Nicolas Cage y H.P. Lovecraft contra la maldición de Richard Stanley

El cineasta, ignorado tras el caótico rodaje de «La Isla del Dr. Morau» con Marlon Brando y Val Kilmer, regresa a la gran pantalla en «Colour out of space» con el excéntrico actor y un relato del escritor de ciencia ficción

Nicolas Cage en Colour out of space

María Estévez

En el tercer día de rodaje de la cinta The Colour of Space, el primer largometraje en más de dos décadas de Richard Stanley , el director tuvo la fortaleza de enfrentar sus miedos. «Durante la primera semana no creía que había vuelto a rodar», reveló en Toronto el realizador sudafricano que regresa con este cuento escrito originalmente por H.P. Lovecraft .

Tras la debacle de «La Isla del Dr. Morau», protagonizada por Marlon Brando y Val Kilmer , y ser despedido del rodaje, Richard Stanley se vio obligado a dejar de trabajar. Hoy, pasados 20 años, vuelve a dirigir a Nicolas Cage en esta historia de ciencia ficción y terror sobre un meteorito que cambia de color. Con un interés personal en el argumento de su filme, Stanley admite que este es un proyecto apasionante. «Yo crecí en Sudáfrica donde desarrollé una gran admiración por Lovecraft, que heredé de mi madre porque me leía sus historias antes de ir a dormir».

« Color Out of Space » fue escrita en 1927 y cuenta como una familia se vuelve loca por la llegada de un extraño meteorito que emite una presencia de color. El estilo sorprendente y los intereses metafísicos de Stanley encuentran un avatar en Cage, desatado mientras da vida al padre de esta familia que lo mismo ordeña alpacas que exhibe la toxicidad patriarcal de su personaje. “Cuando me entrevisté con Stanley por primera vez, pensé que estaba ante un maestro de la magia. Es un tipo genuino e intenso” admite Cage del director.

El actor y el realizador se conocieron en 1992 cuando Stanley entrevistó a Cage para participar en Dust Devil. «Stanley tiene una conexión muy poderosa con su madre. Igual que yo la tuve con mi padre. Hemos hablado mucho de eso y cómo nos ha afectado en nuestras vidas» .

Un idioma cinematográfico

En el filme Cage interpreta a un padre que traslada a su familia a una granja aislada mientras su esposa lucha contra el cáncer. Cuando un meteorito se estrella en su jardín, la extraña bola de color altera genéticamente todo a su paso. «Lovecraft es un autor que me parece un genio. Hay dos géneros en esta narración; terror y ciencia ficción, que me fascinan. Es una colisión de géneros. Es parecida al Exorcista, porque la idea principal es la destrucción de la familia como consecuencia de fuerzas sobrenaturales. Estos géneros permiten a los actores explorar comportamientos diferentes y estar abiertos a un estado casi de trance en el que poder crear algo auténtico que no se sienta forzado». Su prolífica carrera, sus despilfarros, sus problemas con el fisco, su pelea con su mejor amigo Johnny Depp, sus divorcios… han convertido a Nicolás Cage en uno de los actores más fascinantes de Hollywood. En pleno regreso, Cage invierte su tiempo en protagonizar películas independientes de alto voltaje con realizadores que considera visionarios. «He vuelto a mis raíces. Son proyectos donde el director tiene las riendas, donde los ejecutivos no planean sobre los guiones cambiando esto y aquello, sin tener ni idea de lo que hacen destruyendo proyecto tras proyecto».

A lo largo de su carrera, el actor tras título como Leaving Las Vegas, Raising Arizona o Face / Off ha ido evolucionando hasta llegar tambaleándose profesionalmente a este milenio. De ser la estrella de los 90, a perder su poderío de estrella 20 años después. « Yo he sobrevivido en Hollywood gracias a mis seguidores, a internet, porque ahora ellos son los que repiten mis películas. Creo que mantengo mi carisma, que es algo con lo que uno nace. Puedes desarrollar un estilo, técnica, madurar con la experiencia, pero el carisma es innato». Cuando el mundo sufre una crisis social, sanitaria y política Cage considera que Hollywood tiene un papel que jugar desde el plano cultural. «Más que nunca el cine se revela como una cura, un escapismo que nos entretiene y nos ayuda a olvidar. Debemos agradecer que una película o una serie nos permita pasar el día con una sonrisa, distraídos de la política o sus consecuencias. Las películas son la mejor forma de entretenimiento y diría que la más económica. El cine nos guía a través de nuestras experiencias porque es un arte que expresa realidades, nos entretiene y nos estimula».

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