La bronca de Spike Lee a los americanos tras ganar el Oscar a Mejor Guión Adaptado

Spike Lee subió como un ciclón al escenario del Dolby Theatre de Los Ángeles. Vestido con un traje morado con boina y anillos con las palabras «odio» y «amor» habló sobre la concordia en un discurso racial de agradecimiento por el Oscar al mejor guión adaptado, la única estatuilla dorada para su película, «Infiltrado en el KKKlan», sobre la historia de un policía negro que se coló en las filas de la organización racista.

Incapaz de dejar nunca indiferente a nadie, el director de cintas como «La última noche» o «Malcom X» dio el discurso más reivindicativo de la noche en una gala de los Oscar que pisó el acelerador para entregar mejor película antes de que la mitad del público se quedase dormido, entre premio y premio de «Roma» y «Black Panther» .

Ni siquiera el sobresalto previo, en el que «Green Book» le arrebató el Oscar a «La favorita» y dejó sin estatuilla al guionista de «Taxi Driver», Spike Lee hizo, como siempre, lo que quería, y, por supuesto, no se calló nada.

Comenzó, cómo no, diciendo tacos: «No encendáis el puto reloj». «El día 24 de este mes pueden ocurrir milagros, porque es el mes más corto del año y porque es el mes de la historia negra », espetó al micrófono ya con el Oscar en la mano , entregado por un felicísimo Samuel L. Jackson. «Empezaron a robar a nuestros antecesores de África y se los llevaron a Virginia a trabajar como esclavos. Mi abuela era esclava y consiguió ir al colegio. Consiguió que yo fuera a la universidad. Por eso quería alabar a los que vivieron el genocidio del pueblo negro. Tenemos una deuda con ellos. Tenemos elecciones en la esquina, estemos en el lado correcto de la izquierda. Entre el amor y el odio, hagamos lo correcto», dijo, zanjando su discurso.