El peligroso y fascinante ejercicio de volver a ver 'Arrebato'
FlixOlé ofrece una versión restaurada de la película de culto por excelencia del cine español, dirigida por Iván Zulueta en 1979
La película sirve como advertencia: el cine es adictivo y una cámara puede ser una máquina de matar implacable, sin necesidad de afilar una de las patas del trípode, como en 'El fotógrafo del pánico'. Otra obra maestra.
Iván Zulueta solo había rodado un largo antes de colarse en la historia del malditismo con 'Arrebato', película rechazada por el festival de Cannes, 'Max Madera' para la leyenda. El cineasta cerró ahí su filmografía de modo incomprensible, después de solo dos apariciones entre las que se pueden rescatar cortos de leyenda, más que nada porque son aún más difíciles de encontrar. Un par de capítulos televisivos posteriores suponen un epílogo triste para un creador tan estimulante, que se refugió en los carteles de cine y otros mundos adyacentes.
Incluso 'Un, dos, tres... Al escondite inglés' , estrenada diez años antes que 'Arrebato', se puede ver sobrio sin dejar de advertir detalles de calidad y una exuberancia de referencias, no solo cinéfilas. Era una comedia musical que parodiaba Eurovisión con más crudeza que Jesús Lillo , y similar incomprensión. Permite comprobar además que José María Íñigo , también guionista y sin duda asesor musical, hizo bien en abandonar la actuación.
Pero volvamos a 'Arrebato', película que FlixOlé ha reestrenado en una versión inédita, restaurada hasta donde permitía el original, rodado con cuatro duros o, para ser más precisos, tres millones de pesetas que se estiraron con la angustia maestra de un joven periodista. Hoy hasta se puede ver gratis, aprovechando el periodo de gracia de la plataforma.
Han pasado más de cuatro décadas desde su estreno y sigue siendo una película extrañamente moderna . El cine revolucionario de hace cuatro días ya no hay quien lo vea, pero esta obra de 1979 no ha perdido la pegada y puede noquear al espectador descuidado, sobre todo si su amor al cine tiene algo de enfermizo. Después de una nueva exposición a la obra, vivida con algo parecido al miedo, lo esencial sigue vivo. Es cine alucinado y alucinante, imperfecto y pluscuacojonante. Da la sensación de que siempre habrá unos ojos fascinados que intenten atrapar esos fotogramas en rojo, aterradores y mágicos.
Es curioso cómo funciona la memoria, de todos modos, porque hay partes enteras de la película que habían caído en el agujero negro del olvido, lo que casi nunca es casual. Incluso su osadía sexual queda algo reducida, porque es la más vieja de todas. Al mismo tiempo, contiene hallazgos que se antojan inmortales, como los vampiros, aunque quizá haya que explicar a los más chicos cómo se revelaban y montaban las viejas películas caseras.
Otra cosa que honra a Zulueta es que no intente hacerse el simpático, ni con los concursos musicales ni con la movida madrileña . La película es un reflejo oblicuo del lado más oscuro de su época. Las drogas y la adicción son mostrados con menos piedad que rubor. Los estragos son evidentes, incluso en su faceta presuntamente lúdica. Hay una escena de 'Thelma y Louise' en la que Susan Sarandon reprocha a unos jóvenes que fumen, «porque quita las ganas de sexo». Aquí el mensaje es parecido, pero sin filtro. El antimovidismo no impide que participen en la cinta chicos y chicas Almodóvar , acreditados o no, y el propio cineasta manchego, que presta su voz, mucho ojo, al personaje que interpreta Helena Fernán Gómez . No se descarta que la hijísima enviara a más de uno a la mierda.
'Arrebato' es el ejemplo más radical de cine dentro del cine, adelantada al calendario, atemporal y a la vez hija única de su tiempo. De entrada, empareja a Eusebio Poncela con Cecilia Roth , entregados a la causa en cuerpo y alma casi veinte años antes de que el primero sentara cátedra en 'Martín (Hache)': «Ninguna mujer tiene dueño».
Marta Fernández Muro y Luis Ciges se anticipan tres años a su hoy impensable relación en 'Laberinto de pasiones'. No faltan Teresa Fernández Muro , en un papel delicioso, y por supuesto Will More , muso de Zulueta y de la movida, niño rico que salió raro, casi siempre en Súper 8. Y está Antonio Gasset , Max Madera según los créditos.
La copia limpia que ofrece FlixOlé ha hecho las Américas con cierto éxito. Si fuera un título actual, no sería descabellado esperar que a Zulueta lo llamara alguna plataforma. De seguir vivo el cineasta, también podríamos ver el montaje del director, de dos horas y media. Mutilar 'Arrebato' fue un acto de crueldad innecesaria. Total, no la vio nadie. Pero a ver quién le discute ahora el adjetivo de visionario, asesinado por el cine, como sus personajes.
