La última película de terror

Un asesino en serie, harto de los tópicos que el cine de masas transmite sobre su gremio, se propone realizar él mismo la película de terror definitiva. Con ayuda de un asistente de cámara, que lo acompaña en sus fechorías, el homicida filma sus crímenes, comentándolos al más puro estilo documental.

Partiendo de un elenco y un equipo técnico prácticamente desconocido (algunos de los cuales hacían con esta película su primera incursión en el mundo del cine), el realizador de cine de serie B Julian Richards ("Darklands: tiempo de tinieblas") intentó dar a esta producción, muy en su línea, una apariencia de película 'snuff'.

Pese a estar dirigida, como es habitual en el mundo del 'gore', a un público minoritario, la cinta se hizo un nombre entre la crítica especializada y cosechó galardones en los numerosos festivales en los que fue presentada, además de obtener una nominación a la mejor película en el Festival de Sitges. El protagonista, Kevin Howarth, más conocido por poner su voz en numerosos videojuegos que por sus escasas apariciones en pantalla, obtuvo el premio al mejor actor en el New York City Horror Film Festival.