Crítica de «Trote»: Secretos de familia

La primera película de Xacio Baño llega a los cines después de triunfar en festivales, aunque se hace dificil recomendarla fuera de los círculos festivaleros

Antonio Weinrichter

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Esta opera prima del gallego Xacio Baño ha tenido una buena andadura festivalera. Fuera de ese circuito especializado se hace difícil recomendarla para el espectador no familiarizado con las «convenciones» actuales de la película de festival, a las que esta se adhiere religiosamente. Está bien fotografiada y encuadrada, por ejemplo, aunque pronto le pierde una creciente querencia por filmar desde demasiado cerca a los personajes: los planos de cogote, necesarios en el cine documental y ya incluidos en el dispositivo de la ficción realista (hermanos Dardenne), se pueden convertir en una fórmula tan irritante como esa querencia fetichista por convertir los planos interiores en bodegones donde cada objeto parece símbolo de algo, de lo grande que lo vemos.

Hace un siglo, nacía la foto documental al ofrecer el contexto espacial de objetos y cuerpos, frente al «recorte» artístico de la escuela de la nueva objetividad: ¿cómo hemos llegado a caer en el extremo opuesto? Respecto a la trama, elipsis mejor que dramaturgia: entre cada dos frases de diálogo hay, como decía Jardiel, «un minuto de silencio y tres revoluciones en México». Se crea una idea de misterio, por decir algo sobre lo que no queda dicho, que sólo se resuelve cuando ese espectador convencional ha dejado de interesarse. Así son muchas películas, no solo esta, que definen una nueva ortodoxia del cine contemporáneo (apenas) narrativo.

Ficha completa

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación