Susan Sarandon: «No hicimos 'Thelma & Louise' como una película feminista»

La actriz estadounidense viaja al BCN Film Fest para participar en una proyección especial del filme de Ridley Scott

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Susan Sarandon, fotografiada en la terraza del Hotel Casa Fuster EFE
David Morán

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Están el delirio coreografiado de ' The Rocky Horror Picture Show', el Oscar a la mejor actriz por 'Pena muerte', y su debut nada menos que con Billy Wilder en 'Primera Plana', pero pocas películas han dejado una huella tan profunda en la carrera de Susan Sarandon (Jackson Heights, Nueva York, 1946) como Geena Davies, un Thunderbird azul turquesa y el desierto para quemar rueda. Feminismo 'on the road' sentando las bases de casi todo lo que vendría a continuación. «Créeme, Ridley Scott no hizo esa película pensando que era un precursor de 'Me Too'. Eso no estaba en su mente, pero mira dónde estamos ahora», asegura la actriz estadounidense.

«Conducir, ensuciarse... Fue grandioso. Y muy divertido. Eran las vacaciones de verano, teníamos una gran localización. Rodar con Ridley Scott y Geena Davies... Es fabuloso descubrir que la gente ha encontrado significado en algo que has hecho, pero lo cierto es que no la hicimos como una película feminista», explica ahora Sarandon, de visita a Barcelona para deslumbrar en la alfombra roja del BCN FilmFest y apadrinar una proyección especial de, bingo, 'Thelma & Louise', de cuyo estreno se cumplen ahora treinta y dos años.

Una película que quizá no nació como emblema de nada pero que el tiempo ha convertido en símbolo del feminismo. «Las buenas películas no te dicen qué hacer ni te dan respuestas, sino que deben iniciar conversaciones. Hacer que la gente hable entre sí. Cuando, hace años, llevé a mis hijos a ver 'El show de Truman', por ejemplo, tuvimos una conversación inmejorable sobre la amistad, la libertad y la seguridad», reflexiona. Otra escapada familiar, en esta ocasión al Gran Cañón, le permitió calibrar la dimensión de lo que había conseguido en los noventa. «Fui con uno de mis hijos sin darme cuenta de que era el aniversario de 'Thelma & Louise' y me encontré con un montón de mujeres celebrándolo. ¿Te imaginas que supuso para ellas verme?Les explotó la cabeza», recuerda.

Susan Sarandon EFE

Su secreto, asegura, es «saber escuchar», aunque también articular personajes que puedan servir de inspiración. «Cualquier cosa que puedas hacer para alentar a las personas a ser fuertes es muy importante», defiende una actriz que, a sus 76 años, sigue sin querer ni oír hablar de ponerse al otro lado de la cámara. «Dirigir es un dolor de cabeza. Tienes que ser muy cuidadoso con los detalles, tener mucha paciencia. He vivido con directores, sé lo tortuoso que es. Y no hay una historia que me importe tanto como para eso. Además, ya he estado dirigiendo a mi familia durante todos estos años», ironiza.

La protagonista de 'Atlantic City', 'Los búfalos de Durham' y 'El cliente', decíamos, ha venido a participar en un coloquio sobre el filme de Ridley Scott y recoger el premio Sant Jordi de Cinematografía, pero es inevitable que, antes o después, la política acabe asomando la patita. «Seguro que seré activista más tiempo que actriz. Y seré madre para siempre», señala a la hora de dejar claras sus prioridades. A saber: madre, activista y, en último lugar, actriz.

El dilema de Trump

De ahí que, incluso cuando la entrevista ha terminado, se avenga a hablar de uno de sus temas favoritos: Donald Trump. «Por muy loco que parezca, tiene muchas posibilidades de volver a ser elegido», asegura. Y no, no lo dice por decir. «Los demócratas han estado perdiendo a la clase trabajadora durante años y no están lidiando con los problemas económicos. Todo en lo que se enfocan es cultural, y eso no va a llevar a la gente a las urnas», asegura. El aparatoso descarrilamiento de un tren cargado de sustancias tóxicas en Ohio es, apunta Sarandon, el mejor ejemplo de todo lo que los demócratas están haciendo mal. «Trump fue allí, les llevó agua y les dio dinero. Biden no ha ido. [Pete] Buttigieg, que es el responsable, tampoco. Están perdiendo a la clase obrera», insiste.

De riguroso blanco y con un par de tatuajes asomando bajo las mangas de la americana, Sarandon cree que la gente joven en Estados Unidos ya no está alineada con ningún partido partido político, «no son demócratas ni republicanos», pero insiste en que la clase media trabajadora ha abandonado al Partido Demócrata. «La gente no confía en el gobierno ni en las noticias. Ve que miles de millones de dólares van a Ucrania y, mientras tanto, no hay atención médica. La gente está enfadada, y eso no es bueno», resume.

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