El día que Bong Joon-Ho engañó a Harvey Weinstein
El director, que estrena «Parásitos», descubrió el motivo por el que el productor era conocido en Hollywood como «Harvey Manostijeras»
El director surcoreano Bong Joon-Ho continúa sumando éxitos internacionales a su filmografía. Su última película, «Parásitos» , sigue la misma senda de las que le precedieron. Ha conseguido el récord de venta de entradas en su país natal, Corea del Sur, obligando al espectador a mirar allí donde no quiere. Pero este hito también lo ha conseguido en Francia e incluso en Estados Unidos, un país poco dado a reconocer a los directores extranjeros. Por no hablar de que le arrebató de las manos la Palma de Oro a Pedro Almodóvar y su «Dolor y Gloria» en el último Festival de Cannes ¿Su secreto? Permanecer fiel a su criterio.
Bong Joon-Ho pasó su infancia devorando directores con un estilo marcado como Spielberg, Lumet, Frankenheimer o Hitchcock. Con el tiempo, él encontró el suyo, uno con el que Harvey Weinstein quiso modificar. El (ex)productor de cine era conocido por su afán por usar las tijeras en postproducción. Le encantaba eliminar material rodado en la sala de edición. Esta «afición» estuvo a punto de transformar «Rompenieves» en un fracaso en la filmografía de Bong.
Tras adquirir los derechos de distribución de la película en 2012, la compañía de Harvey Weinstein dejó claras sus exigencias. Quería recortar 25 minutos del metraje que Bong Joon-ho había presentado y exigía que hubiera «más presencia de Chris Evans ». «Era una tortura», dijo Bong a «Vulture» . «Hasta ese momento no había estrenado ninguna película que no tuviera el montaje del director. Nunca hice una edición que no quisiese hacer. El apodo de Weinstein era "Harvey Manostijeras", y se mostraba muy orgulloso de sus intenciones con el filme».
Bong recordó como Weinstein le había llegado a decir tras ver una escena: «Vaya, eres un genio. Vamos a cortar este diálogo». Pero estas idas y venidas terminaron con el director surcoreano engañándole. El productor estaba empeñado en eliminar la escena final de «Rompenieves» en la que aparece un guardia del tren destripando a un pez para intimidar a un grupo de rebeldes. La toma era una de las favoritas de Bong y, en cierto modo, un homenaje a su padre.
«Harvey la odiaba. ¿Por qué un pez? ¡Necesitamos acción!», recreó Bong en la citada entrevista. «Me dolía la cabeza en ese momento: ¿qué hago? Entonces, le dije: «Harvey, esta escena significa mucho para mí. Mi padre era pescador y está dedicada a él». Weinstein lo entendió. aseguró que la familia era lo más importante para él y por eso accedió a dejar la escena. «Le dije 'gracias'», recordó. «Pero era una mentira. Mi padre no fue pescador».
Pese a este conversación, Weinstein editó «Rompenieves» a su antojo . La proyección que realizaron para testear la película ante un grupo de espectadores en Paramus, Nueva Jersey, no obtuvo las valoraciones que el (ex)productor esperaba. Fueron bajas. «Me alegré de que la puntuación que le diera fuera mala», dijo Bong. «Pero al salir Weinstein me dijo: 'si la puntuación es mala, recortemos más'».
Por suerte para Bong, su contrato le permitió hacer un pase en Los Ángeles con la versión del director para evaluar la aceptación. La calificación obtenida fue mucho mayor. Weinstein le permitió mantener el montaje que él quiso, pero le amenazó con proporcionarle el estreno que le había prometido en una primera instancia. «Puede que para Weinstein fuera una especie de castigo el hecho de encontrarse con un cineasta que no hace lo que quiere. Pero para mí, todos terminamos contentos», confesó.
Bong Joon-Ho recuerda sus idas y venidas con Harvey Weinstein como «una comedia negra». «Si esta fuera la película de otra persona y hubiese estado filmado un documental de la situación, habría sido realmente divertido. Desafortunadamente, lo que estábamos haciendo era mi película».
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