Alex Camilleri, la nueva promesa del cine independiente americano
El director de origen maltés estrena en España 'Luzzu', su celebrada ópera prima
El cine independiente americano ha acogido con los brazos abiertos a Alex Camilleri . 'Luzzu' , la ópera prima del director estadounidense de origen maltés, fue proyectada por primera vez en Sundance 2021 (la edición en la que arrasaron 'CODA' y 'Colmena' ), donde consiguió un Premio Especial del Jurado. En la última edición de los Spirit Awards , Camilleri se llevó el galardón 'Someone to Watch', una categoría dedicada a los directores revelación y que en años anteriores ha tenido entre sus candidatos a Chloé Zhao , Barry Jenkins o Kelly Reichardt . En 'Luzzu', Camilleri vuelve a su país de origen para contar la historia de un pescador que, ante la inestabilidad de su trabajo y para poder mantener a su familia, se verá obligado a introducirse en el peligroso mundo del mercado negro. Pese a los éxitos cosechados con su debut, el cineasta se muestra como un hombre con los pies en la tierra en su entrevista para ABC: «Lo primordial para mí es que ya estoy preparando mi segunda película. Como dice mi mentor, Ramin Bahrani , lo más importante es hacer que una película te lleve a la otra».
—¿Por qué decides convertir esta historia en tu ópera prima?
—Crecí en Estados Unidos. Mis padres emigraron desde Malta antes de que naciera, pero fuimos los únicos que nos marchamos porque el resto de la familia se quedó, aunque volvíamos a menudo. Siempre me gustó contar historias. Me enamoré del cine siendo bastante joven y estudié en Estados Unidos. Hace tiempo que me di cuenta que tenía sentido hacer una película así, es más, necesitaba hacerla. Me pareció que esa historia necesitaba ser contada. En cierto modo, a través de esta historia de pescadores, volvía a conectar con mi propia historia, aunque mi familia nunca ha tenido nada que ver con la pesca. Me parecía importante mostrar algo tan particular de Malta. Sorprende que la actividad pesquera en luzzus sea algo tan común y que, sin embargo, tan poca gente en Malta sepa algo de dicha actividad. De hecho, tuve que aprender a pescar.
—¿Por qué tomaste la decisión de utilizar actores no profesionales?
—Me pareció más sencillo enseñar a un pescador a interpretar que enseñar a un actor a pescar. Además, Malta carece de tradición cinematográfica. Hay algunos técnicos pero no hay filosofía del cine. Me gusta mucho el neorrealismo italiano, donde muchos de los actores no son profesionales. Es un cine que plasma muy bien la realidad, que consigue que la realidad rompa la pantalla y toque al espectador. Quería aportar esto a mi película rodada en Malta. Podría haber rodado con actores franceses o italianos pero preferí hacerla con actores malteses, aunque no fueran profesionales.
—¿Cómo fue la búsqueda de Jesmark Scicluna, el pescador al que convertiste en protagonista de la película?
—Pasamos mucho tiempo buscando a pescadores. Para ser exactos, fue un año, durante el que viajé de Nueva York a Malta en varias ocasiones. En uno de estos viajes, el director de casting me dijo que había encontrado a dos pescadores en el sur de la isla, pero yo volaba a Nueva York al día siguiente. Decidí ir a verlos de todas formas. Normalmente, durante el primer encuentro, nos tomamos las cosas con calma, pero aquí no había tiempo. Por suerte, cuando llegamos, acababan de regresar de trabajar en el mar. Les pregunté si estarían dispuestos a hacer una prueba, dijeron que sí y les conté una escena de la película para que pudieran improvisar. Nos subimos a su barco y les rodé mientras interpretaban la escena del pez espada. Lo hicieron de maravilla porque es algo que habían vivido y seguían viviendo. Luego, cuando vi lo que había rodado, me di cuenta de que la cámara adoraba a Jesmark. Hasta ese momento, la historia se centraba en un pescador de más edad pero reescribí el guion para centrar la película en él.
—Tiene una química espectacular con Michela Farrugia, la actriz que interpreta a su esposa…
—Michela sí es una actriz profesional. Es muy joven, solo tiene 21 años, pero es asombrosa. Cuando buscábamos, sobresalió entre todas las otras actrices que vimos y es la única que realmente se dedica plenamente a la interpretación, sobre todo en el teatro. Esta es solo su segunda película pero un trabajo impresionante porque supo adaptar su trabajo al de actores no profesionales. Además, se dio cuenta de que Jesmark era capaz de comunicar emociones con muy poco y me dijo que había aprendido mucho trabajando con él. Es maravilloso lo bien que encajan juntos.
—¿Una de tus intenciones a la hora de hacer esta película era mostrar una imagen de Malta completamente distinta a la que estamos acostumbrado a ver?
—Siempre se tiene una visión turística de Malta, pero lo peor es que Malta tiene esa misma visión de sí misma. Me gustaba la idea de ir a contracorriente de las películas de Hollywood que se ruedan en Malta, de esos decorados de postal. En esta película, uno puede estar viendo una vista preciosa de Malta pero, al darse la vuelta, se encuentra con unas obras. Quería que fuera real, mezclar el documental con la ficción y viceversa.
—No es nada habitual que una película de Malta tenga tanta repercusión internacional. ¿Cómo de difícil es hacer una película en ese país?
—No fue fácil. Fue necesario luchar durante mucho tiempo para sacar adelante la financiación y la logística. Tuve la suerte de tener un gran equipo de producción apoyándome, gente que sentía el mismo deseo que yo, el de hacer una auténtica película maltesa y ese deseo nos unió. Lo más difícil fue conseguir la financiación. Estaba empeñado en contar una historia totalmente local que hablara a cualquier espectador en el mundo entero pero sin transigir en ningún punto, lo que implicaba un guion muy exigente. Tardé mucho en escribirlo y hubo muchas versiones. Sabía que debía encontrar la universalidad de la historia porque era mi única oportunidad. Nadie iba a darme otra.
'Luzzu' llega a los cines españoles el 18 de marzo.
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