Los papeles de Pepa Flores, un Goya de Honor que voló más alto que Marisol
Trabajó con grandes nombres del cine español como Juan Antonio Bardem, Carlos Saura o Mario Camus
España se enamoró de Marisol en la década de los sesenta, pero Pepa Flores (Málaga, 1948) prefirió apagar los focos de la fama a tener que vivir bajo la sombra de un personaje en el que, pese a ser ella misma, jamás se reconoció. En su tránsito a la madurez, se empeñó en demostrar que era mucho más que un rostro angelical y una voz profunda y afinada para medir su capacidad como actriz a las órdenes de «popes» del cine español como Juan Antonio Bardem, Carlos Saura o Mario Camus .
Cuando Pepa Flores cumplió 21 años enterró para siempre el personaje de las comedias musicales para buscar nuevos pliegues dramáticos. Era la década de los setenta, tiempos convulsos y difíciles, y Pepa Flores decidió rodar solo tres películas: «La corrupción de Chris Miller», «El poder del deseo» (ambas de Juan Antonio Bardem ) y «Los días del pasado» (de Mario Camus ). Por esta última ganó el premio a la mejor interpretación femenina en el Festival de Karlovy Vary .
Los ochenta tampoco iban a ser más prolíficos. Filmó « Bodas de sangre » y « Carmen » con Carlos Saura; « Proceso a Mariana Pineda » (una miniserie de Rafael Moreno Alba) y « Caso cerrado », de Juan Caño Arecha. Este último título, de 1985, se convirtió en el cierre de su filmografía. Pepa Flores cortó abrúptamente su exposición mediática. Sin embargo, ni el público ni la industria se olvidaron de ella... Aunque a veces muy a su pesar.
Treinta y cinco años después de su última película, Pepa Flores recibirá el calor de los que durante un tiempo fueron sus compañeros de profesión. El Goya de Honor, que encima recogerá en la gala que se celebrará en Málaga el próximo 25 de enero, ratifica que Pepa Flores es mucho más que Marisol: es un símbolo del cine español .
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«Los días del pasado», de Mario Camus. (1977)
Hasta el Goya de Honor 2020, el mayor premio de Pepa Flores (además del calor del público), había sido el de mejor interpretación femenina en el Festival de Karlovy Vary . Lo logró con una película en blanco y negro en la que compartía cartel con Antonio Gades y Manuel Alexandre , entre otros. La cinta recoge a Juana, una joven malagueña que se muda a la montaña como maestra al acabar la Guerra Civil. Su novio, luchador republicano, sigue luchando con El Maquis y ella hará lo imposible por localizarlo.
2
«La corrupción de Chris Miller», de Juan Antonio Bardem (1973)
Su primer papel dramático en el que intentaba matar la sombra del personaje de Marisol le llegó en 1973 a las órdenes de Juan Antonio Bardem. Además, compartía cartel con Jean Seberg , icono de la nouvelle vague y cuya vida trístemente se malogró hasta la muerte apenas seis años despúes de este rodaje. Un intenso drama en el que la joven protagonista, traumatizada tras ser violada por su propio padrastro, soporta una doble pena cuando la madre la castiga física y psicológicamente por «celos».
3
«Bodas de sangre», de Carlos Saura (1981)
Adaptación del clásico de Federico García Lorca a manos de un Carlos Saura que era toda una estrella internacional. Compartía protagonismo en el filme con Antonio Gades , que era por entonces su marido, aunque el matrimonio se rompió cinco años después.
4
«Carmen», de Carlos Saura (1983)
De nuevo compartiendo planos con Antonio Gades, Pepa Flores se ponía otra vez a las órdenes de Saura en la adaptación de la novela de Prosper Mérimée . El filme triunfó por todo el mundo, llegando incluso a estar nominada a los Oscar y los Globos de Oro como mejor película de habla no inglesa .
5
«Caso cerrado», de Juan Caño Arecha (1985)
La última película en la filmografía de Pepa Flores la firmó el periodista Juan Caño Arecha, que había sido hasta 1979 realizador del programa Informe Semanal. De hecho, fue la primera y última película del director, aunque en 2007 dirigió un documental sobre Antonio Gades.
Un intenso drama con la corrupción y la religión de fondo, que sin embargo pasó sin pena ni gloria entre los críticos. La cinta, sin embargo, se recordará siempre por ser el epílogo de la carrera de Pepa Flores. Una actriz que logró superar al mito adolescente de Marisol.
