Techo y comida

Rocío es una madre soltera y sin trabajo que debe cuidar de Adrián, su hijo de ocho años. Como teme perder la tutela del pequeño, intenta aparentar una vida normal. Pero todo se complica cuando el propietario de la vivienda la denuncia por no pagar el alquiler.

En su primer trabajo como director y guionista de largometrajes, Juan Miguel del Castillo se decantó por reflejar un drama social tristemente presente en la sociedad española tras la eclosión de la crisis económica. Se trata de la situación de pobreza y de exclusión social que llegó a afectar a 13 millones de personas en España durante 2013. Para reflejar este hecho, del Castillo muestra la vida de una mujer que debe hacer frente a los gastos de manutención de su hijo y al alquiler. La única manera que tiene de lograrlo es realizar todo tipo de trabajos ocasionales mal pagados mientras su arrendador, que también está agobiado por las deudas, trata de echarla de casa.

Brilla la portentosa interpretación de Natalia de Molina ("Vivir es fácil con los ojos cerrados"), cuyo papel le valió el Goya a la mejor actriz de 2015.