«Christine Keeler fue maltratada y demonizada toda su vida»
Sophie Cookson interpreta a la joven amante de John Profumo en la nueva serie sobre el escándalo que Cosmo estrena este lunes (23.00)
Cuando John Profumo , ministro de Defensa del gobierno de Harold Macmillan , vio a la joven Christine Keeler bañarse desnuda en la piscina de una de las mansiones donde la aristocracia y ricos hombres de negocios organizaban sus exclusivas fiestas, se quedó prendado de la belleza de la joven de 19 años. Ese encuentro supuso el comienzo de una relación clandestina que desembocó en una tremenda crisis política que acabó con la dimisión de Profumo en 1963 , ya que, en plena Guerra Fría, Keeler también se veía con Yevgeni Ivanov , agregado naval de la Embajada soviética en Londres y vinculado al KGB. Y precisamente con ese primer acercamiento comienza «El escándalo de Christine Keeler», una miniserie que repasa la polémica desde un punto de vista inédito: el de su protagonista femenina.
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«Los guiones me alucinaron. Amanda Coe , la guionista, hizo una investigación muy exhaustiva de la historia, reivindicando cuestiones que nunca salieron a la luz cuando estaba viva, datos literales de su biografía e incluso su acento. Christine fue una mujer muy complicada, voluble, que tuvo muchos encuentros con hombres y a veces tomó decisiones terribles. Pero también era muy espontánea, increíblemente agradable y muy valiente. Tenía una facilidad tremenda para relacionarse con gente de otras razas, clases… A veces, piensas: "¡¿Por qué tomó esa decision?! Pero luego no puedes evitar enamorarte de su otra cara", cuenta a ABC la británica Sophie Cookson («Kingsman», «Gypsy»), que encarna a Christine Keeler en esta serie de la BBC que estrena este lunes Cosmo (23.00 horas) .
«Cuando interpretas a alguien que existió realmente tienes una responsabilidad muy importante, así que hice un estudio en profundidad de la verdadera Christine. Queríamos conocer a la mujer que hay detrás de los titulares... Pero llega un momento en el que tienes que parar, concentrarte en capturar la esencia de esa persona y dejar fluir tu creatividad. Vi muchas entrevistas, cómo hablaba, cómo se movía… Afortunadamente teníamos también la biografía de Christine y fue un viaje muy interesante. El equipo hizo un trabajo conjunto brillante para reflejar la ambigüedad de sus relaciones», añade la joven intérprete, que comparte protagonismo con James Norton (Stephen Ward, anfitrión de muchas fiestas de la jetset británica), Emilia Fox (Valerie Hobson, mujer de Profumo), Ellie Bamber (Mandy, la mejor amiga de Christine) y Ben Miles (John Profumo).
Sophie Cookson defiende con entusiasmo a su personaje -con el que en ocasiones logra un parecido físico increíble - y lamenta que nadie haya profundizado más allá de los escandalosos titulares que protagonizó: «Hay muchos malentendidos alrededor de Christine Keeler. Cuando conoció a Profumo apenas tenía 19 años , y fue demonizada toda su vida. Sus decisiones entonces la persiguieron siempre. El poder, la prensa… todos la culparon. Fue tratada injustamente», sostiene.
Fallecida en 2017
Fue encarcelada por perjurio y, tras salir de prisión, el acoso mediático la llevó incluso a refugiarse un tiempo en España , donde malvivió en una cabaña de pescadores en Benidorm . De vuelta a su país, las cosas no le fueron mucho mejor. ¿Qué pensaría la verdadera Keeler, fallecida en 2017 de una enfermedad pulmonar, si viera la serie? «Me consta que su hijo estaba realmente impresionado. Solo espero que Christine pensase que nos hemos acercado un poco a ella, porque hay mucho de esa voz que no alzó en su momento. Historias como estas, sobre el poder y la manipulación de las altas jerarquías existen en todas partes”, subraya Cookson.
El rodaje de los seis episodios de «El escándalo de Christine Keeler», dirigida por Andrea Harkin , tuvo lugar en 2018 cerca de Bristol. «Fue muy intenso emocionalmente, porque a esta mujer le pasaron muchísimas cosas muy joven», relata la actriz. No menos complicadas fueron las escenas de sexo , un elemento central en esta historia. «Creo que todo es más sugerido que explícito. Pero es parte de la historia, ayuda a entender muchas cosas. Fueron más fáciles al contar con un equipo mayoritariamente femenino», admite Cookson, encantada también con el vestuario de la época. «Aunque les hacía parecer mucho mayores», puntualiza.
Aunque Cookson reconoce que muchas veces la etiqueta «basado en hechos reales» esconde exageraciones y concesiones a la ficción, cree que miniseries como esta son una buena forma de despertar la curiosidad del público para que vea y lea más. «Quizás les haga pensar en lo poco que han cambiado muchas cosas, lamentablemente», concluye.
