Drácula contra Frankenstein

Jonathan Seward consigue localizar al conde Drácula en su castillo y matarlo clavándole una estaca en el corazón. Sin embargo, el doctor Frankenstein resucita al vampiro utilizando para ello la sangre de la cantante de un nightclub. El vampiro, junto con el monstruo de Frankenstein y un ayudante mutante llamado Morpho, se unen con el fin de crear un ejército que gobierne el mundo.

Inmerso ya en su enfebrecida carrera cinematográfica (al ritmo de 6 o 7 películas por año) Jesús Franco dirigió en 1972 “Drácula contra Frankenstein”. Y lo hizo después de haber dirigido dos años antes “El conde Drácula”. Y es que Franco, pensando que quizá la anterior había resultado una película demasiado seria, convirtió su nueva producción sobre el maléfico conde en una especie de cómic de terror en imágenes, con amplias dosis de erotismo, que resultó ser una nueva ‘ensalada de monstruos’ al estilo de las que rodó la Universal Pictures en los años 40. El film, pero, se ha convertido en uno de sus grandes clásicos, destrozado por la crítica española (que no supo entender muchos guiños y gags del autor), pero alabada por la francesa.