Rainbow Warrior

El 10 de julio de 1985, el Rainbow Warrior, un barco de Greenpeace, está en el puerto de Auckland (Nueva Zelanda) para protestar contra unas pruebas nucleares que Francia realizaba en la zona. Tras una misteriosa explosión, se hunde, condenando a la muerte a Fernando Pereira, un fotógrafo holandés de origen portugués que estaba a bordo.

Pierre Boutron ("El caso Dominici"), un realizador francés nacido en Portugal, fue el encargado de recuperar de la memoria este trágico suceso que terminó con la vida de su compatriota luso. La explosión fue una acción del servicio de inteligencia francés para prevenir que la conocida ONG ecologista interfiriera en un test nuclear en Moruroa. Tal fue el escándalo que provocó el accidente que el ministro de defensa galo, Charles Hernu, tuvo que dimitir de su cargo. Además, los dos agentes responsables de la misión fueron condenados a diez años de prisión.

Este telefilme se rodó durante el 20 aniversario de la tragedia, justamente cuando salieron a la luz unos informes que revelaban que el entonces presidente francés, François Mitterrand, fue el que autorizó el hundimiento.