Jordi Sánchez: «No he aprendido gran cosa por estar en coma»

El actor reaparece el día 2 de enero en la serie 'Señor, dame paciencia', en Atresplayer Premium

Jordi Sánchez, protagonista de 'Señor, dame paciencia' Pipo Fernández / Atresmedia
Federico Marín Bellón

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Jordi Sánchez es un actor y dramaturgo muy conocido en España, sobre todo por su labor como intérprete en la serie 'La que se avecina'. Sin embargo, ningún papel le dio tantos titulares como su paso por el hospital, sin una sola línea de diálogo. El pasado mes de febrero, ingresó en la UCI por neumonía, originada por el coronavirus, y estuvo en coma durante 24 días . Ya no le quedan secuelas del tiempo que estuvo 'desconectado' de la realidad, en el que sufrió alucinaciones y vivió en una especie de 'mundo paralelo' , donde llegó a pensar que uno de sus hijos había muerto.

El intérprete encabeza el reparto de 'Señor, dame paciencia' , serie que Atresplayer Premium estrena este domingo, 2 de enero . La comedia es una continuación de la película homónima dirigida por Álvaro Díaz Lorenzo . Tras su emisión en la plataforma de pago de Atresmedia, está previsto ofrecerla también en abierto, en Antena 3.

El resto del reparto tiene poco que ver con el de la película de 2017, que recaudó cerca de 7 millones de euros. Norma Ruiz , Félix Gómez , Carol Rovira , Adam Jezierski , Carlos Librado 'Nene' , Santi Cuquejo , Jorque Suquet , Darío Paso y Sílvia Abril acompañan a Sánchez en esta serie de Buendía Estudios y DLO Producciones. El protagonista, Gregorio, es un hombre viudo, reaccionario y lleno de prejuicios, al que la vida se le pone cuesta arriba.

¿El público más conservador no se ofende con la caricatura?

Yo creo no. No se ofende nadie. A veces me sorprende, por ejemplo, que mi personaje en 'La que se avecina', que se mete tanto con los gays, los latinos y con todo el mundo, la gente entienda que es una parodia, aunque está dibujando realidades. En el caso de Gregorio, es lo mismo. Lo que pasa es que es un individuo que aprende algo, pide perdón, se disculpa, porque ha torturado a los hijos y no les ha dejado respirar. Los ha marcado mucho y eso lo ha distanciado de ellos. Yo creo que entiende que ese no es el buen camino.

Llama la atención lo poco que se parece a sus personajes.

Eso es bueno, ¿no? Interpretar significa meterse en la piel de otros. Igual puedes hacer un asesino o un santo. Es maravilloso y es el juego al que nos dedicamos los actores.

¿Se eligen esos papeles o son los que tocan?

Siempre puedes decir que no a un personaje, pero yo no diría que no a personajes tan bonitos. Estás dibujando realidades que están en la sociedad y en ese sentido no tengo ningún problema. Sería diferente defender lo que dicen o hacen. Son personajes de ficción que ayudan a entender muchas cosas y que están basados en personas reales que te encuentras cenando, comiendo o bajando por el ascensor.

Salió del coma y volvió a un papel que ya había hecho en el cine. Es un poco como el día de la marmota en 'Atrapado en el tiempo'.

Es verdad que este personaje ya lo hice antes, pero aunque sigue siendo un señor estupefacto ante la sociedad, ahora pierde su casa y su trabajo y de repente se encuentra viviendo en una realidad que creía que casi ni existía. Los hijos se lo tienen que repartir porque no lo aguantan y entonces viven esa estupefacción constante. También es cierto que regreso de un coma y me pongo a promocionar la serie que hice antes, pero ahora tengo otros proyectos y otras cosas.

El reparto es muy distinto al de la película. ¿El público verá algo muy diferente?

En la película, el tío se mantiene en su situación de confort. Pide perdón por ser como era, pero sigue viviendo como un rey. Aquí, creo que lo que hace más divertida y graciosa la serie es que este señor pierde la casa y se queda sin trabajo, con una mano delante y otra detrás. No tiene otra opción que ir a vivir con los hijos, un mes con cada uno porque no lo aguantan, y descubre que hay otras realidades que no son la suya y en las cuales está profundamente incómodo. Esto es el motor de la serie y lo que la hace graciosa.

Estará harto de hablar de esto, pero ¿volver de la enfermedad lo ha cambiado de alguna manera?

