José Sacristán emociona e impresiona con su discurso como Goya de Honor
El actor, de 84 años, dio las gracias a su familia, a la Academia y al público, con palabras de gran hondura y belleza
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Las primeras lágrimas colectivas las cosechó José Sacristán con su discurso en la gala de los Goya, un texto precioso y conciso que, por supuesto, recitó de memoria, con su inigualable voz . El intérprete de 84 años , deben creerlo, ya había dicho en la alfombra roja que tenía «perfectamente claro» de quién tenía que acordarse. «Me viene muy bien y me ayuda y me sostiene el saber de dónde y de quién vengo», explicó.
Después de mandar callar a los asistentes, llenó el escenario: «Gracias a todos los que con su confianza en mi trabajo me permiten seguir arando, sembrando y cosechando frutos como este», declamó Sacristán, con sus compañeros de profesión en pie , emocionados e impresionados por las facultades intactas del protagonista de una filmografía tremenda, por la hondura de sus palabras.
Sacristán se acordó de sus familiares, de sus ancestros y de sus hijos : «Me dejaron repetir las tomas en las que no supe llegar a tiempo a la marca», resumió con maestría, mientras muchos ya no podían retener las lágrimas.
Pero no fue lacrimógeno su discurso y no lo prolongó de manera innecesaria. Agradeció también a los miembros de la Academia y se mostró «orgulloso de ser uno de los doce primeros números de esta noble y esforzada tropa».
«Muchas gracias al público, a todos esos hombres y mujeres que cada año , y hace ya la friolera de más de sesenta , bien en manojo o bien en ristra, me siguen comprando los ajos. Muchas gracias».
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