stephenson, estaba trabajando en una obra en Escocia en el momento en el que estalló el reactor nuclear en Pripyat. En su empresa, situada en el área de Killearn, llovía, y Ferns cree que esa lluvia radioactiva a la que estuvo expuesto su tío le habría provocado un cáncer que le costó la vida. Tal y como ha declarado Ferns, su tío «pidió entrar, pero su jefe le dijo que se quedara afuera y que siguiera trabajando». «Y continuaron», ha asegurado el actor, que interpreta en «Chernobyl» a Glukhov, el jefe de los mineros. Robert Stephenson murió a los 47 años, víctima del cáncer en 2004 .

« Si fue la lluvia de Chernóbil lo que les dio cáncer, no lo saben al 100% pero mi familia está convencida que tuvo algo que ver », comentó Ferns, que encuentra algo sospechoso que Escocia hubiera advertido en ese momento de que no se bebiera agua de lluvia por los altos niveles de radiación. Además, una macabra coincidencia hace, para el actor, el resto, ya que todos los hombres que trabajaban en esa obra de Killearn murieron antes de cumplir los 50 años .

Fotograma de Chernobyl

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