Muestra de cine de Lanzarote

El milagro de hacer una Muestra de Cine desde los márgenes

«Nuestra labor es la de crear espacios para que estas películas que tienen que existir, existan», dice el director de la Muestra de Cine de Lanzarote, Javier Fuentes Feo

Javier Fuentes Feo, director artístico de la Muestra de Lanzarote Bruto Estudio

Fernando Muñoz

Entre la sede madrileña de la Academia de Cine y la sede de Tenique Cultural en Lanzarote hay 1775 kilómetros. Pero la distancia entre el escenario donde se leyeron las nominaciones a los premios Goya 2023 y el epicentro de la Muestra de Cine de Lanzarote es todavía mayor. Organizar un evento cinematográfico en la periferia es un reto; hacerlo con una selección de películas en los márgenes del sistema es un milagro. Un milagro que, además, se repite cada año. Y sale bien.

Javier Fuentes Feo es el director artístico del evento, que se celebró entre el 24 de noviembre y el 4 de diciembre y que reunió en la isla a nombres más que interesantes de la escena independiente (verdaderamente independiente, hay que añadir) del séptimo arte. Allí se han visto cintas como ‘ Unrest ’, de Cyril Schäublin, que además se alzó con el premio del Jurado; ‘ Anhell69 ’, de Theo Montoya; ‘ Soy libre ’, de Laure Portier o ‘ The Plains ’, de David Easteal. Nombres todos ellos con bagaje y carrera, que han pasado por Berlín, Venecia…

Pero en realidad, el milagro no sucede en la pantalla (al menos, no solo en la pantalla). Hay momentos en los que la Muestra de Lanzarote confirma su ascenso meteórico en la lista de festivales de España del ICAA (Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales), donde ya está en el puesto 28, gracias a todo lo que le rodea. Entre ellos, una sección paralela, ‘ Trasfoco ’, centrada en ejes temáticos de la isla. Esta edición, la duodécima, ha sido el turno de la pesca. Y gracias a ello se han recuperado cintas imprescindibles, como ‘Sahel Azul’, de Bernard Surugue , un director que estuvo en los inicios del cinéma-vérité junto a nombres como Jean Rouch y cuya ascendencia se ha ido apagando hasta ahora. Por cierto, de Rouch también se proyectó ‘La pesca y el culto al mar’, repleta de imágenes muy poderosas.

Pero hay más. En la Muestra de Cine de Lanzarote también se filmó una ‘Película ciega’, de mano del nominado al Goya por ’Alcarràs’ Alejandro Castillo ; esto es, un artefacto sonoro grabado en la isla durante los días del festival y proyectado como un film solo que sin imágenes. O varios talleres y cursos para ‘ chinijas y chinijos ’, los niñas y niños de la isla. Y para más mayores, porque hasta 1000 alumnos de bachillerato (esto es, casi todos los del curso) pasarán por alguna de las actividades que organizan durante el resto del año. «Les invitamos a pensar sobre nuestra propia vida, porque esto no es el cine endogámico, el cine cerrado; esto es una ventana abierta a procesos de conocimiento», aseguró el director artístico del certamen a ABC.

Momento de la clausura de la Muestra de Cine de Lanzarote Bruto Estudio

Por eso se acercan a las proyecciones gentes de todo tipo, muy alejadas al público que se podría esperar de una muestra de cine tan particular. Y Javier Fuentes Feo presume de ello, no sin razón: «Es muy bonito cuando viene gente que no te esperas y descubre películas tan especiales. Y te das cuenta que igual no se fijan en elementos cinematográficos, ni artísticos, pero igual ven algo con lo que empatizan y que hace que les llegue con una gran fuerza», asegura. En ese encuentro entre público, cineastas y estudiantes se producen momentos milagrosos. Como en una proyección de ‘ A conserveira ’, con las mujeres que trabajan en tierra mientras sus maridos se iban a la mar, y donde los presentes aprendieron mucho más allá de lo que se ve en la pantalla.

El jurado abierto

Esa visión la sustenta también el jurado. «Todas estas películas mejoran el cine contemporáneo e iluminan los recovecos menos pensados de la experiencia humana», escribieron sus miembros, Roger Koza, de FIPRESCI; Cintia Gil, que ha participado en jurados de muchos festivales de cine, como la Berlinale; y Luis Miranda, quien dirige desde 2015 el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canarias.

Juntos tuvieron que debatir ante el público su veredicto. Esa es una de las sorpresas que depara la Muestra de Cine de Lanzarote , su ‘jurado abierto’, una característica única y de las que más orgullo hace sentir a su director.

«Hay festivales con una gran maquinaria, aquí trabajamos con una mezcla de ilusión y Excel para que todo cuadre. Y queremos ser cercanos, por eso proponemos debates, excursiones… cuidamos todo, hasta las sinopsis, que las escribimos nosotros. Porque nuestra labor es la de crear espacios para que estas películas que tienen que existir, existan», sentencia.

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