No, no me hacía falta ponerme malo para saber que estaba a gusto con lo que tenía. No necesitaba lecciones de vida, ni que me cayera un ladrillo a la cabeza. Me ha tocado el muerto, ¿qué le vas a hacer? Me gustaba bastante lo que tenía. Eso de no echar de menos lo que tienes hasta que lo pierdes es un rollo. A mí no me hace ninguna falta, pero ya que me ha tocado y me han dejado ahí durmiendo 24 días, pues lo asumo. Tampoco he aprendido gran cosa por estar en coma. He aprendido que te puedes morir de un día para otro, básicamente, pero era algo que creo que ya sabía.

Tiene un libro de relatos titulado 'Nadie es normal'. ¿Usted tampoco?

No, la gente se obsesiona con eso, sobre todo a una edad, con intentar demostrar que eres como el vecino, para que no te rechacen, para que todo el mundo piense que vas por el camino correcto. Y si no te casas, tienes hijos y trabajas en algunas cosas eres un marciano. Cuando decía que quería ser actor en mi barrio me llaman payasín. Era un marciano, un loco. Eso es lo que defiende libro. Habla de un montón cosas, pero esa es una.

Le llamaban payasín y a su padre tampoco le hacía mucha gracia tener un hijo actor.

Mi padre, como padre, yo lo soy también, me decía: «Te vas a morir de hambre». También decía: «Yo no era feliz trabajando, tu abuelo tampoco lo era y tú no lo vas a ser, porque tienes que trabajar para ganarte la vida. Ya serás feliz los fines de semana y en verano. El trabajo no le gusta a nadie y no se puede ser actor porque no conocemos a ningún actor. Esto es una tontería». El pobre hombre tenía miedo. Por eso le puso una vela a la Virgen para que me suspendieran, que siempre lo cuento. Pero yo entiendo que tuviera miedo, cuando era un niño de la posguerra que trabajaba desde los 14 años y que le paga una carrera de Enfermería al hijo y el hijo lo deja cuando ya está trabajando y se va a hacer el payaso por ahí. Para él era un trauma. Luego, cuando me funcionó, estaba más feliz que ninguno. Tampoco entendía mucho el oficio. Lo entendió en tanto en cuanto yo cobraba a final de mes. Estaba muy contento de que yo fuera actor y que me saliera bien.

Aunque hacer el payasín es fantástico, ¿no echa de menos un poco lo de curar a la gente?

No estaba mal, lo que pasa es que aquello lo hice por esos miedos, de alguna forma. Me parece una profesión maravillosa y súper digna. Solo faltaría, pero mi vocación era otra. Bueno, ahora que he estado mucho en contacto, por desgracia, sí que pienso que me gustaba, cuando tenías que coser un dedo o un labio, porque yo estaba en traumatología. Pero no, no lo echo mucho de menos.

Y como padre, ¿intenta transmitir alguna vocación o le da miedo que se dediquen a algo en particular?

Es un topicazo, pero que sean felices. Me da igual lo que estudien. Mis hijos no tienen ninguna vocación por mi oficio ni quieren ser actores. No vamos a formar ninguna saga. La mía empezó conmigo y conmigo se termina. Y yo encantado.

¿Está igual de encantado con que le recuerden sobre todo por 'La que se avecina'?

Es normal. Si haces una serie durante 15 años, imagínate. Entiendo que no eres conocido como autor y sí como actor, porque sales en la tele y te han visto dos millones de personas. Como actor de teatro, por ejemplo, para hacer eso necesitas 10 años, y en un día lo consigues en la tele. Es normal. Yo soy muy feliz escribiendo, me parece profundamente liberador y si lo sabe la gente o no, tampoco es algo que me obsesioné mucho. Yo siempre digo que soy un actor que escribe, pero mi primera profesión es actuar y es la que yo escogí, la que me gusta mucho.

¿Tiene algún actor que sea un modelo a seguir?

Muchos. Yo soy muy fan de Mastroianni, de Fernando Fernán Gómez, López Vázquez, Vittorio Gassman…

¿Qué tipo de papeles se ve haciendo de mayor?

Los que hicieron estos cuatro que he dicho me encantarían. Por eso no me opero.

¿Cree que los conseguirá?

Eso ya no depende de mí. Yo me esforzaré para conseguirlos y que me den papeles tan bonitos. No me defino como cómico. Soy actor. Me gusta hacer papeles cómicos, dramáticos.... Me gustaría que las arrugas me dieran ese tipo de personajes.

Y si no se los dan, siempre los podrá escribir.

Sí, ahora voy a dirigir una película que he escrito, que se llamará 'Alimañas'. Pero claro, no es lo mismo escribir teatro, donde tú tienes capacidad de producir. Puedo hacerlo, pero para producir una película tengo que empeñar mi casa y para hacer una obra de teatro no. Ya veremos, no digo que no.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación