Crítica de 'La cima': La búsqueda de oxígeno donde no lo hay

Muy recomendable para todos aquellos que consideramos una imprudencia subir hasta el ático por las escaleras o que solo pensamos el hielo en su versión cubito

Patricia López Arnaiz y Javier Rey protagonizan 'La cima'
Oti Rodríguez Marchante

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Muy recomendable para todos aquellos que consideramos una imprudencia subir hasta el ático por las escaleras o que solo pensamos el hielo en su versión cubito. Una historia espléndida en lo grandioso e interesante en lo íntimo, que habla de la alta montaña y de los peculiares montañeros. El argumento se desarrolla en el Annapurna , el majestuoso pico más allá de los ocho mil metros situado en la cordillera del Himalaya , del cual la película ofrece su hipnótico plano general que resulta divino admirar en la pantalla y, hay que suponer, diabólico una vez puestos los pies en él (tiene el récord de siniestralidad entre los míticos ochomiles).

De producción complicada, aunque parte se haya rodado en los tejados de los Pirineos, con un argumento original del director, Ibon Cormezana , y guion de Nerea Castro . Hay dos personajes principales y casi únicos, Mateo, al que vemos en su preparación para la gran aventura de subir al Annapurna, e Ione, una mujer que se encuentra en un refugio de la base de la montaña… Dos personajes cada uno de ellos con su misterio y su secreto que compartirán tiempo, penurias y soledades, además de solventar su propio viaje personal hacia sus metas.

Cormezana dosifica la progresiva intimidad entre ellos y la información sobre por qué están ahí: ella, una experimentada alpinista que ya conoce todas las cimas más altas, y él, con más tesón que experiencia y con una 'misión' vital para reconciliarse con la vida. Solidarizarse en sus circunstancias lo maneja la historia como un compromiso entre montañeros, pero comprenderse y respetarse es algo que el guion y la cámara (expresiva en el plano largo y sensible en el plano corto) van ganándole la mirada al espectador, tanto como esa preciosa montaña que está ahí como un deber que cumplir.

Ficha completa

El trabajo de los actores, Javier Rey y Patricia López Arnaiz , solo se puede calificar de admirable en lo físico (uno piensa en la dureza del rodaje y solicita su reincorporación a la plaza de funcionario), pero también muy poderoso y atinado en lo íntimo, digamos, al fuego de la cabaña. De modo atractivo el relato nos informa de ellos y especialmente de lo adictivo y peligroso de la montaña, y de esa especie de conexión febril que engancha a sus adeptos.

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