Estreno en cines de ‘Empieza el baile’

Darío Grandinetti y el amor en la tercera juventud

El actor argentino protagoniza ‘Empieza el baile’ , una comedia con mucho poso en la que junto a Mercedes Morán reflexiona sobre el hacerse mayor, la fama perdida y las segundas oportunidades de la vida

Las críticas con los estrenos de la semana en cines

Darío Grandinetti y Mercedes Morán en ‘Empieza el baile’
Fernando Muñoz

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Hay tanto de comedia verdadera en ‘ Empieza el baile ’ como de luminoso drama -por algo esta ‘road movie’ transcurre mayoritariamente bajo los cielos abiertos de Argentina-. Darío Grandinetti y Mercedes Morán se confabulan con la directora Marina Seresesky para demostrar que las puertas en la vida nunca se cierran y que un ‘adiós’ casi nunca significa un ‘hasta siempre’. El actor, que acaba de cumplir 65 años, da vida a un icono del tango que encontró en Madrid un refugio tras sus lejanos años de gloria en Buenos Aires. Dejó todo atrás, incluyendo a su antigua compañera de baile, que se quedó sola y hundida bajo el peso del olvido de su amor, del público, de todos... Y, claro, la vida -con ayuda de un viejo amigo- los vuelve a reunir con una excusa nada peregrina.

«Es fundamental que en el cine estén hablando todas las edades, no solo los jóvenes», defiende la cineasta argentina, afincada en España. «Yo siempre escribo personajes con más edad, con más vivencias, porque me gusta ver que son muy vitales y que tienen deseos. Si no, parece que en las películas, cuando las personas son mayores, solo pueden hablar de cómo enfrentar el final... Y no, en esa edad las conversaciones también son de deseos, de ganas, de encuentros y desencuentros», sentencia Seresesky , sentada al lado de su actor protagonista, que asiente con convicción.

«Yo tampoco lo planteo como una reivindicación. No tengo problemas con el paso del tiempo... de momento. Hice una película que disfruté mucho rodando pese a estar horas en una furgoneta sin aire acondicionado y que era como un microondas. Yo me planteo la película como la historia de tres amigos que tienen esta edad y que querían volver a encontrarse con las personas que fueron», apunta Grandinetti. El tercero en discordia, el que vuelve a reunir a este amor de tango y juventud es Jorge Marrale , que en pantalla da vida al amigo Pichuquito.

Todo para dar forma a una comedia que siempre viaja en el filo del drama, o al revés, y que conquistó el premio del público en el pasado Festival de Málaga. Una vuelta también de Grandinetti a la pantalla grande española tras una etapa en Argentina y la televisión. «Esto de la fama es una rueda. No puedes pensar ‘de esta no salgo más’ si las cosas van mal o pensar que no bajarás nunca cuando estás en la cresta de la ola».

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