Luca Guadagnino: «Llevan vaticinando la muerte del cine 60 años»

El director y presidente del jurado presenta su primera serie, «We are who we are», cuyo primer capítulo ya está en HBO

Luca Guadagnino, presidente del jurado de la Sección Oficial de San Sebastián y director de «We are who we are» EFE
Fernando Muñoz

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Cree Luca Guadagnino (Palermo, 1971) que en su serie, «We are who we are» , ha demostrado «que existe una forma de combinar la naturaleza cinematográfica y televisiva». Lo dice sin apurarse, como si Arquímedes en lugar de gritar «eureka» se hubiera quedado en la bañera tan tranquilo. Quizá porque en realidad Guadagnino no ha recorrido ningún camino diferente al de otros tantos directores en los últimos años. «He rodado como lo he hecho siempre, solo que durante más tiempo», apuntó el italiano, que compaginó ayer su función de presidente del jurado de la Sección Oficial con la de presentar su «película». «Después, en el montaje, nos dimos cuenta de que existía dentro de esta serie de ocho episodios la posibilidad de crear una visión unitaria como una película de ocho horas. Pero no es que hayamos hecho una película de ocho horas dividida en ocho. Y tampoco es un capítulo que resulte de la unión de ocho piezas», explicó a modo de trabalenguas.

El director de «Call me by your name» , nominada a mejor película en los Oscar de 2017, es uno de los grandes nombres del cine de autor europeo con vocación de mayoritario. Es también el fichaje estrella de HBO , que ya ha estrenado el primer capítulo de los proyectados en San Sebastián, pero niega que su salto temporal del cine a la televisión sea una señal de un cambio de ciclo en la industria.

Un autor único

«Creo que es el interés de las plataformas, pero en realidad el paradigma no ha cambiado», señaló. «El público volverá a los cines», dijo, apostillando que más que «positivo» es «realista». «Las cosas no tienen un final abrupto que muere y aparece algo que las sustituye. Eso es una ingenuidad, es una banalidad periodística pensarlo. La realidad tiene sus tiempos, que no corresponden con los que anuncian los periódicos », apuntó, y trató de ratificarse con una anécdota: «Conocí al director Franco Maresco hace 33 años, y ya me decía: “El cine ha muerto, el cine ha muerto, ¿para qué vas a hacer cine?”. Y, sin embargo, estoy haciendo cine tantos años después. Llevan vaticinando la muerte del cine desde hace 60 años».

Guadagnino es un tipo peculiar. No en un mal sentido: exige que las entrevistas duren al menos 30 minutos, algo que en mitad de un festival internacional suena a milagro, aunque después durante la charla se presenta con pocas ganas de responder nada que él no considere interesante. « Te respondería una banalidad, y odio las banalidades », lanza como coletilla cuando el asunto no le gusta. O «no puedo hacer este discurso de manera genérica», responde si sospecha que su visión sobre algún tema puede quedar reducida a una línea de titular. Le gusta tanto ir a la contra que sale en defensa de Hollywood cuando se le pregunta por la frase que dejó ayer Johnny Depp en estas páginas, sobre que en un certamen como este se habla de cine y en Estados Unidos solo de películas. «Es interesante, pero no estoy de acuerdo. Hollywood es una industria muy preocupada por el beneficio de sus productos, y su producto son las películas, pero allí he tenido alguna de las conversaciones de cine más interesantes de mi vida», espetó el presidente de la Sección Oficial de esta 68 edición.

Otra conversación interesante, aunque lejos de Hollywood, la tuvo con el director mexicano Michel Franco , compañero del jurado, que le dijo que «los directores de cine son gente muy rara que viven una vida de clausura». Utilizó la anécdota para esquivar la pregunta sobre «Call me by your name», de la que solo dijo que le ha cambiado porque «ahora cuando trabajo me prestan más atención» .

Así fue como el hombre que entregará la Concha de Oro a la mejor película de esta edición se quedó con los focos de un día donde las series de televisión ganaron el protagonismo al cine. Porque en el apartado patrio lo más destacado fue la presentación de «Dime quién soy» , la serie de Movistar sobre la novela de Julia Navarro. Igual el vaticinio de Franco Maresco estaba equivocado: el cine no ha muerto, vive en la pantalla de casa.

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