Crítica de 'Luzzu': Un pequeño tesoro atrapado en las redes del cine más modesto

El director maltés Alex Camilleri sigue ganando premios con su primer largometraje, el drama de un pescador humilde que se interpreta a sí mismo

Jesmark Scicluna, un pescador que debuta como actor en 'Luzzu' Wanda
Federico Marín Bellón

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De Malta nos llega, por mar, esta película sensible que acapara premios en los festivales de cine independiente . Debe su título a una embarcación típica de la isla mediterránea, que se remonta a la época fenicia y que, como casi todo lo clásico, es una especie amenazada. Una de las subtramas de la cinta es, de hecho, la tentación que tienen los pescadores de aceptar la subvención europea a cambio de renunciar a la licencia, destruir su medio de vida y buscarse otro.

El protagonista es Jesmark, un pescador que tiene el mismo gesto que Iker Casillas después de leer una alineación de Mourinho . Jesmark Scicluna se llama el 'actor', premiado en Sundance, aunque es aún más primerizo que el director. Su situación es peor: vive de un negocio ruinoso, el barco tiene una vía de agua y acaba de tener un hijo con caros problemas de salud.

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'Luzzu'

La irrupción de Alex Camilleri como director no ha podido ser más feliz. Su película cautiva, pese a la modestia de medios, con una puesta en escena serena, de tintes neorrealistas, y un guion que juega bien sus bazas. Jesmark es un tipo honrado, pero la necesidad y la injusticia del ecosistema pesquero lo empujan a mezclarse con gente poco recomendable.

Camilleri no es tan inexperto, sin embargo. Además de sus cortos, el 'halcón maltés' tiene experiencia como montador y demuestra una mano excelente con sus actores no profesionales o, mejor dicho, no actores. Jesmark es, de hecho, el pescador real en el que se inspira su relato, y su compañero de aventuras es su primo, que navega con él a menudo. La película está llena de personajes auténticos, pero no está rodada como un documental, aunque herede del género su veracidad.

El turista que conozca el archipiélago no reconocerá los escenarios, más allá de la luz. El espectador que se asome a esta obra modesta sí encontrará trazas de cine de altura . Y si la trama de Jesmark con su suegra también es real, es posible que la cosa acabe en naufragio.

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