#MeToo

El juez del caso de Kevin Spacey obliga a los denunciantes anónimos a dar la cara

Muchos de los que denunciaron acoso o abuso en Hollywood lo hacían de manera anónima durante las negociaciones de acuerdos extrajudiciales

Las asociaciones lamentan que si obligan a las víctimas a exponerse a la opinión pública podrían sufrir una doble victimización

Kevin Spacey, en la corte de Massachusetts, en enero de 2019 REUTERS

S. T.

El periplo judicial de Kevin Spacey –casi cuatro años desde la primera denuncia– acaba de dar un nuevo giro después de que el juez Lewis A. Kaplan dictaminara que uno de los demandantes, identificado como 'CD', tenía que salir del anonimato si quería seguir adelante con el juicio.

'CD' presentó una demanda el año pasado donde decía que el actor Kevin Spacey le había agredido sexualmente cuando tenía 14 años . En la denuncia no dio su verdadero nombre por temor a la presión a la que sería sometido. Pero poco después, el juez de Nueva York que está llevando el caso ordenó que se identificara en privado ante los abogados de la defensa. Y ahora ya ha exigido que tiene que dar la cara de manera pública para poder continuar el juicio. Así lo ha adelantado 'The New York Times' en una nota firmada por el periodista Graham Bowley.

Los abogados del hombre respondieron la semana pasada aduciendo que no lo haría, que no dará su nombre. «La idea de que mi nombre circule en los medios de comunicación y en internet y de que la gente se ponga en contacto conmigo como víctima de Kevin Spacey me aterroriza» , aseguró en un escrito. Se prevé que sus abogados apelen ante la sospecha evidente de que el juez les retire del caso, donde otro demandante, este sí con su nombre real, el actor el actor Anthony Rapp , mantiene el pleito contra Spacey.

Si los jueces comienzan a exigir que los demandantes de agresiones sexuales que han decidido hacerlo sin exponerse a la opinión pública tienen que dar la cara, puede suponer un torpedo en la línea de flotación del #MeToo. «El riesgo de ser identificado públicamente es un gran impedimento para que los supervivientes de violencia sexual salgan a la luz» , dijo al NYT el portavoz de la asociación contra el abuso, la violación y el incesto, que defiende que los jueces deben tener mayor comprensión ante el impacto de tener que contar públicamente las agresiones que sufrieron.

Enfrente, los abogados defensores sostienen que armar una defensa contra una acusación presentada de forma anónima puede limitar su capacidad de proteger a su cliente. El periódico neoyorquino habló con Imran H. Ansari, abogado de Harvey Weinstein , que teme que de no ponerse veto a las denuncias anónimas, estas comiencen a proliferar, lo que a su juicio sería preocupante porque iría en contra de la tradición de los tribunales abiertos de EE.UU.

La idea, defiende el NYT, sería buscar el equilibrio entre un sistema judicial abierto y uno que proteja el derecho de las presuntas víctimas a encontrar la paz sin exponer su trauma a la opinión pública.

Denuncias anónimas

Durante el maremoto del #MeToo en Hollywood , alguna de las denuncias por acoso o abuso sexual han sido anónimas. De hecho, de manera más o menos habitual se suelen presentar las demandas de esta manera para buscar un acuerdo extrajudicial donde se negocian cláusulas de confidencialidad. Pero cuando no se alcanza ninguna entente y se llega ante el juez, este suele ordenar que los denunciantes anónimos den la cara.

Además del caso de Kevin Spacey, 'NYT' recuerda que un juez de Texas ya exigió a las 22 mujeres que habían denunciado al 'quaterback' Deshaun Watson que tenían que hacerlo bajo su propio nombre. Ni las alegaciones de que temían represalias le valieron al juez. Tampoco al magistrado de Nueva York que denegó la demanda de otra mujer contra Harvey Weinstein hace 8 meses por hacerlo de manera anónima.

Hay un caso en el que se mantuvo el anonimato: el masajista que denunció en 2018 a Spacey por acoso sexual sí que había podido permanecer lejos de los focos, ya que un juez federal de California lo autorizó. Sin embargo, el caso se paralizó cuando el masajista, cuya identidad todavía se desconoce, murió por causas desconocidas en septiembre de 2019.

A Spacey le queda todavía un buen periplo judicial. Aunque la demanda de 'CD' se retire, el oscarizado actor tiene pendiente el juicio con el actor Anthony Rapp, que lo acusa de acoso sexual cuando era meno de edad.

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