PERFIL

Tim Burton, el niño que nunca quiso crecer

El cineasta será el primer Embajador de Madrid

Almeida le nombrará Embajador de Madrid por «una vida de creatividad desbordante»

Tim Burton, en una foto de archivo
Pablo Amigo

Pablo Amigo

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Ha convertido lo oscuro en luminoso, lo marginal en hermoso, lo excéntrico en la norma. Ha contado en alguna ocasión Tim Burton (California, 1958) que, cuando era pequeño, sus padres tapiaron la ventana de su dormitorio. Desde entonces, aquel niño con pocos amigos y demasiada imaginación comenzó a observar la vida a través del hueco que quedaba entre los tablones de madera. La distancia que esto creó entre él y el resto del mundo, así como el aislamiento que le provocó, han configurado la carrera detrás de las cámaras del californiano. Ahora, será nombrado Embajador de Madrid por el alcalde Almeida.

Su cine es un reflejo de aquella infancia : es oscuro y está poblado de personajes incomprendidos y marginados, pero el fondo es amable e inocente. Se observa cuando el protagonista de 'Eduardo Manostijeras' (1990), queriendo acariciar a su inventor, le corta el rostro con una de sus cuchillas; o cuando en 'Frankenweenie' (2012) el joven Víktor, horrorizado ante la muerte de su perro, crea una máquina con la que revivirle al más puro estilo de Mary Shelley.

Su niñez y adolescencia las pasó rodando cortometrajes con una cámara Súper-8, viendo las películas de Peter Cushing y las adaptaciones de Roger Corman de textos de Edgar Allan Poe y recreando en plena calle crímenes famosos para asustar y escandalizar a sus vecinos. Sus padres, un empleado del parque de atracciones de Los Ángeles y la dependienta de una tienda de souvenirs con temática de gatos, nunca le hicieron excesivo caso, dejando que el pequeño se desarrollase autodidácticamente. Creció en Burbank, un idílico barrio con casas de color pastel y jardines de ensueño, como aquellos que recrea y de los que se burla en buena parte de sus películas.

Con 'La novia cadáver' (2005), consiguió su primera nominación al Oscar

Su carrera comenzó entre los bastidores de Disney , dibujando bocetos para películas como 'Tod y Toby' (1981). Sin embargo, rápidamente le abrieron las puertas de salida, ante su incapacidad para adaptarse a la dulzura requerida en la animación de dicha factoría. Curiosamente, treinta años después -una vez consolidado como un cineasta de respeto internacional- rodó el, hasta entonces, mayor éxito de taquilla de Disney: 'Alicia en el país de las maravillas' (2010), superando por primera vez los mil millones de dólares de recaudación.

Niños góticos y sueños extraños

A finales de los 80 se encumbró con su segundo largometraje, la excéntrica 'Bitelchús' (1988), sobre un contra-exorcista que expulsa a los vivos de las casas en las que viven los muertos, elevando a categoría de mito a Winona Ryder. Con ella volvió a colaborar dos años después en una de sus películas más recordadas: 'Eduardo Manostijeras' (1990), donde trabajó también con su admirado Vincent Price, mito del cine del terror de los años 40, poco antes de que este falleciese. Esta última la protagonizó Johnny Depp, con quien ha trabajado siete veces más, en la mitad de cintas las que ha filmado desde entonces.

Johnny Depp y Christina Ricci en el cartel promocional de 'Sleepy Hollow (1999)

Su estilo, apabullantemente original y encantadoramente retorcido , se fue consolidando durante los 90. Ese goticismo romántico se convirtió en un sello diferenciador que impregnó algunas de sus obras más célebres: sus dos entregas de Batman -'Batman' (1989) y 'Batman vuelve' (1992)-, 'Ed Wood' (1994) -un biográfico homenaje al considerado peor director de cine de todos los tiempos-, la disparatada 'Mars Attacks!' (1996) y 'Sleepy Hollow' (1999), una brillante adaptación de 'La leyenda del jinete sin cabeza', de Washington Irving. En aquella época, además, produjo el clásico moderno 'Pesadilla antes de Navidad' (1993), dirigida por su amigo Henry Selick.

En ellas se agolparon personajes excéntricos e inadaptados , los raros de la clase convertidos en adultos, y a su vez glorificados por el cineasta. Porque, por primera vez, lo marginal pasaba a ser heroico . El travestismo del protagonista de 'Ed Wood', por ejemplo, no era algo jocoso, sino encantador, al igual que la belleza de la Navidad en 'Pesadilla...' residía en lo macabro y no en el espíritu familiar o la bondad 'frankcapriana'.

En su cine se agolpan personajes excéntricos e inadaptados a los que glorifica. Porque, por primera vez, lo marginal pasaba a ser heroico

El nuevo siglo trajo su primer fracaso, 'El planeta de los simios' (2001), cuyo rodaje al menos le sirvió para conocer a una de sus actrices fetiche, Helena Bonham Carter, con quien acabó manteniendo una relación de trece años que tuvo como fruto a sus dos hijos. Después vino la admirada 'Big Fish' (2003), para muchos su mejor película, en la que cuenta la reconciliación de un soñador padre y un incrédulo hijo en el lecho de muerte del primero, coincidiendo con el fallecimiento de los progenitores de Burton y el nacimiento de su primer hijo .

Mia Wasikowska en 'Alicia en el país de las maravillas' (2010), su mayor éxito de taquilla

A continuación, el éxito arrollador de 'Charlie y la fábrica de chocolate' y 'La novia cadáver' (ambas en 2005) le confirmaron como un cineasta que, sin necesidad de renunciar a su peculiar estilo, conectaba con el gran público de forma masiva . Con la última, además, logró su primera nominación al Oscar, premio que todavía se le resiste. En estos títulos trabajó con el mítico Christopher Lee, conocido por su encarnación del conde Drácula en la película homónima de 1958, y que diría años después que sus colaboraciones con Burton eran de las que más orgulloso estaba dentro de su dilata carrera.

La libertad del solitario

Tras la aplaudida adaptación de 'Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet' (2007), un tétrico y algo polémico musical sobre un barbero decimonónico que degolla a sus clientes y hace pasteles con su carne, llegó la supuesta decadencia de su cine , achacada por cierta falta de originalidad. El significante impacto de taquilla de 'Alicia en el país de las maravillas' (2010) no evitó que muchos criticasen la torpeza narrativa de la película, eclipsada quizás por el espectacular diseño visual. En 2012 tampoco fue recibida con buenos términos 'Sombras tenebrosas', su última película con Depp y Bonham Carter.

Johnny Depp caracterizado como el barbero Sweeney Todd

Tuvo un respiro con 'Frankenweenie' (2012), segunda nominación al Oscar mediante, pero no acabó de corregir la tendencia: 'Big Eyes' (2014), 'El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares' (2016) y 'Dumbo' (2019) fueron recibidas con tibieza . Ahora, coincidiendo con este título honorífico que le otorga la ciudad de Madrid, estrenará la serie 'Miércoles' , centrada en la icónica y gótica hija de 'La familia Addams'.

Burton nunca ha dejado de ser, en realidad, aquel niño que observaba la vida a través del hueco en los tablones de madera que tapiaban la ventana de su dormitorio. Porque no ha sabido alejarse de su infancia, y porque tampoco ha querido. Él cuenta que la soledad infantil le hizo algo más libre , y ha sido esa libertad la que le ha encumbrado como uno de los cineastas más fascinantes de las últimas décadas y, ahora, además, Embajador de Madrid.

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