Lola Pater

«Oscar Wilde fue encarcelado por ser homosexual y ahora se hacen películas sobre transexuales»

Fanny Ardant protagoniza «Lola Pater», un drama centrado en un «complicado» vínculo paternofilial

Fanny Ardant en «Lola Pater»

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Un joven de París pierde repentinamente a su madre y, de un día para otro, descubre que su padre está vivo… pero que no es un hombre, sino una mujer. Partiendo de esa base se estrena este viernes en los cines españoles «Lola Pater» , la quinta película del cineasta franco-argelino Nadir Moknèche que trata de atar cabos entre dos desconocidos totalmente opuestos para construir un vínculo que dure toda la vida.

El filme trata de explicar esa relación desde el punto de vista del progenitor, Lola (o Farid, en su antigua identidad), a quien da vida Fanny Ardant , una de las musas por excelencia del cine francés del último medio siglo. Ganadora del César por su interpretación en «Todos están locas», aclamada por su papel en «Ocho mujeres» y exmujer del referente François Truffault, la actriz tiene claro dónde radica la base de «Lola Pater». «No es una película sobre un hombre que se convierte en una mujer, sino acerca de un hombre que se reencuentra con su hijo, con la dificultad añadida de estar en un cuerpo femenino y de que se ha perdido toda la infancia, adolescencia y juventud del chico, que debe reconstruir en un instante», comenta Ardant a ABC sobre su relación con el otro protagonista, su «hijo» Zino, interpretado por un Tewfik Jallab, que a sus 36 años viaja en el tiempo para ponerse en la piel de un joven veinteañero apasionado por la música y que trabaja afinando instrumentos.

El filme recrea una situación que no es habitual en el cine convencional. «Es todo tan complicado que hasta el propio hijo culpa a su padre de haberle abandonado para convertirse en mujer. De hecho, en el momento en que Lola le dice al chico, al más puro estilo «Star Wars»: «Yo soy tu padre», él reacciona de muy mala manera”, explica la actriz. «La realidad de la película es dura, pero también manda un mensaje optimista, de tirar hacia delante y confiar en la vida. Es todo una metáfora sobre esos juicios morales que tenemos sobre la gente», agrega.

«Lola Pater», además, tiene más de realidad de lo que parece. El largometraje, de unos 100 minutos de duración, es un homenaje de Moknèche a su padre, al que apenas conoció, y pone de manifiesto la importancia de valorar la realidad en la que uno vive. «Al final, el hijo prefiere tener un padre tan extravagante como Lola que no tenerlo», recalca Ardant. «Y Lola, que nunca imaginó que la madre de Zino muriera antes que él, sabe que su hijo necesita un padre. Siente culpabilidad, necesidad de recuperar el tiempo perdido y la responsabilidad de establecer una semilla de la que pueda nacer algo entre madre, o padre, e hijo», añade la actriz, que a lo largo de su carrera ha trabajado con directores de la talla del ganador del Oscar Sydney Pollack, el propio Truffault o el español Agustín Díaz-Yanes. En 2002, además, interpretó a la diva de la ópera María Callas en el filme «Callas Forever».

En opinión de la protagonista, películas como esta ponen de manifiesto lo mucho que ha avanzado la sociedad en los últimos años. «La gente es cada vez más abierta. Hace poco más de un siglo, Oscar Wilde fue encarcelado solo por ser homosexual y cuando yo era joven, a los niños les daba vergüenza reconocer que sus padres se habían divorciado. Ahora, más allá de esos cretinos que van a existir siempre, las madres solteras o los homosexuales son vistos de una manera totalmente normal. La sociedad ha cambiado mucho», manifiesta Ardant, que asegura que «no fue fácil» prepararse el papel de Lola. «Tuve problemas con el vestuario y la apariencia. Recuerdo que hubo momentos en que tuve el pelo demasiado largo, otros en los que se me colocó un pecho mal… y además, los transexuales tienen las uñas demasiado largas. ¡Y yo me las muerdo!», cuenta, entre risas.

En ese sentido, el trabajo de Moknèche al frente del filme fue clave. «Él nunca quiso construir un estereotipo de transexual. Lola es muy extravagante, con su pelo, sin uñas y con una palestina que me llevé un día al rodaje, le gustó y que quiso añadir a Lola Pater. Siempre me han gustado esos personajes que son trágicos, pero no lo demuestran», agrega la intérprete, que asegura no estar, pese a todo, del todo conforme con el tratamiento de este tipo de temáticas en el cine. En especial, en la comedia. «Las películas de ese género están repletas de clichés y estereotipos y están hechas para que la gente se ría de los personajes. Pero, ¿con qué fin?», argumenta Ardant, que va más allá «Cuando se hace una película buscando ridiculizar… no tengo claro que el resultado sea bueno».

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